Aunque pueda parecer un tópico, la escena final de Casablanca, en la que Humphrey Bogart le dice a Ingrid Bergman ese mítico “siempre nos quedará París”, es mucho más que un clásico de cine.
Y es que esas cuatro palabras siguen utilizándose de forma habitual, a pesar de que ya han pasado más de 70 años del estreno de la película. Y para disfrutar de la ciudad los viajeros de minube siguen compartiendo día a día increíbles rincones de la capital francesa que ahora ya están disponibles en una nueva guía de viajes de París para móviles (descargar en este enlace).
La Torre Eiffel, un clásico que nunca pasará de moda
Eso sí es evidente, la Torre Eiffel nunca pasará de moda, ya que fue construida para la Exposición Universal de 1889 y aún a día de hoy, sigue siendo el primer icono y símbolo de París. Más de 7 millones de personas la visitan cada año, con lo que se ha convertido en el monumento de pago más visitado del mundo. No es de extrañar.
Foto de Pepi Moreno
El Moulin Rouge, hablando de cine…
Hablando de cine y de París no podemos olvidar el Moulin Rouge, ese cabaret por el que todos sentimos curiosidad de entrar tras ver la película de Ewan McGregor y Nicole Kidman. Construido por el español Josep Oller, este cabaret era ya muy famoso mucho antes de este filme: hasta el mismísimo Frank Sinatra ha actuado en él. Una curiosidad: el Moulin es el mayor consumidor privado de champagne del mundo.
Foto de Luis Sallavera
La Catedral de Notre Dame, el kilómetro 0
En pleno centro de París, la plaza en la que se encuentra la Catedral de Notre Dame es el kilómetro 0 de todas las carreteras francesas. Sus famosas gárgolas observan toda la ciudad desde arriba y reciben miles de flashes cada día, pero Notre Dame es mucho más que eso. Esta joya del gótico, finalizada en el siglo XIII, fue escenario de la coronación de Napoleón Bonaparte.
Foto de Pablo Charlón
El Louvre, la casa de la Gioconda
La Gioconda de Da Vinci es el cuadro más famoso del mundo, y es el Museo del Louvre el que lo puede exhibir con orgullo. Con un robo a sus espaldas, la misteriosa Mona Lisa se encuentra ahora protegida por un cristal antibalas y un perímetro de seguridad. Aunque hay muchísimo arte en ese museo, es inevitable detenerse en este cuadro, a pesar de las intensas aglomeraciones.
Foto de Pierre Dujon
La Basílica del Sagrado Corazón, la joya de Montmartre
Esta basílica, aunque es mucho más reciente que la Catedral de Notre Dame, bien merece estar entre las visitas obligadas en París. Tanto por su deslumbrante belleza como por las magníficas vistas panorámicas que se tiene de toda la ciudad desde ella, ubicada en la colina de Montmartre, la basílica deja a todo el que la visita con ganas de volver.
Foto de José M. Bejarano
Un paseo por los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo
Ni una, ni dos, ni tres. Ni más ni menos que 12 calles confluyen en el Arco del Triunfo más reconocido del mundo. Una de las más famosas, sino la más, es la Avenida de los Campos Elíseos, y pasear por ella desde la Plaza de la Concordia hasta el Arco del Triunfo es de lo más agradable. Una vez en el monumento, las vistas son espectaculares.
Foto de ΘΕΟΔΩΡΟΣ ΧΑΡΙΤΙΔΗΣ
Aires bohemios en el Barrio de Montmartre
El barrio bohemio de París, el barrio en el que intelectuales, músicos, pintores y todo tipo de artistas deciden pasar sus horas. Pintores como Van Gogh, Renoir, Picasso, Dalí, Pissarro, Degas o Manet han sido algunos de sus ilustres vecinos. Pasear por él es respirar arte.
Foto de Serviajera
Disfrutar de un ballet en la Ópera Palais Garnier
La Ópera Palais Garnier, también llamada Palais Garnier, es uno de los edificios más suntuosos y sorprendentes de París, tanto por dentro como por fuera. Obra de Garnier bajo encargo de Napoleón III, se inauguró en 1875, ya muerto este último. Las óperas ahora se hacen en la Bastilla, pero el Palais Garnier se sigue utilizando para la representación de ballets.
Foto de Pablo Charlón
Una foto con la Estatua de la Libertad
Aunque pueda parecerlo, no nos hemos equivocado. Hay una Estatua de la Libertad en París, una réplica de la original, que fue un regalo de Francia a Estados Unidos y diseñada por Gustave Eiffel. La que se encuentra en París, de algo más de 11 metros de altura, fue un regalo precisamente de Estados Unidos a Francia en el centenario de la Revolución Francesa. Pero no es la única réplica que existe: hay otra en Tokio, otra en Colmar (Francia), otra en Brasil y hasta dos más en Argentina. Libertad para todos.
Foto de Marta Pilar
De compras por Galerías Lafayette
De compras o, al menos, de visita, si el bolsillo no lo permite. Y es que las Galerías Lafayette son todo un icono de la capital francesa y más allá del hecho de comprar algo o no, merece la pena una visita. Cerca de la Ópera Garnier y los grandes bulevares parisinos se encuentra la mayor superficie comercial del mundo occidental, imponente con una majestuosa cúpula. Recibe más de 20 millones de visitantes al año.
Foto de Rikkupikku
FUENTE: http://www.huffingtonpost.es/