Revista Opinión

¿Hacia dónde va España?

Publicado el 16 junio 2014 por Liberal

En los últimos días, durante el periodo de mis reflexiones diarias, he tenido que llegar a una serie entera de conclusiones con el fin de perfeccionar el liberalismo y las evidentes deficiencias que tiene ante unas necesidades imperantes que rigen la vida nacional española en estos momentos. Aunque hablo en clave nacional, en realidad este mensaje es para todos los liberales del mundo, especialmente los liberales de habla hispana porque hay una concurrencia de problemas parecidos a los que debemos enfrentarnos con valentía.

En estos días, los medios de comunicación globales han estado hablando sin parar de la notable “mejoría” de la economía española. La prensa norteamericana lo ha mencionado así como la española (por motivos políticos obvios). No voy a darles enlaces esta vez a esos medios, porque me niego a asistir o darle publicidad a los medios que cobran por leer sus notícias. Ya saben ustedes de cuáles hablo. Jamás pagaré un solo céntimo o centavo de dólar ni de ninguna otra moneda para informarme y os animo a obtener información de otras formas (o generarla vosotros mismos).

¿Y qué es lo que me pasa? Pues es que, he estado teniendo muy interesantes charlas con elementos derechistas de Miami. Lo que me queda claro en la mente es que cada vez más siento un rechazo más absoluto hacia el nulo sentido crítico que tiene la derecha en Occidente. Se ha llegado a tales extremos, que cualquier debate es imposible por una intolerancia muy arraigada. Los liberales democráticos vamos a tener que de verdad trazar nuestro propio camino, erradicar a los elementos anarquistas o ultras de nuestras filas y en general, siento usar esta palabra pero ya se ha llegado a una situación crítica – una purga en todos los niveles. Ustedes nunca me dejarían mantener relaciones con esos elementos. Ustedes quieren un liberalismo democrático, un liberalismo que defienda la igualdad de oportunidades, el fortalecimiento de las instituciones estatales españolas, un liberalismo para el beneficio colectivo – SÍ, SÍ, colectivo de todos, no solo para 3 manos monopólicas. ¡Terrible sería encaminar a España hacia un “liberalismo” que en realidad sería un libegalismo, un libegalismo tristemente al servicio de 2 o 3 empresas y no de los ciudadanos! NO QUEREMOS ese método aquí. No acepto, de ninguna manera, nunca, jamás, que para que 2 personas puedan vivir absolutamente bien, “que se joda” el resto. ¿Qué clase de liberalismo es ese, señores? ¿Qué clase de liberal puede decir “sálvese quién pueda que yo ya tengo lo mío”? ¿Conocen ustedes a gente así? Ya va siendo hora de identificarles y repudiarles. NO SON liberales. Son otra cosa, son elementos indeseables, corrompidos, mafiosos y de los más bajos del país, pero no son liberales. Ni liberales, ni mucho menos democráticos. ¡No! Señores, en la concepción liberal real, la que defendemos aquí, no es aceptable, y en consecuencia es intolerable, tratar a otro ser humano como un elemento tan inferior a otros que aquello que necesite para llevar una vida normal, en igualdad de oportunidades se perciba como “menos importante” que algo que otra persona quiera, pero pueda vivir una vida normal sin ello. Hablando en plata – si para que 2 familias tengan más oro del que ya tienen, un niño necesita morirse de hambre, ¡NO lo aceptamos! “Nooooo, pero qué “sociata” es don Alfredo! Qué subversivo!” ¿Ah, sí? Mira que eres analfabeto, pedazo de ignorante. ¿Es que esos enanos como Juan Ramón Rallo, entre muchos otros indeseables, no han leído al señor Adam Smith? Qué pena, que no conozcan citas como las siguientes, de Adam Smith:

“No es mala idea que los ricos contribuyan a las arcas públicas para los gastos públicos, no solo en proporción a sus ingresos, sino incluso algo más que eso”.

