Gripe o Resfriado. Como distinguirlos

El clima variable de otoño-invierno significa que durante el día las condiciones climáticas cambian drásticamente, por lo que es difícil combinar con el atuendo adecuado. De ahí el camino corto hacia el sobrecalentamiento o el frío y como consecuencia, los resfriados o la gripe. ¿Pero la gripe y el resfriado son la misma cosa?

¿En qué se diferencia la gripe del resfriado común?

El resfriado común y la gripe tienen muchos síntomas similares, pero no podemos confundir estas dos infecciones virales. Un síntoma característico del resfriado común es la aparición gradual de quejas, especialmente la rinitis, que no es un síntoma típico de la gripe y que a menudo no ocurre en pacientes diagnosticados con gripe. La temporada de frío generalmente dura de 2 a 3 días. Si la infección dura más, consulte a un médico lo antes posible, ya que esto puede ser un signo de una infección bacteriana o una gripe mal diagnosticada.

Recuerda que no debe subestimarse la gripe. Cada año, más de 1 millón de personas mueren por complicaciones de la gripe en todo el mundo. Principalmente, el curso letal de la enfermedad afecta a las personas mayores de más de 65 años. Sin embargo, la gripe también es peligrosa para los niños pequeños. El tratamiento inadecuado o la falta de él puede provocar complicaciones graves. Las complicaciones de la influenza incluyen laringitis, bronquitis, miocarditis, meningitis e insuficiencia renal aguda .

Influenza, el virus de la gripe

La gripe es una enfermedad de tipo vírico, altamente contagiosa, causada por los virus Influenza tipo A y B que ocasionan en los humanos una infección aguda del aparato respiratorio. Si algo caracteriza a este microorganismo es su capacidad de contagio. Basta con hablar, toser o estornudar para enviar los virus al aire y que otras personas puedan inhalarlo. El virus llega a nuestro cuerpo a través de la nariz y avanza por la garganta y pulmones adhiriéndose a las células del sistema respiratorio y comenzando a multiplicarse para atacar al organismo. La entrada de antígenos virales en el cuerpo provoca una reacción del sistema inmunológico, encargado de proteger contra infecciones y agentes extraños. Aparecen por tanto, fiebre y dolor, que son estrategias del organismo para luchar contra los virus. Los primeros síntomas se empiezan a notar durante los cuatro días posteriores a la intrusión del virus en nuestro organismo y los adultos siguen transmitiendo la gripe hasta los 3-7 días posteriores a haber sentido las primeras muestras de padecer la enfermedad.

LOS ANTIBIÓTICOS NO CURAN

Los antibióticos matan bacterias, pero NO virus como es el caso de la gripe.

Por tanto, el tratamiento con antibióticos no es eficaz y si se consumen sin prescripción médica, pueden dar lugar a resistencias bacterianas que complicarían la enfermedad.

Efectos de la Gripe sobre la Salud

Una vez contraída la gripe, la mayoría de las personas infectadas se restablecen completamente en una semana o diez días desde la aparición de los primeros síntomas. Las personas de edades avanzadas, aquellas que padezcan enfermedades crónicas, metabólicas e inmunológicas son las más susceptibles a sufrir complicaciones graves.

Confundir la gripe con un simple resfriado es un error muy común. Pero hay detalles que ayudan a diferenciarlas:

GRIPE

Duración larga 1-2 semanas
Fiebre alta 38-39º C
Dolor de cabeza intenso
Congestión nasal
Dolor de garganta y tos seca
Dolor abdominal y articular
Agotamiento extremo
Problemas gastrointestinales

RESFRIADO

Duración corta. No más de 1 semana
No hay fiebre o es moderada
Dolor de cabeza ocasional
Goteo nasal, estornudos
Tos seca ocasionalmente

Grupos de riesgo

Aunque la gripe no suele ser una enfermedad peligrosa y la mayoría de las personas infectadas se recupera en un par de semanas, existen determinados grupos de riesgo en los que las complicaciones de la enfermedad, una neumonía por ejemplo pueden llegar a ser muy complicadas de resolver.

Estos grupos de riesgo son:
Personas mayores de 50 años.
Personas entre 2 y 50 años con condiciones médicas crónicas de riesgo de sufrir complicaciones en caso de infección gripal.
Mujeres embarazadas cuyo 2º y 3er trimestre de gestación vaya a coincidir con la temporada gripal.
Personas que residen o trabajan en geriátricos o instituciones sanitarias de larga estancia.
Niños entre 6 y 18 meses en tratamiento crónico con ácido acetil salicílico.
Trabajadores sanitarios.
Personal de guarderías infantiles y los contactos o familiares de estos.
Otros colectivos esenciales como bomberos, policía, empleados de transportes públicos etc .

Vale la pena recordar que en el período de otoño e invierno, no hará daño tomar vitamina C, propóleo o equinacea que están disponibles en forma de por ejemplo, suplementos dietéticos. Tomarlos puede estimular el cuerpo a combatir el virus.

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