Revista Cocina
¡¡Hola a todos!! Hoy me pilláis rellenando la maleta, jejeje... cancelando billetes de tren... la maldita huelga sí!!!! Y metida de lleno en los preparativos ¡¡por fin!! de las vacaciones.
Total, que mientras hago listas, vuelvo loca a mi hermana porque quiero empaquetar la sal trufada de viaje y preparamos a la tortuga para que disfrute de su verano de rodriguez os diré que el blog no se va muy lejos... aquí seguiré publicando... si las nuevas tecnologías lo permiten, eso sí... que por mucho que nos vendan la moto del wi-fi, la conexión inalámbrica y los dispositivos portátiles a los que la red les llega desde cualquier punto del planeta... ummmm ya veremos, jejeje.
Bien, al lío... que entre el cansancio del fin del ejercicio (que os diré que empecé hace una semana a tomar vitaminas por miedo a morir de un síncope nada más aterrizar en la playa... y no exagero!!), el calor que ya nos tiene medio exprimiditos y los líos de todo viaje hoy publicamos reto!!! El último de la temporada... el más tardío también... si!! Bake the world.
Hoy toca receta italiana... una de mis cocinas favoritas... y de las favoritas de todo el mundo... ¡¡que bien se venden los italianos!!... reto de nuevo y reto panarra que gracias a Dios Clara y Virginia nos han puesto fácil... así, a diferencia del mes anterior que me quedé con las ganas, este publico, sí o sí...
Además con esta receta... que no es una receta de hacer pan propiamente dicho... o sí... un pan sencillísimo, fácil... de verdad, hacerme caso, y que es muy difícil que salga mal.
Los grissinis... esos palitos de pan que ponen en todo restaurante italiano que se precie, y que últimamente están tremendamente de moda como "cubierto" o recipiente para canapés (en las últimas bodas en las que he estado los grissinis envueltos con jamón han estado... ¡¡en todas!!), una moda que en realidad lleva ya cierto tiempo en nuestro país y de la que estoy tremendamente agradecida... ¡¡me encantan!!.
Además, recuerdo perfectamente que los grissinis que comimos por primera vez, que no última porque íbamos muy a menudo, fue en un restaurante pinocchio que ya no existe en la calle Zurbano de Madrid, en frente de la sede del PP para más señas y a dos manzanas de mi casa.
Recuerdo cuando mi padre tenía un día especialmente bueno y nos decía... "Niñas, ponéos los zapatos que salimos a cenar.. ¿donde vamos?" Ummm pues en ese entonces... hace 20 años las opciones tampoco eran muchas... a parte de restoranes como La Parra, otro clásico del barrio... o Al Sur más de tapeo, los clásicos para cenar en plan rápido entre semana eran el Vips y Pinocchio... así que como digo íbamos a menudo.
Y ahí, al lado de los cubiertos estaba la bolsita de grissinis... ummm... las niñas se los habían zampado a los dos segundos de llegar, jejeje... con lo que el camarero que ya nos requete-conocía, en cuanto entrábamos por la puerta venía con la carta y algunas bolsitas más, jejeje... ¡¡nos comíamos hasta los de mi padre!!
Cuando empecé en serio con la cocina creo que esta fue una de las primeras recetas que preparé... un cumpleaños, en una macro-comida italiana en la que me lié la manta a la cabeza preparando crostini, lasaña, pasta carbonara y putanesca un enorme tiramisú del que sabéis soy adicta... y por supuesto... ¡¡grissinis!! No quedaron tan ricos como estos, todo hay que decirlo... y ya me lo dijo más veces mi hermana conforme he ido preparando esta receta... "¿te acuerdas de los primeros que hiciste? ¿ese cumpleaños? No eran tan buenos como estos"... en fin, la confianza, que da asco...
Pero esa es una de las cosas que más me gustan del mundo panarra... como las buenas cremas, jejeje... los resultados se ven desde el primer día, jejeje... ¡¡y que diferencia hay al usar buenos ingredientes y saber la técnica!! Un buen amasado, un par de horas de reposo y punto pelota... una buena provisión de grissinis, porque con la receta que os traigo, que por cierto es, como miles de las que a día de hoy son mis básicos de cocina de Gastronomia & Cia, una página que os recomiendo muchísimo, porque tiene cualquier receta que podáis imaginar y explicada de forma sencilla y muy clara.
Yo como os cuento he ido preparando grissinis desde hace un par de años, y os aseguro que las veces que los he hecho para gente que ha venido a casa el éxito ha sido tremendo... ¡¡a todos les encanta!!.
Os doy además varias ideas de preparación/presentación:
- Yo hoy os traigo los clásicos... perfectos para servir con pasta, con pollo piccata o con una pasta rellena, pero también se pueden customizar aromatizándolos con ajo en polvo, albahaca seca o un poquito de pimentón dulce, que podemos añadir a la mezcla al final de todos los ingredientes y antes de empezar a amasar.
- De igual forma se pueden decorar con semillas de sésamo o de girasol, con parmesano en polvo o incluso con unos hilos de balsámico en crema... riquísimo... y que podemos hacer una vez el pan esté formado y antes del segundo reposo ya en la bandeja de hornear.
