De tarde en tarde me complace acercarme a mi colección de CD’s, cogerlos, tocarlos, adentrarme en sus libritos, observar las imágenes, las fotografías; leer las letras y los agradecimientos, contemplar las firmas (en caso de que estén dedicados)… El típico ritual de fan que a veces me sirve para decidir sobre qué voy a escribir mi siguiente artículo; y fue precisamente en uno de estos ritos tardinos —el adjetivo no consta en el DRAE, lo hemos inventado en Indiepolar— que me acordé de Miró, Picasso, Dalí y Barceló y me dije “¿por qué no un artículo comentando las carátulas de los discos?”. Sí, las carátulas, la parte delantera del estuche protector de los discos; porque los pintores que cito trabajaron codo a codo con músicos de la talla de Raimon o Camarón para diseñar algunas de las portadas de sus discos. Aun siendo consciente de que mi colección discográfica no es precisamente un escaparate de arte, sí veo entretenido comentar las carátulas de algunos de los discos compactos que más han sonado en mi habitación.
Comenzaré por «Imposibilidad del fenómeno» de Miss Caffeina, que presenta una portada minimalista: la figura de un soldado alado con la cara de Alberto sobre un fondo blanco. Las referencias bélicas que hay en el disco (La guerra, Capitán) quedan representadas en la carátula con ese militar, y las alas pueden atribuirse al momento en que lanzaron su primer LP: empezaban a coger vuelo.
Me fijo ahora en «Viento de cara» de Supersubmarina, cuya portada nos invita a construir nuestro propio amanecer o, más en sintonía con uno de los títulos de las canciones del disco, refleja que con esfuerzo —y las manos de uno mismo— se puede construir un mañana mejor.
Sigo con «La deriva» de Vetusta Morla, que debe su portada a una cronofotografía de Georges Demenÿ realizada a principios del siglo XX, y con palabras del propio Pucho, “representa ese momento de ruptura en el que, frente a la corriente general, se produce un cambio de rumbo”.
La portada de «Viaje iniciático» de los murcianos Second es una representación del espacio infinito que busca incentivar la imaginación y la exploración. El espacio exterior sigue siendo ese gran desconocido para el ser humano, por ello a menudo despierta la curiosidad —el interés— de muchos (el mío, por ejemplo).
Dado que la mayoría de bandas que escucho siguen en activo, no descarto posibles artículos hablando de carátulas de discos (de ahí el I del título). Mientras tanto, si queréis, sugeridme las portadas que os resulten más atractivas, excéntricas, llamativas… Y prometo tenerlas en cuenta más adelante. Curiosidad compartida también es diversión.