Vi la primera temporada de Girlboss en unas 24 horas y la volví a ver completa con mi pareja a los dos días para comentarla. Eso deja patente lo mucho que me ha gustado, me ha enganchado sin remedio.La serie está inspirada en el libro homónimo y autobiográfico de Sophia Amoruso, fundadora de la marca de moda Nasty Gal, una mujer joven hecha a sí misma, una chica que convirtió su pasión en negocio y supo cómo utilizar una de las plataformas de venta del momento, e-bay, para dar el pistoletazo de salida.
La ficción destaca por su histrionismo, un marcado tono cómico y el carácter de su protagonista, alocada y estrafalaria, pero sobre todo imperfecta; se equivoca y falla, cae y se vuelve a levantar. Necesitamos mas Sophias en la pequeña pantalla, con sus meteduras de pata, sus errores y contradicciones, sus momentos bochornosos y también, cómo no, sus aciertos y pequeñas victorias.
Amoruso con su novela biográfica que da título a la serie de Netflix.
El abanico de secundarios son igual de extraños y maravillosos, desde la chispeante Annie, su mejor amiga, hasta Nathan y su madre, a los que dan ganas de abrazar, sin olvidar a Dax, el barman que estudia empresariales, o Shane, el novio «info, muy info».Otra cosa a tener en cuenta es la ecléctica banda sonora, en la que podemos encontrar un buen surtido de canciones para todos los gustos.
Britt Robertson pone rostro a Sophia, mientras que Charlize Theron ejerce de productora junto a la propia Amoruso y Christian Ditter.
Esta es una ficción realista que no teme introducir elementos de realismo fantástico cuando dos de sus personajes hacen un viaje al probar las drogas o cuando la propia Sophia comparte lo que ella piensa con el espectador a través de mensajes en carteles, por ejemplo, o incluso cuando Annie imagina una escena de lo más hilarante con ella como protagonista. Como ya he dicho, la serie se atreve con un tono desenfadado, histriónico en ocasiones, más cercano al género musical que al biográfico, pero a la vez Sophia y su historia se convierten en abanderadas del feminismo y lanzan mensajes importantes entre los que destaca uno: esfuérzate para convertir tu pasión en tu medio de vida.Espero que aprueben una segunda temporada y poder seguir disfrutando de la historia de esta chica todoterreno y del ascenso de Nasty Gal.
Lo mejor: el tono de la ficción, la protagonista, las canciones.
Lo peor: nada. Quizá que constantemente en la versión doblada tradujeran el nombre de la empresa de Nasty Gal a Chica Mala.