Revista Psicología

Hablemos de parejas (I)

Por Centro Psiconet

Las relaciones de pareja es un tema que, de inicio, resulta interesante para todo el mundo ya que en algún momento de nuestra vida hemos tenido, tenemos o tendremos una relación de pareja, ya sea de las que habitualmente encontramos en nuestro entorno o de las que podemos llamar atípicas.

La relación de pareja es un vínculo afectivo donde tendemos a compartir una serie de intereses comunes, proyectos, inquietudes, objetivos, ilusiones y metas. En algunos momentos de nuestra vida, sobre todo en la adolescencia y principios de la edad adulta, solemos idealizar las relaciones de pareja y a aceptar mitos sobre las mismas que nada tienen que ver con una relación de pareja sana y satisfactoria para ambos miembros. El hecho de que los miembros de la pareja se convierten en uno solo y todo lo que surge en sus vidas es por y para los dos de manera irrevocable tiene que ver con una visión irracional de la pareja. Esto implicaría la pérdida de individualidad de la persona, si bien es cierto que es importante la puesta en común de ambos, la concordancia en muchos aspectos, la pérdida de identidad no produce la felicidad en ninguno.

En una relación de pareja confluyen tres vidas; la de uno mismo, la del otro y la vida en común. La vida en común ha de ser negociada, con cesiones por parte de ambos para poder encontrar una confluencia donde pueda ser satisfactoria para ambos. En las vidas particulares, solo nos cabe la aceptación y el respeto por parte del otro, aunque no se compartan. Es un tema de confianza y tenemos que ser capaces de que el respeto al otro prime por encima de todo.

Existen más mitos sobre las relaciones de pareja que vienen marcados por la visión de relación romántica de nuestra sociedad occidental. En el día a día de una pareja pueden llegar a formarse diferencias irreconciliables, ya que como personas podemos cambiar o evolucionar con el tiempo. Éstas nos causan discusiones frecuentes y un desgaste de la relación en ocasiones inasumible. En algunos casos, la negociación no es suficiente ya que ninguno está dispuesto a ceder en su posición o, aunque sí lo esté, supone una cesión temporal únicamente, ya que su visión del mundo o su escala de valores no le permite mantener esa posición de manera permanente. También hay que saber hasta dónde llegar en una relación de pareja. Si se continua en ella con este tipo de conflictos, lo más probable es que la relación se desgaste tanto que cuando llegue el final sienta desprecio por mi pareja, que todo me molesta de ella, aquí la separación se hace más desagradable.


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