- ¿Su uso? Pues como os he contado como acompañante... pero también como brocheta para unos tomatitos cherry y unas bolitas de mozzarella, tal cual como aperitivo o dentro de un vasito de crema de tomate con albahca... cuky y estiloso, jejeje.... Podéis hacer los enrolladitos de prochiutto (ejem, jamón serrano italiano), o de mortadela de Bolinia de esas de lonchas inmensas... y por supuesto que en versión vegetariana quedan riquísimos si los envolvéis a modo de enrolladitos con calabacín a la plancha y pimiento rojo asado, por ejemplo; o con lonchas de mozzarella y tomates secados al sol...
En fin, en la imaginación está el poder, jejeje...
No quiero daros aún la receta, jejeje... quiero poneros primero el párrafo que nos hicieron llegar nuestras anfitrionas del origen de los grissinis, jejeje... me resulta súper curioso y súper chulo, como siempre que llego a conocer estas historias... espero que a vosotros también:
"El origen de estos palitos de pan se cree que se remonta a 1679, cuando debido a la delicada salud del Rey Vittorio Amadero II, que no podía digerir la parte blanda del pan, el panadero de la Corte Antonio Brunero, bajo las indicaciones médico Theobald Pecchio inventó este alimento. Estos palitos no solo resultan mas digestivos, sino que además se mantienen en buen estado mas tiempo. Por supuesto el éxito fue absoluto en poco tiempo. Y ojo que entre los fans de estos bastoncillos nos encontramos al mismísimo Napoleón Bonaparte que llegó a crear una linea de autobús Turín-París, especialmente dedicada al trasportes de estos bastoncillos que denominó "petitts bâtons de Turin"."
Aquí os dejo ya con la receta que espero que probéis porque como veréis no es en realidad hacer pan, jejeje... y no reviste ninguna dificultad, garantizado!!
Receta de grissinis italianos.
Ingredientes para 24 grissinis (del largo de la bandeja de mi horno, jejeje.... unos 30cm):
- 7 gramos de levadura fresca de panadería
- 160 gramos de agua templada
- 300 gramos de harina de fuerza
- 25 gramos de aceite de oliva
- 4 gramos de sal
- 1 cucharadita de miel
Modo de hacerlo:
*** Pues no me matéis, pero el procedimiento es el mismo que cuando hacemos pan, jejejeje... así que atentos, porque si domináis esta receta que ya veréis que sí, cuidado con el gusanillo panarra que seguro que os conquista!!***
Perdón, empiezo la receta...
1. Disolvemos la levadura fresca en el agua templada y la cucharadita de miel, y dejamos 10 minutos para que la levadura se active.
2. Pesamos y ponemos en un bol la harina, el aceite de oliva y la sal. Una vez pasados los 10 minutos añadimos también la mezcla de agua, levadura y miel... removemos bien hasta tener una masa compacta y bien trabaja. Queda muy pegajosa pero maleable, eso es lo que queremos.
3. Ponemos en un bol ligeramente aceitado, cubrimos con un paño limpio o papel film y dejamos reposar en un lugar cálido y seco durante 1 hora más o menos o hasta que haya doblado su volumen.
4. Pasado ese tiempo sacamos la masa del bol y veremos que ya está más rígida y mucho menos pegajosa... la ponemos en una encimera ligeramente enharinada y la trabajamos con los puños, ¿cómo?, sí, con los puños como si andáramos como gorilas vamos apisonando la masa procurando ir volteándola y dándole forma rectangular hasta tener un rectángulo con muchos bultos pero bien formado.
5. En ese momento y con ayuda de un rodillo enharinado terminamos de hacer nuestro rectángulo de 30 cm de largo (o del largo de vuestras bandejas de horno) y 1 cm de grosor.
6. Una vez hecho esto con ayuda de una cuchilla, cuchillo o rasqueta hacemos cortes de un dedo de grosor (1 cm más o menos) y vamos colocando cada tira en la bandeja del horno que habremos forrado con papel de hornear. Vamos haciendo esto con cada tira hasta rellenar la bandeja con entre 10 y 12 grissinis por vez, dependerá de vuestras bandejas, eso sí, hay que dejar otro cm de separación entre tira y tira.
7. Porque una vez la bandeja llena cubrimos con papel film de nuevo y ponemos a levar otra hora.
8. Mientras ponemos el horno a precalentar a 220ºC calor arriba y abajo, y pasada la hora meteremos nuestra primera tanda de grissinis (yo congelé la masa que me sobró... la usaré para hacer pizza o panecillos, o más grissinis!!! jejeje).
9. Dejamos cocer en el horno unos 20 minutos, depende del horno de cada uno... ir comprobando periódicamente y cuando veáis que se han tostado ligeramente sacar del horno y dejar enfriar en una rejilla.
Listo.
Bueno, no ha sido para tanto ¿verdad? A ver si puedo poneros pronto otras versiones de grissinis customizados como os he contado antes.
Por ahora me despido, mañana nos volvemos a ver.
Un besazo enorme, Luz.