Revista Cocina

Habas y guisantes de temporada: una fuente de vitaminas, minerales y fibra

Por Anahigemma @anahigemma

habas42 Habas y guisantes de temporada: una fuente de vitaminas, minerales y fibra  Comer habas y guisantes frescos de temporada, recién desenvainados, es todo un placer. A veces, puede dar algo de pereza desgranar sus vainas, ya que durante gran parte del año comemos los guisantes y las habas congeladas (también están deliciosas y conservan su poder nutricional), pero el sabor de las habas y guisantes frescos no tiene ni punto de comparación. Son mucho más tiernos y sabrosos, tanto, que nosotras hasta nos los comemos crudos a modo de snack. ¿Porqué no? Tienen muchísimas propiedades.

Los guisantes frescos aportan muchas proteínas, hidratos de carbono y agua (el 78%). Entre otros de sus nutrientes conviene destacar el aporte de vitamina A (en forma de betacaroteno), niacina, ácido ascórbico, tiamina (vitamina B-1), riboflavina (vitamina B-2), y minerales como potasio, fósforo, calcio, sodio, hierro, entre otros. Son una buena fuente de fibra y antioxidantes.

Están indicadas en situaciones de esfuerzos físicos, cansancio y debilidad. Ayudan a eliminar el colesterol y son buenas para el sistema nervioso, en casos de inapetencia, cuando el estado de ánimo está un poco bajo y para el sueño ya que tiene unas ligeras propiedades tranquilizantes.

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En cuanto a las habas frescas tampoco se quedan cortas. Tienen una gran riqueza nutricional. Además de su aporte en proteínas, hidratos de carbono y agua, contienen vitamina A (también en forma de betacaroteno), vitamina C, B-1 (tiamina) y B2 (riboflavina). Entre los minerales que contienen cabe destacar el potasio, fósforo, sodio, calcio, hierro, yodo y manganeso. También contienen fibra y antioxidantes (al igual que los guisantes).

Tienen propiedades depurativas y diuréticas. Ayudan a absorber la grasa (colesterol) depositada en las venas. Gracias a su contenido en lecitina y colina son beneficiosas para “alimentar” el cerebro, lo que es ideal en épocas de exámenes, en personas que requieren un gran esfuerzo intelectual, y en personas con Alzheimer. Y como no, favorecen el tránsito intestinal.

A pesar de que corra una leyenda negra sobre ellas, a cerca de su gran cantidad de calorías (o sea, que supuestamente “engordan”), nada más lejos de la realidad.  Gracias a su riqueza nutricional y su aporte en fibra están indicadas en regimenes para adelgazar o “mantener la silueta”.

Mi recomendación: las habas y guisantes frescos se pueden comer crudos (recién desenvainados) como un entremés con sal gorda. Están riquísimas. O claro está, se pueden comer solas sin más (como un pica-pica entre horas). Sano, nutritivo y natural.

También podéis comerlas cocidas con mantequilla, o estofadas con menta fresca y  jamón (en casa nos encantan), etc. Si la cocción la realizáis en una olla de presión aprovecharéis casi todas sus vitaminas. (Recordad que gran parte de las vitaminas hidrosolubles se pierden en la cocción con agua).

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Si tenéis pensado ir al mercado o a la verdulería, ¿Porqué no añadís habas y/o guisantes en vuestra lista de la compra semanal?  Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!

Besos desde mi blog!!!

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