Adam Smith, señores. ¿Y esta otra? “Ninguna sociedad puede florecer y ser feliz si la gran mayoría de sus miembros son pobres y miserables”.

España, a merced de “los mercados” – de Alemania.

Bueno, como os decía, todos los medios están diciendo que la “economía española ha mejorado mucho” y que el país “crecerá más” (a pesar de que, de hecho, al igual que ha ocurrido en EEUU, la masa laboral se ha reducido y en el caso español, el paro es brutal).

Las medidas que ha ido tomando el gobierno de Rajoy amenazan con cargarse la democracia en España, con acabar por completo con el estado de derecho social y democrático que tenemos desde 1978. España está encaminada a ser el prostíbulo de Europa y del mundo “más rico”. Las “medidas” de un inepto como Rajoy no son más que un reflejo de la terrible situación económica que azota el país.

Como ya he explicado aquí muchas veces, España es extremadamente dependiente de los movimientos globales para poder importar todo lo que necesita importar. El país ahora también es receptor neto de las remesas que mandan españoles en el extranjero, creando una dualidad cada vez más creciente de españoles con la “suerte” de tener familiares fuera, y con inmigrantes “no españoles” que cada vez tienen menos dinero para enviar a sus países. Una de las medidas económicas que yo tomaría si fuera Presidente de España sería clavar un impuesto notable sobre todas las remesas, para poder garantizarle a la población más vulnerable los servicios básicos del Estado y así mantener nuestra democracia con solidez, coherencia y cohesión.

España exporta muy poco y su economía depende mucho del consumo interno. La economía española tiene una base muy débil y depende muchísimo de los mercados exteriores. Esto demuestra, con el lenguaje frío de los datos económicos, la dificultad que tiene intentar consolidar un Estado democrático y social como sistema en un solo país. Países mucho más poderosos que España tampoco han podido así que mucho menos lo podrá hacer una peninsula en la periferia de Europa, cerca de África, a unas pocas horas de distancia en vuelo del país más poderoso de Europa – Alemania.

¿Qué actitud hemos de adoptar entonces ante tantas reformas dañinas y antidemocráticas? ¿Cómo podemos seguir perfeccionando el liberalismo? En primer lugar, en un sistema democrático liberal, es perfectamente posible y compatible tener empresas públicas y bienestar social. Una economía liberal NO necesita privatizarlo todo. Eso siempre fue un tópico en la izquierda e incluso por supuesto entre ciertos individuos que se hacen llama “liberales” pero que en realidad son anarquistas del mercado. En España, por ejemplo, gran parte de las privatizaciones han sido un desastre total que solo ha beneficiado a 4 gatos (amigos del poder, que no de la democracia ni mucho menos de la libertad). Un sector público moderado puede existir en un sistema liberal, con la siguiente condición: un control firme de austeridad por parte del estado para evitar excesos. Lo mismo diré de las empresas multinacionales, las extranjeras. Mucho cuidado con la chulería, porque el derecho internacional permite EXPROPIARLAS si hay buenas razones, siempre y cuando se les pague la debida indemnización. Los liberales no deben temer la palabra “expropiar” porque hasta la propia Constitución de EEUU lo reconoce. No sé tú, estimado lector, pero tengo serias dudas de que los autores de la Constitución de EEUU fueran “chavistas”. Y eso lo menciono porque no hay nada malo con la existencia de esas empresas en España, pero los liberales deberían exigir que se cumplan las leyes laborales existentes en el país y que los españoles estén en control de sus destinos mediante el control efectivo de la democracia – la soberanía del pueblo, en otras palabras. El minuto que esto empiece a fallar, quizá va siendo hora de dar un toque de atención a los responsables. Para mí está claro que ni Rajoy ni los más extremistas en la derecha y la izquierda quieren defender la democracia española – creo que se la quieren cargar.

Por lo que me van diciendo, en España existe un sentido generalizado de pesimismo y desilusión entre la población. Eso es extremadamente peligroso para la democracia liberal.

