Si estás pensando viajar a Japón y eres de los que elige su propia aventura, encontrarás en esta guía algunos consejos y referencias básicas para configurar el itinerario que mejor se adapte a tus necesidades. ¿Te apetece descubrir el Japón moderno, o el Japón tradicional, o simplemente buscas el contacto con la naturaleza? Todo esto y mucho más es lo que encontrarás en esta guía.
Motivación, ¿por qué ir a Japón?
Japón es un lugar fascinante, un mundo rico en cultura y tradiciones milenarias que durante décadas ha seducido a Occidente. Muchos son los que han venido a descubrir los misterios que esconde este país, ¿a qué esperas para venir tú también? Viajar a Japón nunca fue tan sencillo y estuvo tan al alcance. Gracias a las nuevas tecnologías hoy en día uno puede reservar fácilmente por internet los billetes de avión y los hoteles adaptándose a cualquier gusto y rango económico. Una vez aquí, no hace falta preocuparse demasiado por el transporte, ya que los turistas extranjeros pueden adquirir un billete especial para utilizar la red nacional de ferrocarril de forma ilimitada, siendo esta la forma más eficiente de moverse a lo largo y ancho del territorio. Lo único que resta, por tanto, es saber dónde ir y qué ver, y esta guía está diseñada precisamente con este propósito: dar a conocer los principales puntos de interés turístico que ofrece Japón.
A partir de aquí, el viajero ya sabe por dónde tiene que empezar a planear la aventura.
Dónde ir, qué ver
Japón es un país con una población de 127 millones de personas. Se compone de un archipiélago de origen volcánico formado por cuatro islas principales, Hokkaido, Honshu, Kyushu y Shikoku, a las que además se suman el pequeño grupo de islas Ryukyu al sur. La mayor parte del territorio es montañoso y se encuentra cubierto de bosques, las colinas y las laderas son aprovechadas para el cultivo y en la escasa superficie llana es donde se concentran los núcleos urbanos, algunos de ellos densamente poblados. El área metropolitana de Tokio concentra más de 30 millones de habitantes, y el área de Osaka-Kobe-Kioto cuenta con 17 millones de habitantes. Por toda la geografía de Japón podemos encontrar lugares de extraordinario valor histórico, cultural y natural declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Dada la disposición geográfica de Japón, la forma más habitual de viajar es de este a oeste, comenzando el recorrido por Tokio, continuando por el núcleo Osaka-Kobe-Kioto en el centro, hasta llegar a Hiroshima en el oeste. A lo largo de este recorrido el viajero puede experimentar distintas visiones del mismo país: el Japón moderno, el Japón tradicional y el Japón natural, como paso a describir a continuación.
El Japón moderno
El viaje comienza por Tokio, una de las megalópolis más desarrolladas del mundo. Un ejemplo de ciudad sostenible con modernos edificios y una eficiente red de transporte en la que viven y transitan cada día decenas de millones de personas. En este itinerario express por Tokio encontrarás una guía para recorrer en dos días las principales zonas de interés: Shinjuku y sus hoteles de lujo, el distrito comercial de Shibuya, la isla artificial de Odaiba, Ginza: la Quina Avenida tokiota, y Akihabara, el barrio tecnológico famoso por la electrónica, el anime y los videojuegos.
Osaka es la segunda ciudad más importante del país. Destaca por el peculiar ritmo de vida de sus habitantes, una cocina con multitud de variedades y un electrizante ambiente nocturno en algunos barrios repletos de restaurantes e izakayas.
Umeda, el distrito financiero y de negocios de Osaka, ofrece una de las mejores vistas del Japón futurista, con su skyline de rascacielos de arquitectura vanguardista.
Kobe fue una de las primeras ciudades de Japón en abrir sus puertos a Occidente y recibir la influencia europea y americana. Se trata de un destino popular entre los residentes extranjeros en Japón y goza de un aire muy cosmopolita.
El Japón tradicional
En Tokio no todo es modernidad. Encontramos vestigios de la antigua ciudad de Edo en Asakusa, un diminuto barrio de casas bajas antiguamente centro religioso de la capital en el que se emplaza uno de los templos budistas más importantes.
Si pasamos por Osaka, tampoco podemos dejar de visitar una de las fortificaciones militares más formidables de la época medieval, el Castillo de Osaka. El castillo fue destruido, así que lo que encontramos hoy en día es una reproducción a tamaño natural convertida en museo. Si queremos ver un castillo auténtico, repartidos por todo Japón sobreviven algunos que aún conservan su estructura original, como el Castillo de Himeji, al oeste de Osaka, o el Castillo de Matsumoto, ambos denominados Tesoro Nacional.
