Hoy me desviaré un poco de la línea del blog para tratar un tema un poco delicado. El tema de esa enfermedad de la que cada día hay más casos en todo el mundo. El cancer. Esa enfermedad terrible, delicada, dura... que la mayoría de las veces aparece de improviso y cambia la vida de las personas de forma instantanea.
La verdad es que, gracias a Dios, yo no he vivido esta enfermedad en primera persona; ni siquiera en mi entorno más cercano. Pero si que la viví relativamente de cerca hace ya unos cuantos años a través de una compañera de colegio. No eramos amigas intimas pues ni teníamos la misma edad, ni ibamos en el mismo curso... y ya se sabe que a esas edades eso es lo que une. Pero aún así, si que tenía una buena relación con ella y durante su enfermedad tuve la oportunidad de compartir momentos con ella.
No comentaré más detalles sobre lo que a ella le tocó vivir porque me parece un tema demasido personal y delicado pero si que recuerdo perfectamente conversaciones con ella en las que me decía que para ella lo más duro no era la enfermedad en si, que lo que más cuesta arriba se le hacía eran los cambios físicos que estaba experimentando. Yo, me paro a pensarlo y me parece totalmente comprensible, primero por la edad a la que le tocó vivir esa dura experiencia, la pilló en plena adolescencia, esa edad en la que la mayor de nuestras preocupaciones es vernos guapas, salir por ahí, coquetear con chicos... Y allí estaba ella, con su vida partida por la mitad y enfrentandose a algo que por la operación que le tuvieron que hacer unido a la medicación la hizo engordar unos cuantos kilos de golpe; por la quimioterapia perdió el pelo... Recuerdo exactamente cada palabra de una frase que me dijo un día y que se me quedó grabada en la cabeza: " Mirarme al espejo en estos momentos es lo más duro por lo que he tenido que pasar en mi vida. No solo no me reconozco, es que me veo y sé que esa no soy yo ".
Fueron momentos muy duros para ella y para todo su entorno, incluida yo, que a pesar de no tener una relación muy estrecha con ella, vivir algo asi con alguien tan cercano, te hace ver las cosas de otra manera. Conocer su sufrimiento tan de cerca hace que algo cambié dentro de ti.
Pero ella siempre tuvo una actitud muy optimista y en lugar de encerrarse en casa y deprimirse, hizo todo lo contrario. Se cuidaba el doble, se arreglaba, se compró un par de pelucas con diferentes looks, turbantes de lo más modernos y que tan de moda están hoy en día, se maquillaba, prestaba mucha atención a su ropa e intento seguir con su vida de antes, hacer lo mismo que las demás.
Y fue precisamente esa actitud la que la ayudo a seguir adelante y enfrentarse de una manera digna a su enfermedad.
Por eso pienso que todas las personas que estéis pasando por algo parecido que no os hundáis, sé que es muy fácil decirlo y no tan fácil llevarlo a cabo cuando cuando estás en la situación.
Pero es en esos momentos cuando se debe dedicar uno el doble de tiempo a sí mismo, a su salud, a su bienestar, a su belleza pues no solo será una distracción si no que sube el ánimo un monton y eso siempre ayuda a tirar para adelante.
Aprovecho desde aquí para enviar todo mi apoyo a todas las personas que lean esto y que estén pasando por esta situacion. Deseándoles una pronta recuperación. Y para todos aquellos que sienten que no pueden hablar todo lo que les gustaría de sus cosas por no preocupar a los demás , que sepan que no están solos y que en internet pueden encontrar multitud de foros con los que hablar con personas en su misma situación, compartir experiencias, dudas...
¡¡ÁNIMO!!