El consejo de ministros ha aprobado hoy un paquete (con perdón) de medidas con el que se pretende reducir el gasto público. Se esperaba que entre las medidas ya conocidas que solo afectaban negativamente a los ciudadanos “normales” se incluyera alguna que gravara las grandes fortunas. Pero no ha sido así. Según la ministra Elena Salgado, “no es el momento oportuno“. Eso si, no ha conseguido explicar por qué este no es el momento oportuno. Han dicho que la política fiscal del PSOE es super-mega-progresiva porque los funcionarios que más cobran tendrán una reducción del sueldo superior a los que menos cobran. Claro, la progresividad debe ser solo cosa de funcionarios. Las SICAV son intocables, y Botín tributa al 1%. Igual es que el psoe entiende la progresividad como que los que más tienen son los que menos pagan: una progresividad inversa.
No comparto con el Gobierno que no haya llegado el momento. Por supuesto que ha llegado: el momento de la HUELGA GENERAL. La huelga de sector público que se ha convocado me sabe a poco. Si hay que contribuir, se contribuye, y si hay que cobrar menos, se cobra menos. Pero mientras hay gente que se ha quedado en el paro y a otros muchos se les va a bajar el sueldo, unos pocos millonarios siguen ganando cantidades indecentes de pasta y son los que menos impuestos pagan. Basta ya de protestas por “lo mío”. Esto es una crisis global y merece una protesta global, una huelga general.