¿Las tres palabras que definen al hombre ideal?
Con la que chicas y chicos están totalmente de acuerdo: “inteligencia, belleza y fuerza”
Es la trilogía de la perfección masculina. Una unanimidad interesante, Aunque si la analizamos en detalle… vista por una mujer
LA INTELIGENCIA DEL HOMBRE IDEAL
Un hombre sexy, que piensa rápido, bien y ante todo… en mí. El hombre ideal tiene mil ideas por minuto, incluyendo 999 destinadas a hacerme feliz. Es muy divertido (Ben Stiller le robó todas sus ideas) y nunca vulgar (piensa que Sacha Baron Cohen va demasiado lejos). Tiene derecho a burlarse, obviamente, pero únicamente de la gente mala o de las otras mujeres. Todo el mundo piensa que es superdotado, excepto él mismo: es campeón del mundo, incluso en modestia.
LA BELLEZA DEL HOMBRE IDEAL
La belleza del hombre ideal es una evidencia que salta a la vista, pero no solamente. Para realzar un físico perfecto, una hermosa sonrisa no basta; el ingrediente indispensable es la sensualidad. Una sensualidad en movimiento, una emoción perceptible en su respiración, en el más pequeño de sus gestos. El hombre ideal debe dar deseos de hacer el amor, incluso al hacer una presentación Powerpoint a las 8.15 h de la mañana. ¡En realidad, sobre todo cuando lo hace a las 8.15 h de la mañana!
LA FUERZA DEL HOMBRE IDEAL
La fuerza del hombre ideal debe ser tanto mental como física. Obviamente, siempre piensa que hemos adelgazado, pues parecemos una pluma en sus brazos y es capaz de cargar seis bolsas de compras como si nada, pero también puede reparar una conexión internet con una simple imposición de manos y perder a propósito cuando está jugando al bridge sólo para contentar a su abuelita. Tiene tanto carisma que podría enseñarle algunos trucos a Barack Obama, como por ejemplo cómo dormir a un bebé con 40° de fiebre.
vista por un hombre
LA INTELIGENCIA DEL HOMBRE IDEAL
Un hombre sexy, que piensa rápido, bien y ante todo… más que los otros. El hombre ideal tiene mil ideas por minuto, incluyendo 999 destinadas a organizar sus próximas salidas entre amigos. Es muy divertido (Sacha Baron Cohen le robó todas sus ideas) y lleva el humor a sus extremos (piensa que Ben Stiller no va lo suficientemente lejos). Tiene el deber de burlarse, sobre todo de los equipos deportivos contrarios y de sus compañeros de trabajo que le hacen competencia. Todo el mundo piensa que es superdotado: es campeón del mundo, incluso en auto-marketing.
LA BELLEZA DEL HOMBRE IDEAL
La belleza del hombre ideal es una evidencia que salta a la vista, pero no solamente. Para realzar un físico perfecto, una hermosa sonrisa no basta; el ingrediente indispensable son los músculos. Una musculatura en movimiento, una cintura abdominal perceptible en su respiración, en el más pequeño de sus gestos. El hombre ideal debe dar deseos de hacer el amor, incluso al volver de un entrenamiento de rugby a las 20.15 h de la tarde. ¡En realidad, sobre todo cuando vuelve de un entrenamiento de rugby a las 20.15 h de la tarde!
LA FUERZA DEL HOMBRE IDEAL
La fuerza del hombre ideal debe ser tanto mental como física. Obviamente, desde que era estudiante de secundaria le apodaban “el gladiador” y es capaz de resistir a la amenaza de una tarde de compras con su mujer, pero también puede conseguir la contraseña del router Wi-Fi de los vecinos sin que se enteren y demostrar a los niños quién manda en Candy Crush Saga. Tiene tanto carisma que podría enseñarle algunos trucos a Zlatan Ibrahimovic, como por ejemplo cómo meter un gol con la mano sin que le vea el árbitro.
EL HOMBRE IDÉAL ES UN MITO
En primer lugar, un estuche misterioso, un objeto gráfico en blanco y negro que intriga a los hombres de 2014, atr aídos tanto por el arte perceptual de Vasarely o Julio Le Parc como por la modernidad visual de la era digital.
