Hace unos años que entramos en recesión económica, nos caímos de la especulación de todo el entorno de la construcción, y algunos pusieron la mirada en el turismo. Creíamos que teniendo una tierra rica en espacios ideales y en gentes asequibles podíamos encontrar un punto de recuperación a corto plazo más que interesante, por que lo que no hay duda (al menos yo no la tengo) de que tenemos una tierra prodigiosa y variada.
De acuerdo que no tenemos el caribe (aunque las costas de España son suficientemente bonitas y variadas como para poder lucirlas por el mundo y siempre tendremos más cosas a parte de playas bonitas, tenemos miles de años de historia, una cultura culinaria variada y rica y montes, cordilleras enteras de montes de diversas dificultades y diferentes colores. ¿por que no somos mejores que otros sitios que solo tienen una cosa?
También estoy de acuerdo que no tenemos el Louvre de París o la Biblioteca Británica, pero… no tenemos otros? cultura visual que rebosa en cuadros, arquitectura, escritura, etc… y todo a menos de dos horas de avión si queremos ir a todos los sitios.
Tenemos arte romano, románico, musulman, pre industrial, industrial, barroco y todas aquellas cosas que soy incapaz de recordar. Tenemos arte rupestre, ibérico, celta y una cantidad ingente de leyendas e historias fantásticas y capaces de enamorar a cualquier visitante.
ENTONCES
Sigo sabiendo bien poco de turismo, ni de como se debe o no se deben hacer las cosas, y aunque creo saber algunas cosas de comercialización de productos y de sus estrategias, creo que debo saber cada vez menos, ya que o me equivoco yo o nadie de los que venden turismo son capaces de ver tres en un burro.
Por un lado tenemos todas las grandes comercializadoras de turismo, que siguen en los estilos de hace muchos años, y que aunque ven caer sus ventas siguen empecinados en no modificar sus conductas, no son capaces de ver que los “recomendadores” ya no son ellos, si no que es el público.
Por otro lado tenemos hoteles que siguen cabezones en no tener presencia en las redes sociales, confiando en que unos cuantos cientos de clientes “satisfechos” son suficientes para mantener sus negocios. Digo satisfechos entre comillas dado que no conocen el nivel de satisfacción de sus clientes, ya que lo deducen de sus faltas de quejas. Puesto que al no tener presencia en las redes sociales no son capaces de estar escuchando la opinión de sus huéspedes.
Pero no solo se trata de los hoteles, ya que los restaurantes u otros servicios tampoco están y por tanto tampoco pueden conocer el estado de salud de su negocio. Se basan en sus liquidaciones de caja para conocerlas, de modo que solo cuando ya no pueden más que cerrar son capaces de conocer sus fallos.
Ahora mismo estamos oyendo por parte de nuestros gobernantes que lo importante es implantar la marca #españa como indicador de calidad. Justo aquellos señores que están dejando la marca como unos zorros, y los españoles somos incapaces de hacer algo al respecto. Ya no digo que salvemos la marca #españa, #catalunya, #euskadi o #andalucia esas ya no tienen solución, pero podemos ser los representantes de las mejores marcas del mercado, apoyadas entre todos y soportadas entre todos, pero sin dejar que esos señores de grandes trajes y coches nos echen una mano, ya que ahora mismo no disponen de ninguna credibilidad internacional.
En los momentos que escribo este post tenemos al máximo representante español en Marruecos de visita de cortesía y comercial, pero Dios mio se lleva a unos cuantos empresarios y unos muchos ex-ministros de asuntos exteriores… ¿Para qué narices enviamos a ex-ministros? ¿no sería mejor que se llevara junto a esos grandes empresarios a unos cuantos comercializadores de productos turísticos?. Bien es cierto que Marruecos no es Alemania, pero aunque millones de ciudadanos no pueden venir de vacaciones a España seguro que hay unos cientos que si pueden hacerlo, y de paso podemos demostrarles que somos gente buena, y que incluso somos capaces de comprender que necesitan hacer Ramadán (por que nosotros teníamos cuaresma)
Se cierran las empajadas comerciales que teníamos en todo el mundo, en las cuales a parte de captar parte de la inversión industrial que entraba y salía de nuestro país, servía muy mucho para dar a conocer nuestro producto turístico.
Incluso tenemos al Sr. Arturo Perez Reverte que nos tira a la cara unos comentarios que no favorecen a nuestro interés de vender España a los turistas.
http://www.periodistadigital.com/periodismo/internet/2013/07/21/arturo-perez-reverte-vente-a-espana-tio-marrano-sol-cerveza-y-chusma.shtml
Por supuesto que esto que dice el Sr. Reverte pasa en España, pero pasa también las zonas que comercializan ese estilo hablemos de Grecia, Italia, Turquía o incluso el Caribe, pero claro es tan fácil quejarse sin aportar soluciones…
Es evidente que es necesario comentar nuestras limitaciones, ya que de esta manera el que compre nuestro producto nunca podrá decir que no tenía toda la información. Podemos decir meridianamente que Toledo no tiene playa de arenas blancas o que Barcelona es cara, que en las Baleares Pitiuses no tienen agua potable en sus grifos, o que Sevilla tiene temperaturas que rayan los cuarenta grados, pero ¿es eso un problema?.
Debemos modificar nuestras costumbres a la hora de poner nuestros productos a la venta, de enseñar nuestro escaparate, pero de una manera clara y honesta, debemos obligarnos a estar en las redes sociales, y disponer de personas que sean capaces de contener una crisis de marca, un cliente descontento o incluso un trabajador mal formado.
Hagamos que nuestros trabajadores sean nuestra principal fuente de retorno y recomendación, ofrezcamos servicios adicionales interesantes en las habitaciones del hotel, que los clientes se puedan conectar a Internet y presionémosles para que dejen su opinión sobre el servicio que reciben, o incluso que le hagan peticiones al musico del hall o al chief para que le prepare esa cena especial para su familia.
Olvidemos el chobinismo del que cree saberlo todo, preguntemos a nuestros clientes, hagamos sus servicios a medida, aportando todo el valor a su visita a nuestro establecimiento.
¿Crees que puedes representar la nueva marca España? ¿o esperas que otros lo hagan por ti?