El sueño es esencial para el desarrollo de las funciones cognitivas y metabólicas del bebé así como para su sistema inmune. Según los expertos, los niños que duermen lo suficiente son más saludables, tienen mayor capacidad de aprendizaje y no son tan propensos a comportamientos hiperactivos. Por eso es importante que los padres ayuden a los hijos a crear hábitos de sueño desde bien pequeñitos.
Antes de que el niño cumpla el año es un buen momento para sentar las bases para que aprendan a dormir. Aquí os ofrecemos algunas ideas que pueden contribuir a desarrollar rutinas del sueño y a mejorar el descanso de nuestros bebés.
- Durante el día es mejor que el niño duerma en una habitación tranquila pero donde entre un poco de luz y se oigan los ruidos habituales de la casa. En cambio, por la noche conviene que la habitación esté silenciosa y más bien oscura (puede haber alguna luz tenue). Así conseguiremos que el niño vaya diferenciando el día de la noche y empiece a asociar los periodos de sueño más prolongados al sueño nocturno.
- Para hacer que la hora de ir a dormir sea una experiencia positiva y relajante, antes de acostarle podemos dedicar un tiempo a realizar actividades tranquilas, como un baño a una temperatura agradable, un juego relajante, cantarle una nana, un pequeño masaje suave, darle el pecho o el biberón… El niño irá asociando estos rituales de presueño al momento de dormir. Es importante no encender luces fuertes ni hacer actividades que lo puedan estimular.
- El niño debe aprender a dormir solo. Por ello es recomendable que aunque establezcamos algún ritual para que concilie mejor el sueño no nos quedemos con él hasta que se duerma. Una vez acabemos de acunarlo o de cantarle la nana debemos despedirnos y salir de la habitación. Igualmente asistirlo cada vez que se despierta puede contribuir a que cada vez que esto suceda reclame la presencia de los padres. Por supuesto que hay ocasiones en que la asistencia y el cuidado no se pueden negar pero es importante que el niño entienda que se espera de él que duerma sin ayuda.
- Envolver a los bebés, que sientan calor, va muy bien para tranquilizarlos y que se sientan protegidos. Según algunos expertos, también pueden calmarlos algunos ruidos monótonos como el tictac de un reloj.
- Dormir a su lado, sobre todo cuando es un bebé pequeño y se alimenta con lactancia natural, es cómodo para la madre y positivo para ellos, además ayuda a establecer patrones de respiración correctos.
- En los bebés, las siestas y el sueño nocturno son ambos necesarios e independientes. Es un falso mito pensar que durante los dos primeros años las siestas pueden hacer que por la noche los niños duerman mal.