¡Y no es una simple coincidencia! Desde hace 5 Generaciones La Casa Guerlain mantiene relaciones estrechas con el arte; la pintura al dibujo contemporáneo, el arte es su fuente de inspiración y a él le dedica sus creaciones.
Su colaboración con la FIAC desde 2006 no es ajena a su interés por los nuevos territorios artísticos.
En este estuche esperado el frasco cuadrado, facetado, depurado, luminoso. Con sus caras laterales lacadas de negro mate, radicales. Y su tapón pesado, igualmente mate, decididamente masculino, inspirado en el guilloché del universo de la relojería. Ahora bien, como los hombres que anhelan tener alas no reniegan sus raíces (recuerden son inteligentes), observan mejor: sí las formas del frasco evoca el mítico “Habit Rouge”
Todos aquellos y aquellas que acerquen la nariz al cuello del “hombre ideal” tendrán la suerte de degustar tres acordes sucesivos: inteligencia, belleza y fuerza. La inteligencia de una nota de salida chispeante, idealmente fresca, perfectamente en armonía con el espíritu vivo de quien la lleva. Los cítricos aportan el carácter dinámico y ácido, el romero un toque aromático, y el azahar un soplo de romanticismo.
La belleza de una nota media “amaretto”, hipersensual, a base del dúo almendra – haba tonca, al que nuestro perfumista añadió ingredientes secretos… y una estela de vainilla por su suavidad, su carácter goloso y su turbadora calidez. La fuerza de una nota de fondo amaderada cuero, para afirmar definitivamente la masculinidad del Elegido.
Para darle fuerza y larga duración, la fragancia se ha estructurado en torno a notas amaderadas: vetiver de la India, cedro y cuero retrabajados de forma contemporánea. El mensaje olfativo final es claro: nos encontramos en presencia de un hombre distinguido, viril y refinado.
“IMAGINÉ ESTE PERFUME COMO UN DETONANTE QUE VA A REVELAR TODO EL POTENCIAL DEL HOMBRE”
“¡Obviamente, L’Homme Idéal se caracteriza por su belleza, inteligencia y fuerza! Para estos tres calificativos, se han creado tres acordes con materias primas nobles y vibrantes. La clave de este perfume es el acorde “amaretto“ que hace que quien lo lleve se vuelva inolvidable. Una almendra masculina para un hombre irresistible… Lo que hace único y reconocible a L’Homme Idéal es la almendra heredada de Jicky, creado en 1889, testimonio de la audacia que reinaba en la época. En L’Homme Idéal, he trabajado la almendra en sentido figurativo en todo el aroma, y en lugar de una mera sugerencia en su base. Está presente desde las notas de salida hasta las notas de fondo, lo que es totalmente nuevo en perfumería. Este acorde “amaretto” de L’Homme Idéal, muy rico y cálido, está compuesto por haba tonca, almendra natural y una nota de vainilla. Estas materias primas inscritas en la tradición de la Casa Guerlain dialogan para crear una fragancia facetada.
En un estilo muy masculino, la almendra reposa en una arquitectura de notas amaderadas, sólida y arraigada en la Todos aquellos y aquellas que acerquen la nariz al cuello del “hombre ideal” tendrán la suerte de degustar tres acordes sucesivos: inteligencia, belleza y fuerza. La inteligencia de una nota de salida chispeante, idealmente fresca, perfectamente en armonía con el espíritu vivo de quien la lleva. Los cítricos aportan el carácter dinámico y ácido, el romero un toque aromático, y el azahar un soplo de romanticismo. La belleza de una nota media “amaretto”, hipersensual, a base del dúo almendra – haba tonca, al que nuestro perfumista añadió ingredientes secretos… y una estela de vainilla por su suavidad, su carácter goloso y su turbadora calidez.
La fuerza de una nota de fondo amaderada cuero, para afirmar definitivamente la masculinidad del Elegido. Para darle fuerza y larga duración, la fragancia se ha estructurado en torno a notas amaderadas: vetiver de la India, cedro y cuero retrabajados de forma contemporánea. El mensaje olfativo final es claro: nos encontramos en presencia de un hombre distinguido, viril y refinado.
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