Guardadlo en un cajón oscuro. En lo más profundo, que ni vuestra madre haciendo limpieza a fondo consiga desenterrar el tomo

Y si no, en un baúl, un armario bien grande (para que cueste más encontrarlo) o ya directamente enterrado en la jardinera.

Porque… aquí vienen mis no-premios a aquellos libros que, aunque no me han causado un trauma, han estado a punto.

*Podéis encontrar las reseñas, o no-reseñas, de los libros mencionados pinchando en sus cubiertas*

NIA

Alfaguara nos ha traído de todo y bastante bueno durante este año: recuerdo con cariño Promesa de sangre, Blancanieves y la leyenda del cazador, Night School, Del material del que están hechos los sueños… novelas algunas que me han gustado más, otras que me han gustado menos, pero todas tenían su algo y podían pasar como novelas recomendables.

Entonces, ¿qué paso con La última princesa? Fue un jarro de agua fría. ¿En qué estaría pensando el editor que se encargó de esta novela? Señor editor ¿puede usted conciliar el sueño con ese agujero negro en su historial? Yo… no podría. La cruz del libro más malo que hubiera publicado nunca, porque es el libro más malo (y lo digo con todas sus letras) que he leído en todo el año, me perseguiría allí donde fuera.
La cuestión es… ¿cómo pude llegar a terminarlo? ¿de dónde saqué el aguante? Porque novelas que se merecían menos un abandono he dejado a medias. No lo sé, la cuestión es que me encantaría hacer un reset en mi memoria sobre este libro y que todos los ejemplares del mundo se metieran en el fondo de los armarios para no aparecer jamás, ni aunque las madres del mundo hicieran limpieza a fondo.
Romeo Romeo, un libro totalmente decepcionante (por no decir que ni lo terminé). Un mix de novelas románticas a lo mal mezclado. Creo que son los diecisiete euros que más me arrepiento de haber gastado en libros este año, junto con los de 50 sombras.

Me pillé este libro porque en un blog que frecuentaba le dieron un excelente y en otros lo ponían de que no estaba mal, “bien”, me dije, “pues vamos a por él”. Total, que me costó llegar a la mitad, pero cuando conseguí alcanzarla decidí abandonar la novela a medias sin reparo alguno, demasiadas lecturas pendientes como para entretenerse con algo que ni pincha ni corta.

Debo decir que dicho blog le plantó un suspenso como una catedral a El circo de la noche, libro que no tiene punto de comparación con el Romeíto, suspenso con el que sigo flipando en colores un año después y que me hace entrecerrar los ojos cada vez que por casualidad llego allí y me encuentro con una reseña. Pero bueno, esto tampoco viene muy a cuento (aunque me ha servido para desahogarme un poco).

Romeo Romeo es una novela del montón tirando a mala, no aconsejo su lectura teniendo una lista de pendientes como la que imagino tendréis.

Así como tampoco aconsejo leer Balthazar si tu opinión de la saga Medianoche ha ido cambiando y empeorando a lo largo de los cuatro libros, y ya en el último has llegado a preguntar al universo “¿Por qué??!! ¿Por qué empecé esta saga, y lo que es más importante, por qué la continué?”. Puedo llegar a entender que os hayáis hecho con los cuatro volúmenes de la saga (sobretodo a los maniáticos que odian dejar una saga a medias), aunque ya desde el primer libro sepas que lo que deberías haber hecho es intercambiarlo, regalarlo o echarlo a la barbacoa. Pero… ¿que después de todo te hagas con el Spinn Off de Balthazar? Eso ya es vicio, masoquismo o… algo peor (o que te sobra el dinero, si es así, correremos un tupido velo sobre esta mención).

La autora se ha quedado a gusto con esta publicación: a parte de destrozar la “buena” imagen que nos habíamos creado de este personaje durante la saga, la historia que cuenta no tiene razón de ser y da la sensación de que es un “venga, voy a sacar otro libro porque no tengo nada mejor que hacer”.
Claudia, yo sé que puedes, sé que si te pones eres capaz de traernos algo decente (Aguas Oscuras no está mal, oye), pero por favor deja el rollo vampírico ya, estamos haaaaarrrrrtoooossssss………

Hartos tendré yo a la gente de Kiwi, que parece que me guste sólo poner notas bajas a sus publicaciones (aunque saben que cuando una novela suya es buena, es buena y lo digo también). Que La canción más bella para mi enemigo la menciono aquí aunque se publicara a finales del 2011, porque creo que fue el peor inicio del mundo para la editorial (llegué incluso a plantearme el anotar las erratas que encontrara en el libro y enviárselo con toda mi buenísima fe, pero en la página veinte me había cansado ya y dije, anda ya hombre, que una cosa es ser buena y la otra es serlo tanto que el tanto se convierta en tonta). En fin,  después llegó Damas de la luz, y aunque se notaba que la autora se había currado la corrección y escritura, la historia no me pareció nada llamativa y la encontré incluso forzada; igual que con la de Melodía Inmortal, una historia que quizá es más interesante de lo que a mí me pareció pero contada de una manera que no me cuajaba.
Por suerte la editorial tiene otras novelas que a mí me han encandilado y Draculesti, o la saga de Los guardianes me compensan esos baches con los que me tropecé.
Historia que deseo borrar de mi memoria y olvidar para siempre: Olvidados. Cada vez que recuerdo esta lectura se me abren los ojos como platos, mi cabeza se mueve sola como diciendo “no… no… no…” y recuerdo lo surrealista de la situación. Creo que no puede haber ida de olla más grande en el mundo literario. Bueno, sí, puede haberlas y las hay, pero quizá no resultan tan descaradas como este libro. Si la idea está bien, incluso creo que manejada por otro autor podría haber sido estupenda, pero da la sensación de que Michael Grant lo único que ha querido hacer ha sido desquitarse y traer una novela con unos críos con súper poderes e inteligencia increíbles y una historia friky de cuidado, con su parte gore y todo. Es la típica situación de “antes de morirme”: antes de morirme voy a escribir lo primero que se me pase por la cabeza, y da igual si lo hago bien o no porque soy Michael Grant y me alabarán mi estilo estiloso y mi novela novelosa, seguro. Pues no, yo dije basta y me quedé con la galerada que me envió Molino, no pienso ni mirar los cuatro libros que me quedan por leer de esta saga.

Y ya, para ir terminando, y como lectura sacadísima de la manga, prescindible totalmente y sin nada sustancial que poder sacar de ella…

 
“No hase falta desir nada más…”

De todo tiene que haber en la viña del señor, y por supuesto que hay más títulos que no me han convencido nada este año, como por ejemplo:

Pero estos que os he mentado así a grandes trazos son los que yo recomendaría que evitarais, más que nada por el tiempo que podréis dedicar a otras lecturas de las que sí sacaréis provecho.

Aunque, como digo siempre y vuelvo a repetir: esta lista es en base a mis gustos personales, que para otro decir que Balthazar no tiene razón de ser habrá sido sacrilegio, y me habrá puesto incluso dos velas negras; pero oye, el que avisa no es traidor, así que…

…más que avisados quedáis.