Parece que todos los españoles están de acuerdo con que la situación actual no es sostenible, que “algo debe cambiar” o “algo se debe hacer”. La pregunta principal es — ¿qué debemos hacer?

La idea de que los problemas de España se van a resolver con las reformas de Rajoy es un terrible error. De hecho, es peligroso para la democracia. No se me ocurre una sola medida positiva que ha hecho Rajoy desde que ganó las elecciones. Qué gobierno más mierda, señores. Creo que el gobierno de Rajoy es el peor gobierno que ha tenido España en toda su historia de democracia moderna. Sí, he usado una palabrota. ¿Te ofende eso? Si te ofende, más te valdría ir a una misa con tu abuelita, papista.

En España, cada vez más se abre una brecha inaceptable entre el sector público y privado. Los ministerios públicos deberían rejuvenecerse de forma inmediata para reforzarse – sí, es decir, despedir a los apoltronados que solo viven del calentar la silla en la oficina pero no implicarse mucho en la defensa de nuestra democracia y lo poco que queda de ella.

En mi opinión, realmente la única vía para el progreso en España tendrá que ser una unión con países afectados de forma parecida por las políticas de Merkel. No cabe otra opción que un frente “sudeuropeo”, mediterráneo si así lo prefieres llamar (aunque España no es solo mediterránea) como bloque que representa ciertos valores en el seno de Europa: democracia, fortalecimiento de las instituciones, una sanidad básica para todo ciudadano, educación primaria y secundaria gratuita para el ciudadano, y una existencia de derechos para proteger la integridad física y mental del ciudadano trabajador. España sola no podrá, pero sí podremos con otros aliados sufriendo los mismos problemas. La suerte de la democracia en España está íntimamente ligada a la suerte de la democracia en Grecia, en Itala, en Portugal y hasta en la propia Francia y Latinoamérica (que sufre algunos problemas parecidos en algunos países).

En vez de optar por resignarse y decir “es lo que hay” con respecto a las directrices alemanas contra España, en vez de ceder a las tendencias que quiere Merkel, la sociedad civil y especialmente los liberales españoles deberían estar pidiendo más democracia, más justicia en las relaciones económicas, menos MONOPOLIOS, más libertad personal. Sólo una perfección del entendimiento que tenemos del liberalismo nos permitirá seguir adelante.

La única manera real para mejorar las cosas es hacer que los ciudadanos sientan que son ellos los que están en control de su destino, esto es, reforzando mucho más la democracia, el estado social democrático y trazando unas líneas rojas contra lo inaceptable. No es aceptable la esclavitud en nuestro país, no es aceptable el “modelo chino” para España, no es aceptable la competencia desleal, no es aceptable la eliminación de la sanidad pública, no es aceptable cargarse la educación para imponer la grotesca y terrible idea de los préstamos estudiantiles como ocurre en EEUU por desgracia para los que los sufren, no es aceptable aceptar ser un país de camareros al servicio de los turistas alemanes y otros extranjeros, no es aceptable reformar la Constitución en menos de 24 horas porque “los mercados así lo dictan” sin consultar con el pueblo. ¡Basta! Yo no puedo aceptar que se burlen del proceso democrático de una forma tan grotesca, sucia y cínica.

Quítate la venda de los ojos – en España te están secuestrando la democracia y los responsables tienen nombres y apellidos – están en el PP y en el PSOE. Los conoces. Les votamos. ¿Hasta cuándo, señores?

¿Qué democracia es esa en España? ¿Cómo van a intentar seguir introduciendo de contrabando en la mente de los ciuadanos esa basura podrida, esa estupidez que Rajoy llama “haber cumplido con mi deber”? No, señor Rajoy. Tú no has cumplido con tu deber a los ciudadanos. Tú has cumplido con tu deber a los intereses ajenos a la ciudadanía. Ésta mostrará su venganza en las urnas próximamente.


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