Siempre que hablamos del Japón tradicional debemos hacer una mención especial a Kioto, la antigua capital. Debido a su rico patrimonio cultural se salvó de ser bombardeada durante la segunda guerra mundial y es la ciudad de Japón que más monumentos conserva. Templos budistas, santuarios sintoístas, jardines típicos japoneses, un suntuoso palacio imperial, un castillo amurallado y hasta un pintoresco barrio con casas de arquitectura antigua. En esta breve guía de Kioto marco los lugares de mayor interés turístico.
Cerca de Kioto se encuentra Nara. En esta pequeña ciudad se respira una bonita atmósfera tradicional y su complejo de monumentos históricos es un lugar agradable para pasear. En el pasado desempeñó un papel relevante en la historia de Japón cuando el emperador estableció la religión budista como la religión oficial del estado y promovió su difusión desde aquí hacia el resto del imperio.
No lejos de Tokio se encuentra Kamakura. Fue la capital del primer shogunato (gobierno militar feudal) de Japón y en la actualidad todavía conserva un buen número de templos Zen (una escuela budista especializada en distintas técnicas de meditación) y también destaca por la enorme estatua del Gran Buda o Daibutsu.
Cerca de Hiroshima se encuentra Iwakuni, un enclave histórico en el que encontramos un castillo de montaña y un curioso puente de cinco arcos que antaño únicamente los samuráis tenían permitido cruzar. Ambos están declarados Tesoro Nacional.
El Japón natural
Nikko, en las montañas de la Prefectura de Tochigi, es conocido por su extraordinario conjunto de templos y santuarios ubicados en un incomparable paraje de lagos, ríos y montañas. En otoño, durante el cambio de color de las hojas de los árboles, los alrededores de Nikko se convierten en un espectáculo de la naturaleza cuya visita está totalmente recomendada.
El Monte Fuji es uno de los símbolos de Japón por excelencia y es un tema recurrente en el arte japonés. En la antigüedad, este volcán se consideraba un lugar sagrado y los peregrinos ascendían hasta su cima por motivos religiosos. En la actualidad, el Fuji sigue siendo un destino para practicar la escalada y contemplar el sol naciente, un reto que exige un considerable esfuerzo. En el valle de alrededor encontramos los Cinco Lagos del Monte Fuji, diversos puntos desde los que es posible admirar la belleza del monte, excepto en verano cuando está permanentemente cubierto de nubes. No lejos de aquí se encuentra Hakone, un destino turístico muy popular por su privilegiada localización en el Parque Nacional de Fuji-Hakone-Izu.
Ise es uno de los destinos habitualmente alejados de las rutas turísticas típicas por Japón. Para los japoneses, en cambio, representa un lugar de gran significado espiritual y religioso. Aquí se encuentra nada más y nada menos que el santuario más sagrado del sintoísmo, la religión original nativa de este país, que persigue la armonía con los espíritus de la naturaleza. Una visita atractiva para aquellos que tengan un interés especial en conocer los orígenes de Japón y la religión que rige la forma de pensar de los japoneses.
Miyajima, una pequeña isla cerca de Hiroshima, es otro de los destinos turísticos más importantes de Japón. En el pasado, la isla entera estaba considerada territorio habitado por los dioses, razón por la cual no estaba permitido poner un pie en la misma y se construyó un santuario al que se accedía desde el mar pasando por una puerta torii de color bermellón.
Japón no es un país que destaque precisamente por sus playas, de orígen volcánico. No obstante, al sur del archipiélago encontramos Okinawa, un conjunto de islas con las que la naturaleza supo ser generosa rodeándolas de aguas cristalinas repletas de coral y abundante vida marina, un paraíso sorprendente que complementa la experiencia de Japón.
Cómo llegar, cómo desplazarse
Llegar y salir desde España
Aunque Japón dispone de muchos aeropuertos internacionales, generalmente los turistas utilizan Tokio como puerta de entrada. La capital dispone de dos aeropuertos internacionales, el Aeropuerto Internacional de Narita (código IATA: NRT) y el Aeropuerto Internacional de Haneda (código IATA: HND). La mayoría de los vuelos internacionales llegan a Narita, pero al estar más alejado de la ciudad, el acceso es menos cómodo que desde Haneda.
Actualmente no existe vuelo directo entre Japón y España, por lo que es necesario hacer cómo mínimo una escala.
