Hacia el interior de China, hacia una de sus más emblemáticas zonas turísticas, con los imponentes montes verdes kársticos surgiendo como setas de la tierra llana a cientos o a miles, hacia allá que vamos.
Es una zona que siempre quise visitar, desde que de pequeño veía los Caballeros del Zodiaco… Quién no querría? Después del exacerbado estilo urbanita de Guangzhou representaba un buen contrapunto el venir aquí, aunque también pensamos que Guilin, el centro neurálgico de esta región, sería un apacible pueblo tradicional chino… Quizás lo fuera antes de tener casi 5 millones de habitantes.
Y es que las cosas en China funcionan así, con mucha gente. Vayas donde vayas habrá un sitio desconocido que sobrepasará el millón de habitantes sin despeinarse; las distancias son enormes tanto dentro como fuera de las poblaciones y además no te entiendes con la gente, lo que suele dificultar el transporte. Mentes preclaras como las nuestras (o eso creíamos) pensaron -”Ya está, ideaca: nos compramos una tarjeta prepago para tener internet y orientarnos con Google Maps y de paso usar Google Translator para plasmar en chino nuestras ideas y enseñárselo a la gente“-. Efectivamente, no contábamos con que ambas aplicaciones de Google funcionarían como el culo de mal, diciéndolo bonito, debido a la censura china. Pero para qué engañarnos, todo eso al final sólo hace que esto sea más divertido.
No me quejaré tanto, esta región al fin y al cabo es una zona turística, con lo cual sobrevivir sin hablar ni leer chino no es tan complicado. En Guilin, por ejemplo, vimos que hay un gran número de atracciones que visitar. El problema es que hay que pagar por todas y cada una de ellas. Templos, complejos, terrazas de arroz, cuevas e incluso formaciones naturales, todo tiene un precio, ni siquiera la naturaleza es gratis. Tampoco estamos hablando de una millonada, pero de 5 € en 5 € al final el menoscabo en el presupuesto se nota así que finalmente el único sitio de pago que visitamos fue la cueva más famosa, en las afueras de la ciudad: la Reed Flute Cave.
La entrada cuesta alrededor de 13 € y el complejo de cavernas es bastante impresionante. En cualquier caso los chinos no son de dejar las cosas al natural, así que las grandes grutas están sobreiluminadas con colores casi siempre demasiado estridentes. Es buena visita, pero también bastante cara, en especial si ya has visitado otras cuevas con anterioridad. Por cierto, no cojáis el trenecito que hay antes de la entrada (menudos pringaos los que lo cogen): te cobran 5 € por 5 minutos de tren a 5 km/h; por mucho que la gente de abajo diga que andando hay una eternidad, son sólo unas cuantas escaleras.
En Guilin hay aparte varios parques y lagos por los que pasear -de noche tienen un encanto especial- y algunas zonas del centro están bien para dar una vuelta. La ciudad tiene una parte bastante turística con algunos bares y restaurantes incluso occidentalizados, aunque como nuestro hotel barato estaba al norte de donde Cristo perdió el sombrero apenas visitamos esa zona.
Después de un par de días en Guilin, la gran ciudad de la región, nos fuimos otros 4 días a Yangshuo, un pueblo (esta vez sí: 300.000 habitantes) a 60 km al sur a través del río Li.
La travesía en barca hasta allí es quizás la atracción más destacada de toda esta zona de China. A lo largo del río surgen todos los montes verdes creando un paisaje espectacular, tanto que hasta conforma la estampa que aparece en el dorso de los billetes de 20 yuanes.
Si a priori te cuento que cuando llegas al embarcadero donde te espera tu supuesta barca de bambú te encuentras con decenas y decenas de barcas de un bambú más falso que los billetes del Monopoly (parece PVC emulando el bambú) y que hay una horda de turistas esperando a hacer lo mismo que tú, parece que la cosa pierde encanto. Pero ni con esas lo pierde, luego la barca resulta que sólo es para 4 personas, todo un detalle (por eso hay tantas) y aunque a veces parece la carrera de Los Autos Locos por el río, la travesía de unas 2 horas es una gozada.
Ya en Yangshuo estuvimos 4 días tranquilos, sin mucho estrés. Alquilamos unas motos para ver todos los alrededores -por supuesto también hay que pagar para entrar a cualquier sitio, qué esperabas?- aunque por desgracia una de nuestras motos salió rana y se nos quedaba sin pilas a las dos horas (en esta zona casi todas las motos son eléctricas).
Yangshuo en sí es un lugar más agradable que Guilin para pasar unos días, y el entorno que lo rodea con el río y los montes es espectacular, pero no esperes un pueblo auténtico y rural: toda la zona centro es un hervidero de turistas, tiendas, souvenirs y restaurantes, con su famosa West Street como zona cero.
Nos despedimos de la zona, y casi de China, con un bus nocturno (maravillosas literas) a Zhuhai, otra “pequeña” ciudad fronteriza de la que nunca has oído hablar (millón y medio de habitantes) que conforma la frontera con Macao, el Las Vegas de Asia.
