Aunque llevábamos un tiempo coqueteando con esta sección dedicada a las mujeres kenshi más destacadas, la idea, el impulso y toda la documentación de este aperiódico que arrancamos hoy fueron de Gala Álvarez, buena amiga de este blog y kenshi del dojo Shion de Málaga, España. Nosotros sólo ponemos el envoltorio.
Este fin de semana se celebra el I Seminario de Kendo y Iaido en Castellón, dirigido por Emilio Gómez. Quien haya tenido la inmensa suerte de conocer a Emilio sensei sabe del valor de compartir un minuto con él, ya sea entrenando, mirando o escuchando en uno de esos tiempos muertos de los cursos y sayonaras.
En el dojo Butokukan de Bruselas cuentan con doble suerte, pues junto a Emilio entrena y enseña Sari Turunen, quinto Dan en Kendo y Nidan en iaido, que forma parte del comité del Butokukan casi desde su fundación.
El Comité del Butokukan. Sari Turunen es la primera por la izquierda.
Apasionada de la naturaleza y la fotografía, resulta paradójico que en Internet se puedan encontrar sus increíbles trabajos como paisajista, pero apenas imágenes suyas como kendoka y iaidoka. Es un trabajo duro encontrar información, cada vez que buscamos a una de las precursoras que nos marcan el camino a las demás. Tampoco es sencillo encontrar mucho más contenido sobre las kenshis japonesas. Y, como muchos ya habréis leído, atesoramos estos dos textos que publicó hace unos años en la red, que han sido traducidos al español por otra mujer kenshi, Asun González:
¿Cómo será volver a empezar a practicar kendo después de un shiai como este, especialmente cuando no hay garantía de que mi estado físico vuelva a ser el de antes? Los primeros meses serán un gran reto, porque mi mente quiere practicar de la misma manera que antes, pero eso no es posible. La siguiente fase en la práctica de ser paciente, será comenzar el entrenamiento reposadamente, empezando por la base de nuevo, como un principiante. Por supuesto, es el mejor momento para concentrarse en corregir los errores de siempre.
El ayer ya no existe y el mañana aún no ha llegado, ¿por qué hay que preocuparse?
Algunos amigos me han hablado sobre la relación vivir-vencer y morir-perder. Según esto, quien “vence” al cáncer y continúa viviendo es un vencedor; mientras que, el que muere en la batalla sería un perdedor porque ¿cómo podría un muerto ser un ganador? Me he parado muchas veces a pensar seriamente sobre mi propia vida y muerte. La vida y vivir han adquirido gran importancia para mí y, por otro lado, he llegado a comprender que la muerte es parte de la vida. Todos y cada uno de nosotros tenemos un mismo final: muerte física. Esto no significa que vayamos a ser unos perdedores.
Cuando hablamos de vida, qué significado tiene vivir o morir; de la misma manera, ¿cuál es la importancia de conseguir puntos comparada con hacer un buen combate? Es esencial vivir cada momento de manera que estemos siempre listos para morir sin remordimientos del tipo: no he hecho lo que debería haber hecho o viceversa.
La cuestión no es cuántos años vives, sino cómo vives.
Creemos que esta carencia se debe en gran parte a la humildad, y no queremos convertir esto en una intrusión. Se descubre un trocito de su historia en este ejemplar de la revista Tengu, de la Federación Finesa de Kendo, en 1999. Entonces ya había mujeres abriendo el camino en un entorno en el que, como en muchos otros, seguimos siendo una minoría. Pero incluso en los momentos en los que podamos sentirnos más solas, hemos de pensar en nombres como Sari Turunen, y recordar que no lo estamos.