Se puede llegar por medio de muchas combinaciones, las más habituales hacen escala en Europa con Air France (París), Alitalia (Roma), KLM (Amsterdam), Lufthansa (Frankfurt), o Swiss (Zurich); en Oriente Medio con Qatar Airways (Doha) o Emirates (Dubai); o en Asia con Air China (Pekín) y con Korean Air (Seúl).
Desplazarse dentro de Japón
La forma más recomendable de viajar por el interior de Japón es en tren. La red de ferrocarriles del país nipón conecta muchas ciudades y funciona de manera eficiente.
Para distancias cortas, las ciudades grandes como Tokio, Osaka y Kioto disponen de red de metro y cercanías. Para distancias largas se puede coger el avión, en ocasiones resulta un poco más barato que el tren, pero el tren de alta velocidad (llamado Shinkansen) resulta mucho más cómodo, ya que conecta con las propias estaciones de metro y cercanías.
Con el objetivo de facilitar los desplazamientos en tren y fomentar el turismo por Japón, el grupo Japan Railways (JR) que opera las líneas de ferrocarril nacionales ofrece a los turistas extranjeros el billete de transporte Japan Rail Pass, que permite utilizar los trenes/autobuses/ferries de la compañía Japan Railways (JR) de forma ilimitada durante el periodo de validez: 7 días, 14 días o 21 días. Incluye los trenes de alta velocidad, así que si se piensa viajar de Tokio a Kioto y llegar incluso hasta Hiroshima, recomiendo adquirir este billete antes de venir a Japón, ya que sale rentable. Se puede conseguir en cualquier agencia de viajes o a través de internet con envío a domicilio.
Una vez en Japón, la mejor forma de recorrer el país es utilizar el Shinkansen apoyándose en los tres grandes núcleos: Tokio (estación de Tokyo, estación de Shinagawa) en el este, Kioto (estación de Kyoto) y Osaka (estación de Shin-Osaka) en el centro, e Hiroshima (estación de Hiroshima) en el oeste.
Desde Tokio podemos llegar en tren de cercanías a los siguientes destinos:
- Nikko, a 2 horas con Shinkansen hasta Utsunomiya + JR Nikko Line o Tobu Nikko Line (no admite JR Pass).
- Kamakura, a 1 hora con JR Yokosuka Line.
- Alrededores del monte Fuji, a 2 horas y 45 minutos con JR Chuo Line hasta Otsuki + Fujikyu Line hasta Kawaguchiko.
- Hakone, a 35 minutos con Shinkansen hasta Odawara + 15 minutos con Hakone Tozan Railway hasta HakoneYumoto.
Desde Kioto podemos llegar en tren de cercanías a los siguientes destinos:
- Osaka, a 30 minutos con JR Special Rapid Service o 40 minutos con JR Special Rapid Service.
- Kobe, desde Osaka a 30 minutos con JR Kobe Line Rapid Service.
- Nara, a 45 minutos con JR Nara Line Rapid Service.
- Ise, a 2 horas con Kintetsu Limited Express hasta Ujiyamada (no admite JR Pass).
Desde Hiroshima podemos llegar en tren de cercanías a los siguientes destinos:
- Miyajima, a 30 minutos con JR Sanyo Line hasta Miyajimaguchi + 10 minutos en ferry hasta la isla.
- Iwakuni, a 50 minutos con JR Sanyo Line.
Para más información, recomiendo utilizar la página web de Hyperdia, que calcula los horarios y los diferentes transbordos entre Shinkansen, trenes de cercanías y metro.
Por último, si queremos llegar hasta Naha, la ciudad capital de Okinawa, podemos volar con All Nippon Airways desde Tokyo-Haneda, Tokyo-Narita, Osaka, Hiroshima, Fukuoka; con Japan Airlines desde Tokyo-Haneda, Tokyo-Narita, Osaka, Fukuoka; con Jetstar desde Tokyo-Narita, Osaka; con Skymark desde Tokyo-Haneda, Tokyo-Narita, Kobe, Fukuoka; y con Peach desde Osaka.
Organizar el plan de viaje
Cuándo viajar
Japón tiene un clima de 4 estaciones, con la particularidad de que el verano y el invierno se acentúan más que en España por la alta humedad. Se trata además de un país lluvioso, la probabilidad de precipitaciones es media durante todo el año y alta durante la temporada de lluvias (que va de mitad de junio a mitad de julio) y la temporada de tifones (que va de mitad de octubre a mitad de noviembre).