En Macao nos dio tiempo a pasar algunas horas y recorrer levemente la ciudad. Nos dejó un poco fríos, la verdad. Y es irónico porque creo que es el sitio en el que más calor pasamos de toda China, un auténtico hervidero mientras paseábamos, nos convertimos en charcos andantes. Si queréis ver algunas fotos de Macao en las sección de fotos de China las tenéis que aquí ya no me caben más, menudo pesado con tanta foto, seguro que ni se te cargan.
Después de esto ya nos marchamos de China. Dos semanas: Visita larga, eh? La culpa es de Carlos, que al ser sus vacaciones le dejamos total libertad para elegir la ruta y eligió pasar parte en China y parte en Filipinas, por qué no?
Ha sido un vistazo rápido a una pequeña porción de el Gigante Asiático (si no metía esa expresión, reventaba) y la verdad es que, aún quedándome con ganas de bastante más, creo que en aras de la estabilidad de nuestro presupuesto es mejor así. China no es el país barato que puedas imaginar, aunque sigue siéndolo en muchas cosas. Pero se les nota que se están tomando muy en serio la carrera por estar en cabeza, se puede ver en muchos aspectos. Es bueno venir a visitar este país, cuando sea. Me da la impresión de que China va a cambiar -ya lleva tiempo haciéndolo- a velocidad de vértigo, lo que queda ver es hacia dónde va exactamente y qué consecuencias tendrá.
Nos vemos en Filipinas, que la verdad es que no lo hemos empezado con buen pie, al menos económicamente!
Para info de alojamientos y transportes, id a la pestaña de Datos Prácticos, arriba.
Alojamiento
Alojamiento
- Guilin : Fue el otro alojamiento que tuvimos que reservar por internet (para que Carlos pudiera tramitar su visado desde España tenía que presentar reservas de alojamientos). El sitio se llamaba 68º -sí, tal cual- y fue lo más barato que encontramos. La habitación triple costaba 16 €, y era muy parecida a la que ya tuvimos en Guangzhou, muy estilo hotel con todo limpio y cuidado. No incluía desayuno pero sí había Wifi, y la chica de recepción habla un inglés bastante decente (algo raro) y nos ayudó a conseguir algunos tickets.
- Yangshuo: Nos alojamos en el No kidd inn, que se presuponía sería un albergue animado y con vitalidad, pero la verdad es que estuvimos prácticamente solos y los 4 o 5 empleados que había estaban todo el día tirados en el sofá, pasando de todo. El precio de la habitación triple fue de 18 €, un poco más caro que en Guilin, y la verdad es que la habitación era algo peor, aunque en líneas generales seguía el mismo esquema del resto de los alojamientos en los que estuvimos. Tenía wifi, no tenía desayuno incluido y lo mejor del hotel era el rooftop (se suponía que era un bar, pero sólo era una terraza en lo alto con un par de mesas): se veía la ciudad y los montes circundantes de lujo, desde un 5º piso, el más alto de los alrededores.
Transporte
Transporte
- Guangzhou – Guilin
De este trayecto hablé en el post anterior de Guangzhou.
- Guilin – Yangshuo
Para ir de Guilin a Yangshuo puedes ir por carretera en autobús o puedes coger la ruta larga y panorámica que es un crucero en barca por el río Li, la principal atracción de la zona.
Nosotros fuimos en la barca, aunque es bastante caro, ya que es una de las cosas que no te puedes perder. El precio por persona es de unos 30 € (depende de la agencia y del regateo) y en total duran unas 6 horas. Primero te recogen en Guilin por la mañana, te llevan en autobús hasta Zhujiang, donde en su embarcadero esperan decenas y decenas de pequeñas barcas (para 4 personas) que recogen a toda la masa de turistas y te llevan casi como si fueran los coches de choque. Pese a que no dejas de ver barcas en toda la travesía, el viaje merece la pena, los paisajes son espectaculares. Finalmente, tras un par de horas en barca, llegas al embarcadero de Xingping, donde otro autobús te recoge y te lleva a Yangshuo, el destino final.
- Yangshuo – Macao
No hay tren en Yangshuo. Fuimos en un autobús con literas, como el de Guangzhou a Guilin. Nos costó 25 € y tardó unas 10 u 11 horas. En realidad no va a Macao, va a Zhuhai, la ciudad fronteriza con Macao. Desde donde te deja el autobús aún hay un trecho hasta llegar a la frontera (hay varios buses que te llevan y los taxis no son excesivamente caros), la ciudad es grande. Tras pasar inmigración entras andando a Macao.
- Transporte interno
En Guilin la mejor manera de moverte a través de la arteria principal es en autobús, es barato (unos 20 centimos) y efectivo. Los taxis tampoco son muy caros.
En Yangshuo puedes ir andando a cualquier parte del pueblo, pero para moverte por toda la zona de los alrededores de Yangshuo lo mejor es alquilar una moto
- Alquilar motos en Yangshuo
En esta zona de China (no sabemos en el resto) lo que más se estila es la moto eléctrica. Para los precios de China es bastante barata de alquilar, unos 8 € por día. Pero lo suyo es que sea de fiar. Nosotros, por ejemplos, pensábamos que alquilándolas en el nuestro alojamiento lo serían, y una de las dos que alquilamos salió mala. Se supone que la autonomía de la batería nos debería durar para todo el día, pero no pasaba de un par de horas y acababa siendo la moto de los Picapiedra, tenías que ir dándote impulso tú con los pies.
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