La histórica discriminación por condición económica que sufren las personas de bajos recursos no es una novedad. De hecho el Estado provee servicios de calidad muy inferior a los pobres que a las personas de estratos medios y altos. Desde aquí, hemos demandado por la peor calidad educativa que sufren los chicos de bajos recursos enla Ciudad de Buenos Aires, por la falta de planes sociales efectivos en ciertos servicios públicos (provisión de gas por garrafas por ejemplo), por las peores condiciones en que viajan en ferrocarriles, entre otros planteos.
Más allá de que la condición social de quienes tuvieron y tienen las mayores responsabilidades institucionales no es un indicativo preciso del tipo de medidas que adoptarían para unos y otros sectores, lo cierto es que quien proviene de un sector desaventajado conoce en persona los sufrimientos, vulneraciones a sus derechos y las inequidades que sufren esos sectores.
En Brasil y Bolivia han asumido, en los últimos tiempos, la máxima responsabilidad ejecutiva dos personas que provienen de los grupos marginados. En ese sentido, Lula y Evo Morales han constituido una trascendente novedad para nuestra región. En Estados Unidos, Barack Obama se convirtió en el primer presidente de origen negro.
Nuestro país dista mucho de alcanzar algo así.
Desde que se implementó la obligación de presentar las declaraciones juradas, han transcurrido siete presidentes.
El menos rico es Eduardo Camaño, que tiene dos viviendas propias: un departamento de 140 mts., una Land Rover todo terreno, un Rover Sedan y un Peugeot 206 y un fondo de inversión por miles de dólares.
Le sigue Eduardo Duhalde, cuya esposa posee una casa de 758 mts en Lomas de Zamora y una casa en Pinamar de 247 mts.
Luego aparece Fernando de La Rúa con un departamento en Recoleta de 182 mts., 20 terrenos en Pilar y Exaltación dela Cruz y acciones y depósitos por varios millones de pesos y dólares.
Al presidente que no terminó su mandato lo sigue Adolfo Rodriguez Saa. Entre él y su mujer tienen una casa en San Luis de 1252 mts y otra ubicada en un terreno de una hectárea, un departamento en Capital Federal de 179 mts. y otro de 240 mts., 6 autos de lujo y participación en sociedades forestales y gimnasios.
Posteriormente, se encuentra el matrimonio integrado entre Néstor y Cristina Kirchner. Entre ambos tienen 5 casas en Rio Gallegos y El Calafate, 9 departamentos en Rio Gallegos y 6 terrenos en El Calafate y dos departamentos en Recoleta de 392 mts. y 160 mts., acciones en varias empresas de turismo y varios millones de pesos y dólares depositados.El más rico de los últimos presidentes es Ramón Puerta, quien es dueño de varias empresas agropecuarias, yerbateras y ganaderas, varios miles de hectáreas de campo, varios terrenos en Misiones, una casa en Montevideo de 1230 mts., tres departamentos en Capital Federal de 320, 123 y 238 mts. La frutilla del postre son sus tres departamentos en Paris.
Prácticamente no hay entre ellos ninguna persona que asuma el cargo con ingresos equivalente al que tienen la clase media y, claramente, ninguno de clase baja. Cada uno de ellos estaría según los últimos datos económicos situados por encima del 2% de la población más rica. En la sociedad en general, existe un valor en la diversidad. Cada vez más se promueve la inclusión de la mujer, de los indígenas, de las minorías sexuales, etc. en la toma de decisiones, incluso la Constitución Nacional ha incorporado las acciones afirmativas para ello.
La condición social y económica es también una categoría sospechosa y -como tal- deben promoverse las acciones positivas para posibilitar que ocupen lugares de poder. El cargo de Presidente/a de la Nación es, sin duda, el lugar más alto al que puede llegar un ciudadano que desee ocupar una posición de liderazgo dentro de esta sociedad. Ojalá algún día, esta situación que aquí se describa pueda cambiar y alguien proveniente de sectores pobres pueda emprender esa máxima responsabilidad.rácticamente no hay entre ellos ninguna persona que asuma el cargo con ingresos equivalente al que tienen la clase media y, claramente, ninguno de clase baja. Cada uno de ellos estaría según los últimos datos económicos situados por encima del 2% de la población más rica. En la sociedad en general, existe un valor en la diversidad. Cada vez más se promueve la inclusión de la mujer, de los indígenas, de las minorías sexuales, etc. en la toma de decisiones, incluso la Constitución Nacional ha incorporado las acciones afirmativas para ello.
Publicado por ACIJ, Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia