Melina veía con asombro lo entusiasmado que estaba su hijo esa mañana mientras jugaba con un barco de plástico en el centro de la sala.
-¿A qué juegas hoy?
-A los piratas informáticos.
-¿Cómo es eso? ¿Dónde están?
-Los he generado con mi tablet, con la ayuda de una IA china.
-Ummm, déjame ver...
Melina toma el barco de juguete, lo acerca a la cara y comienza a inspeccionarlo cuidadosamente.
-Ah, sí, ya veo a los piratas. Hay al menos siete. ¿Todos fueron creados con la inteligencia artificial?
-No todos son "artis". La mayoría son reales.
-¿Y por qué hay uno amarrado a una silla y otros dos parecen estar torturándolo?
-No es una tortura, mamá. Han capturado a uno de los "artis" y le van a aplicar una inyección con un suero muy potente para probar "La Cura".
-¿La Cura?
-Transforma a los "artis" en personas de carne y hueso.
-¡Ja! Qué interesante, hijito. Quiero ver cómo es eso.
-No es muy agradable de ver. Apenas le inyectan el suero, los "artis" comienzan a convulsionar y babear por varios minutos. Luego se quedan quietos, duermen como bebés y, al despertar, descubren que son completamente normales, como si hubieran sido paridos por una mujer.
-Todo eso está muy bien, pero ¿por qué quieres convertir a los "artis" en personas comunes y corrientes?
-Es para un proyecto del colegio. El profesor de informática dijo que no podíamos usar inteligencia artificial, así que con el suero fue la única manera de evitar que sacara una mala nota y perdiera la asignatura.
-Creo que no debiste recurrir a la DeepSeek en primer lugar.
-Tuve que hacerlo porque no tenía suficientes tripulantes para mi barco, La Hispaniola. Con la DeepSeek fue muy fácil generarlos para ponerla en alta mar.
-¿Y de dónde sacaron el suero mágico?
-No querrás saberlo, mamita linda.
-Comparte tus secretos con mami, hijito hermoso. Dímelo.
-Los piratas se lo robaron de una instalación secreta del gobierno.
-¡Por Dios, nenito! ¿Y cuándo tienes que presentar la tarea?
-En dos días, cuando ya esté terminada.
-¿Qué te hace falta? ¿Te puedo ayudar?
-Los piratas tienen que recuperar un tesoro.
-¿Cuál?
-Una joya legendaria y esquiva: El Tintero de Oro.
Al escuchar el nombre, Melina sintió un escalofrío bastante incómodo.
-Nene, creo que ya es hora de que descanses de esa DeepFake. Mejor pones tu tablet a un lado y ves algún programa de acción en Netflix. Quizás un thriller de horror no te caería mal.