Considero una buena época para viajar a Japón durante los meses de Marzo, Abril y Mayo, evitando a ser posible la semana de Golden Week, ya que la disponibilidad hotelera está completa. En el mes de Marzo tiene lugar en Japón el florecimiento de los ciruelos, y en Abril tiene lugar el florecimiento de los cerezos, dos fenómenos que los japoneses viven con especial interés; especialmente el segundo, cuando los parques se ven preciosos vestidos de color blanco y la gente sale a comer, beber y ver las flores, una tradición que se conoce como hanami.
El verano en Japón comienza con la temporada de lluvias a mediados de Junio. A lo largo de Julio y Agosto el calor y la humedad son asfixiantes y resulta muy incómodo viajar, no lo recomiendo. No obstante, si uno viaja durante esos meses es probable que se encuentre con algún matsuri (festival tradicional japonés en honor a una deidad) en algún punto del recorrido.
Otra buena época es Septiembre, cuando el verano llega a su fin y el calor apreta menos. En Octubre y Noviembre los tifones azotan a Japón y las lluvias son frecuentes. A finales de Noviembre tiene lugar el cambio de color de las hojas del arce, un acontecimiento que se conoce como momiji y que los japoneses también viven con intensidad. Las hojas de muchos árboles se tornan de color rojo, amarillo y marrón antes de caer al suelo y adornar las calles, y muchos parajes naturales ofrecen una bonita estampa otoñal.
En invierno hace demasiado frío, y debido a la humedad la sensación térmica es muy baja. No recomiendo viajar en esta época del año a menos que se pretenda practicar un deporte de nieve.
Itinerario de viaje
A continuación propongo algunos itinerarios de viaje por Japón en función de los días que dure la visita:
Destinos7 días10 días10 días12 días15 días20 días
TokioDía 1-2Día 1-2Día 1-2Día 1-2Día 1-2Día 1-2
NikkoDía 3Día 3Día 3Día 3
KamakuraDía 4Día 4
Alrededores del monte Fuji* / HakoneDía 4Día 4Día 5Día 5
KiotoDía 3-4Día 5-6Día 3-4Día 5-6Día 6-7-8Día 6-7-8
OsakaDía 5Día 7Día 5Día 7Día 9Día 9
NaraDía 8Día 6Día 8Día 10Día 10
Kobe(Día 11)Día 11
Ise(Día 11)Día 12
HiroshimaDía 7Día 9Día 12Día 13
MiyajimaDía 8Día 10Día 13Día 14
IwakuniDía 15
OkinawaDía 16-18
Tokio (Salir del país)Día 6Día 9Día 9Día 11Día 14Día 19
* En verano, el monte Fuji suele estar permanentemente cubierto de nubes, así que recomiendo una excursión alternativa.
Si además de estos destinos turísticos tienes interés en conocer otros, puedes echarle un vistazo a la Ruta de Peregrinación de la isla de Shikoku, los remolinos de Naruto o Amanohashidate, el puente que sube hacia el cielo.
Entender
Gastronomía
A nadie se le escapa que la cocina japonesa es mundialmente aclamada como una de las más exquisitas, de modo que un viaje a Japón nos tiene que permitir descubrir sus maravillas.
Antes de venir a Japón, muchos pueden imaginar que el plato más consumido en este país es el sushi. En efecto, se trata de una parte de la gastronomía japonesa que ha traspasado fronteras hasta llegar a ser muy conocida. Sin embargo, no sólo de sushi se alimentan los japoneses, sino que su dieta cotidiana se compone de muchos y variados platos. Algunos ejemplos son ramen, una sopa de fideos chinos; udon, tallarines de trigo gruesos servidos en salsa de soja; kare, arroz con salsa de curry; tempura, vegetales y mariscos en fritura rápida; nabe, estofado y sopa a la cazuela; tonkatsu, chuleta de cerdo empanada; yakiniku, carne a la plancha o a la parrilla, y un largo etcétera. Podríamos decir que todos estos platos forman parte del menú básico y son fáciles de encontrar en cualquiera de las regiones de Japón.
No obstante, lo mejor que ofrece Japón al viajero es la oportunidad de probar una especialidad local diferente en cada punto de su geografía, haciendo del viaje una experiencia para todos los sentidos. En esta ruta gastronómica por Japón propongo una pequeña guía para conocer diferentes platos típicos que corresponden a distintas ciudades de Japón. Si tenéis un paladar atrevido, además os animo a probar los platos más raros que encontréis a vuestro paso. Por ejemplo, una de las delicias gastronómicas más célebres de la cocina japonesa, aunque solamente apta para los más valientes, es el fugu o pez globo, que resulta mortalmente venenoso si se prepara de forma incorrecta.
Por último, si decidimos pasar la noche en un ryokan, un hotel tradicional japonés, no podemos dejar de probar el refinado estilo de cocina kaiseki, en el que la presentación de los platos es igual de importante que su sabor y su valor nutritivo.
