En 1997 James Cameron tocó techo. Por lo menos en dos cosas. El reconocimiento a su labor en cuanto a la dirección (Oscar al mejor director) y poner a su película en lo más alto de la tabla en cuanto a recaudación. Como todos sabreis, ese hecho lo ha vuelto a hacer recientemente con su última película, “Avatar”. Pero no vamos a hablar de ella, la cual ya hizo correr ríos de tinta en su momento. Y creo que ya se ha dicho todo lo que se podía decir sobre ella, tanto bueno como malo.
Otra cosa es el tema del barco, del pedazo de barco que se la pegó con un iceberg. La noticia en cuestión es que va a volver a la cartelera dentro de un tiempo. Lo cual es bueno y malo, segun se mire. Por una parte me parece bien que se reestrenen películas. Disfruté cuando volví a ver “Star Wars” y sus secuelas en la pantalla grande, veinte años después de su estreno. Y es que hay películas que se disfrutan enormemente en una sala de cine. Aunque los avances tecnológicos hayan hecho que tu sala de estar pueda estar equipada y simular dicho disfrute. Sea por los Home Cinema, el Blu-Ray o dentro de poco… el 3D. Ese formato que ahora nos lo venden como la panacea a la hora de saciar nuestra hambre cinéfila (o deportiva ya puestos).
A mí James Cameron no me disgusta. Si no fuese por él no habríamos podido ver películas como “Terminator” (y secuela), “Aliens” o la divertida y frenética “Mentiras Arriesgadas”, entre otras (aunque su filmografía no sea precisamente extensa). Pero entre la noticia que nos ocupa y otra que publicaré recientemente, parece que el bueno de Cameron se está pareciendo a George Lucas en cuanto al aspecto financiero se refiere. Ya que en cuanto a las dotes de dirección la diferencia es bien clara. ¿Otro megapesetero (bueno, estamos con el euro, pero siempre me ha gustado ese término) a la vista? Probablemente.
Porque una cosa sería reestrenar Titanic porque sí, y otra vender la moto de que será en 3D. ¿Hace falta ahora verla en tres dimensiones para disfrutarla mejor? Porque igual yo soy muy excéptico y desconfiado, pero lo veo más como una forma de exprimir y vender algo con un envoltorio nuevo, que otra cosa. Y será el 10 de Abril del 2012 la fecha elegida (la cual a su vez es la que inició el viaje del barco real). El mismo Cameron ya se encuentra trabajando en ello. Poniendo la carne en el asador y esperando que de nuevo pueda pegar otro “pijazo” (aunque ni mucho menos será como el que tuvo en su momento, eso no lo dudo) con el dichoso reestreno. Cabe el saber si esa “actualización” será mejor que la de otras películas que se han visto maquilladas y transformadas al 3D (caso de “Furia de Titanes). Aunque mucha gente cree que Cameron lo hará bastante mejor y que intentará que el nivel del 3D sea óptimo.
¿Y vosotros? ¿iréis a verla de nuevo? Yo como que no. Ya lo digo por adelantado.