Revista Boda

Hagas lo que hagas ponte bragas

Publicado el 28 mayo 2014 por Ta @detrasdeunaboda

Mi abuela decía mucho esta frase. Mucho. Mi abuela tenía muchas manías pero una por encima de todas: siempre con bragas limpias por si acaso te pasaba algo. Y siempre, siempre, las mejores bragas guardadas en el cajón de la mesita para el día que tocaba ir al médico. Y como mi abuela estoy segura que todas las abuelas del mundo también guardaban las mejores bragas para el médico y no para su marido.

Aún recuerdo aquel 2 de Enero de 2006 cuando mi abuela vino a verme al hospital tras sufrir yo un accidente laboral y después de darme besos me dijo “y seguro que llevabas un “tangona” de esos que usáis ahora que no os tapan nada” Y me reí, me reí pero tenía razón mi abuela pero le dije que no… No era el momento de darle ese disgusto a la señora.

Y vosotras estaréis diciendo que esto es un blog de bodas y que se me ha vuelto a ir la cabeza y vengo a hablaros de bragas… No tranquilas, esto deriva en las bragas de la novia. Una de las búsquedas más importantes junto con la del vestido es la de la ropa interior de novia. Es ese momento en tu vida en que te planteas si ir cómoda o sexy. Ese momento en que alguien te dice que para que vas a ir sexy e incómoda si ya está todo el pescado vendido. Ese momento en que llegas a comprarte dos modelos: uno para el día y otro para ponerte justo antes de iros a la cama (o dónde quiera ser que os vayáis). Yo reconozco que no le di muchas vueltas al tema… Yo soy muy de comodidad así que podría haberme casado con mis bragas básicas del Women`s Secret tan tranquilamente.. O con esas bragas que me compré en el Primark que brillan en la oscuridad y que causaron furor el día que lo conté por Twitter.

Dicho esto tengo que decir que al final caí en la presión y decidí buscar una ropa interior sexy pero cómoda. Total, que en plena búsqueda acabe pagando 30 euros por unas bragas (vosotras sabéis la cantidad de bragas que te puedes comprar en el Primark por 30 euros???) que se llaman “Burbujas” porque dice su fabricante que el tejido imita a los racimos de uva y a las pequeñas burbujas de aire que se crean en ocasiones en el vino. Toma ya. Y estamos hablando de bragas. Total que me tiré meses contándole a todo el que se movía que mis bragas se llamaban burbuja y la historia de las uvas.

A la vez que contaba la historia del nombre de mis bragas y explicaba que a mi aquel encaje y adornos poco o nada se me parecía a lo que decía el creador de las mismas me aterrorizaba el momento de tener que fotografiarme con ellas. Con ellas y el sujetador of course. Vamos, fotografiar mi versión de novia en paños menores. No es por vergüenza, os aseguro que soy capaz de cambiarme de ropa en mitad de la calle sin ningún problema, o sino que se lo pregunten a algunos vecinos de una calle de El Prat de Llobregat en junio del 2011 pero una cosa es cambiarme y otra fotografiarme.

Adoro la fotografía de bodas pero no soporto las fotos de la ropa interior, quitada o puesta. No. No entiendo que puede aportar al reportaje de tu boda fotografiar tu sujetador y tus bragas encima de la cama. O posar como nada en bragas y sujetador delante del fotógrafo. No lo entiendo. Imagino que es cuestión de gustos pero a mi no me va.

Durante los preparativos de la boda, vi muchísimas fotos de ropa interior que no me hacían cambiar de opinión y me preguntaba a mi misma si aquello sería obligatorio y normal. Descubrí por entonces las sesiones boudoir y reconozco que vi algunas que me gustaron. Una sesión boudoir si… pero quizás el día de tu boda, con todos los nervios del mundo, tu madre, tu padre, tus primas las del pueblo y tus amigas pululando por allí o al otro lado de la puerta no sea el mejor momento de hacerlo. Mejor, hazla otro día… que las bragas que te has comprado no son de usar y tirar!!!!!! No sólo vi fotos de novias en sesiones boudoir no… Y, es tan real como la vida misma, llegué a ver fotos publicadas en Internet por las propias novias dónde no sólo le veías su ropa interior sino que veías claramente el tipo de depilación que había elegido para ese día. Y me entendéis, no os estoy hablando de si piernas enteras o medias piernas.

Yo no podía quedarme con la duda de si mi ropa interior iba a ser fotografiada hasta el día de mi boda por supuesto, por lo que pregunté a mi fotógrafa. No fotografiaba la ropa interior a no ser que la novia lo pidiera. ¡¡¡¡Bien!!!! Y es que os aseguro, que a mi esas fotos donde a las novias se les ve más carne que vestido, donde el culamen toma mayor protagonismo que la sonrisa de la novia o donde la novia va con balcones a la calle (os explico aquí lo que es esto) llegaron a quitarme el sueño. Pensaréis que soy tonta, que si algo no me gustaba y no quería hacerlo no tenía porqué y es cierto, pero llegué a ver tantas fotos de novias (sexys o no) en bragas que me planteé si no había nadie que dijera que no a eso. Busque por Google y en varios foros encontré a más novias que deseaban recordar y tener plasmado sus momentos preparativos sin enseñar cacho. Y no lo enseñé.

Durante mis preparativos aquel 8 de Septiembre mi fotógrafa y mi videógrafo me dijeron aquello de “empieza a prepararte y cuando estés con el cancan puesto avísanos” Y así me vieron, en cancan y sujetador. Me vieron y me grabaron pero os aseguro que tengo unas fotos preciosas de mis preparativos donde no se ve ná de ná.

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Y tú, ¿eres de las de fotografía en ropa interior sí el día de tu boda o de las que no?

FOTOGRAFÍAS: Nuria Fernández. Rafer Fotógrafos.


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