Cultura y tradición
Japón es un país que se mantuvo aislado del mundo exterior hasta 1854, año en que por fin se abrió a Occidente y dio comienzo el intercambio cultural. Hasta entonces, se habían desarrollado en Japón un conjunto de costumbres y artes tradicionales que arraigaron profundamente en la sociedad y que perviven hoy en día. Esto da lugar a que la cultura japonesa sea distinta de otras culturas asiáticas.
Si antes de viajar tienes curiosidad por conocer algunos aspectos de la cultura japonesa, te invito a echar un vistazo a los posts que hablan sobre la arquitectura de los templos budistas y el ciclo de renovación de los santuarios sintoístas; algunos lugares de Japón donde todavía es posible encontrar geishas y maiko (aprendices de geisha), las artistas del entretenimiento tradicional: música, baile y poesía; el deporte nacional de lucha por excelencia, el sumo o cómo viven los japoneses los festivales de fuegos artificiales y otras celebraciones típicas del verano y el otoño.
Me gustaría añadir también que no es necesario vivir en Japón para poder participar en actividades culturales. Con el propósito de dar a conocer a los turistas algunas costumbres tradicionales japonesas, muchos hoteles o hostales ofrecen cursos sobre la ceremonia del té, el uso y vestimenta del kimono, el arte de la caligrafía o shodō, el arte de los arreglos florales o ikebana, el arte del plegado de papel o origami, incluso introducción a la meditación zen. Os recomiedo participar en algunas de estas actividades para aprender más sobre la cultura de Japón.
Idioma
El japonés es un idioma muy complejo y difícil de aprender. Comparado con otras lenguas asiáticas fonéticamente es sencillo de pronunciar, ya que sólo dispone de las cinco vocales básicas. No obstante, la gramática es complicada, y muy diferente de la del español. Existen además varios registros a la hora de mantener una conversación: casual, formal y honorífico.
En cuanto a la lectura y la escritura, los japoneses comenzaron a utilizar los ideogramas chinos o 'kanji' alrededor del siglo IV, conservando el sonido original chino y añadiendo además la pronunciación nativa. 500 años más tarde desarrollaron dos silabarios propios como formas de escritura alternativas, el 'hiragana' y el 'katakana'. El primero se utiliza para representar las palabras de origen nativo en sustitución de los kanji, además de las conjunciones y desinencias verbales. El segundo se utiliza para representar las palabras de origen extranjero. Los tres sistemas de escritura conviven en perfecta armonía y es habitual que a lo largo de una misma frase se entremezclen entre sí.
Aprender japonés, por tanto, requiere varios años de estudio, siendo la lectura y la escritura de los caracteres 'kanji' la parte más complicada, pero indispensable si uno quiere llegar a entender los periódicos, los carteles de los establecimientos mientras va por la calle o en última instancia trabajar en una empresa japonesa.
A pesar de todo lo dicho, los turistas pueden sentirse tranquilos ya que la mayoría de las señales e indicaciones están escritas en 'romaji', una representación de la lengua japonesa con letras del alfabeto latino, para que podamos leer por ejemplo los nombres de las estaciones de metro, o el nombre de una calle, o el cartel que indica la entrada a un monumento.
Finalmente, podríamos decir que el conocimiento del inglés para los japoneses es prácticamente nulo, por lo que al contrario que en otros destinos turísticos resulta difícil comunicarse en esa lengua. Los japoneses, no obstante, son gente amable y educada, y se prestan a ayudar a un turista si se encuentra perdido. No está de más, por tanto, aprender algunas palabras básicas del japonés antes de venir, sabrán recompensar el esfuerzo con una sonrisa.
Buen viaje
Espero que esta información te serva de utilidad para preparar tu viaje a Japón. Si te ha quedado alguna duda, puedes lanzar tu pregunta en los comentarios e intentaré responderte.
Tan sólo me queda desearte que tengas un feliz viaje.
Otros enlaces de interés
Si buscas más información sobre Japón a la hora de organizar tu viaje, aquí tienes algunos enlaces recomendados:
- Explora otros rincones interesantes de Japón en los blogs de Kirai, Flapy y El Pachinko.
- Conoce los secretos de la gastronomía japonesa con Roger Ortuño (comerJaponés).
- Aprende algo de vocabulario básico en japonés con Japoneando.
- Disfruta de magníficas fotografías de Japón por Carlos Donderis (CaDs), Héctor García (Kirai), David Esteban (Flapy) y en mi colección personal de Flickr.