Revista Arte

Guía de ocio nocturno, 1934

Por Miranfu
Como estamos en fiestas, vengo yo a ustedes a enseñarles una rareza que apareció, entre cajas de libros, por mi casa hace bien poco. Una edición facsímil (y según dice en su interior, solo se editaron y distribuyeron a los amigos, 150 ejemplares, siendo mi padre uno de esos cráneos previlegiados) de una verdadera guía del ocio nocturno en Zaragoza de 1934.
Ya que el escáner no funciona, y la luz interior con una cámara compacta y mi pulso no son buenos aliados, las fotos son infames, pero al menos se harán ustedes la idea. Solo hice fotos a un poco de cada, pero había muchas más páginas.

Guía de ocio nocturno, 1934

Foto con el blog, para que vean ustedes el tamaño real.

Guía de ocio nocturno, 1934

La portada más grande. No era barata la guía, no.

¿Y qué se podía hacer en Zaragoza, de noche, en la II República? Pues poco más que irse de putas, la verdad. Había restaurantes con reservados privados, modestas pensiones o establecimientos un poco más grandes. Los precios oscilaban entre las 3 y las 10 pesetas (pero como no tengo referencias de otras ciudades o del precio del pan, tampoco puedo decirles como estaba el mercado).
También aparecen los teléfonos de urgencia básicos, para taxis, y para viajar urgentemente a la capital
Guía de ocio nocturno, 1934

Guía de ocio nocturno, 1934

También se anuncian diversos hornos, pastelerías y restaurantes de bien, porque también hay que alimentarse en esta vida (y ojalá alguien hiciese una guía de donde comprar comida hoy, a horas intempestivas, lo agradeceríamos mucho).
Guía de ocio nocturno, 1934

Guía de ocio nocturno, 1934

Quizás sea usted francés, y requiera un traje...por la noche.


Guía de ocio nocturno, 1934

Podía ser que usted, conocedor de los males de la noche, quisiese intentar ponerles remedio: en la céntrica ORTOPEDIA (recalco), de la plaza San Roque, usted podrá comprar unas gomas.
Guía de ocio nocturno, 1934

Guía de ocio nocturno, 1934

Pero claro, con tanta alegría, lo más normal era acabar con venéreas. Esta guía les proporciona una serie de clínicas dedicadas a ello, que no se diga.

Guía de ocio nocturno, 1934

Usted podrá curar todas las enfermedades que padezca su estilográfica.


Guía de ocio nocturno, 1934

Guía de ocio nocturno, 1934

De cabarés, en cambio, se habla poco (no creo que hubiese más, que estamos en provincias). Que El Royal abriese hasta las 4 de la mañana no es moco de pavo. Pero el Dancig (sic) la Jota se ha llevado toda mi atención, maravilloso el nombre.

Guía de ocio nocturno, 1934

Guía de ocio nocturno, 1934

Guía de ocio nocturno, 1934

¿No echan en falta algo? Los cines, que los había y muchos. La guía es de lo que es, pero ...¿no le apetecería a uno más ir al cine que mandarse hacer un traje? Digo yo...
P.D. Entrada indocumentada completamente, y fotos horribles, pero con la que espero que al menos se hayan reído.

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