Hai to Gensou no Grimgar

Hoy vengo con la reseña de un anime del que no conocía su existencia pero me lo crucé y en un rato en que tenía la necesidad de desconectar, me puse a verlo. Ya dije en mi última entrada que no sé si tendré mucho tiempo para el blog, pero bueno, alguna que otra cosa irá cayendo.

Esta serie es una adaptación de unas light novels escritas por Ao Jûmonji e ilustradas por Eiri Shirai. Hasta el momento lleva 19 volúmenes y sigue abierta habiendo empezado la publicación en el año 2013. Por cierto, las novelas están disponibles en inglés por J-Novel Club. Del anime de 12 capítulos se encargó el estudio A-1 Pictures en el año 2016.

ArgumentoUn grupo de personas se despierta en el interior de una torre, a oscuras. Al salir al exterior de ésta, aparte de sus respectivos nombres, no recuerdan nada de sí mismos, ni de dónde son, qué hacían antes o cómo han llegado a ese lugar que desconocen. Ni siquiera recuerdan quiénes eran sus seres queridos. 
No tardan en informarles de que se encuentran en Grimgar, un mundo donde los humanos son minoría frente a todo tipo de bestias. Por eso, deben convertirse en "voluntarios" para proteger las pocas ciudades que hay. Matando a estos seres se podrán quedar con sus botines que intercambiarán por dinero para comprar comida, ropas, equipamiento de batalla e incluso habilidades o hechizos que les darán mayores opciones de victoria en las peleas. 
Cuando está claro que no tienen más opciones, los que tienen pinta de ser más fuertes forman un grupo por su cuenta y quedan seis jóvenes que no les queda otra que unirse. Manato se convierte en el líder del grupo de los debiluchos y toma el rol de sanador. Luego está Haruhiro, que será ladrón; Ranta será el caballero oscuro; Yume, la cazadora; Moguzo será el guerrero tipo "tanque" y Shiharu la maga. 
Grimgar es un mundo peligroso en que deberán aprender a luchar para seguir adelante. Esto conlleva aprender a matar a otra criatura, pero, también, correr el riesgo de no volver vivo.
ReseñaAlgo a mencionar no muy relevante es que la serie pertenece al trillado género de los isekais. No obstante, aunque ya sabéis que me encantan, esto parece más un factor para atraer al público fan del género porque no tiene la más mínima relevancia, al menos, durante el anime y, por cómo avanza, no tiene pinta que en las novelas llegue a ser un hilo del que tirar. Por ejemplo, al inicio Haruhiro piensa como acto reflejo "¿y mi móvil?" para al momento darse cuenta que no sabe lo que es un móvil. Hay un par de momentos más en que los personajes comentan cosas o sensaciones de su pasado pero están confusos y, poco a poco, esto se va diluyendo. Todo apunta a que es este tipo de historias en que gente se ve arrastrada al interior de un videojuego pero la componente del isekai en la trama es prácticamente nula y sólo somos conscientes quienes la estamos viendo.
Pasando a la serie en sí, en general puedo decir que he quedado bastante satisfecha. No es original y tiene cosas predecibles, pero me ha llegado a sorprender para bien. Posee un inesperado toque maduro y trata muy bien sentimientos como el rechazo a matar otro ser vivo o el miedo a morir. Pero, sin duda, lo que hace que gane muchos puntos es cómo tratan el drama de la pérdida, el luto. Y es que tras unos primeros capítulos en que les vemos sufrir pero estrechar lazos y mejorar en la lucha... alguien muere. No diré qué personaje, claro, pero la serie pivota alrededor de esta pérdida en todo lo que dura el anime y los personajes que le sobreviven son muy humanos, cada uno llevando el duelo a su manera. Además, no es una pérdida que pronto sea olvidada como pasa de manera irreal en muchas series, no, aquí tiene auténtica trascendencia.
Para poder seguir adelante el grupo debe incorporar un nuevo miembro que supla el rol perdido y quien llena el hueco es Mary, la típica chica-robot, al menos en apariencia. No, ella tampoco es tan plana y su triste historia es como la otra cara de lo que les sucedió al resto.
En cuanto al final, es cerrado en sí mismo a pesar de saber que la historia continua en las novelas. Intuimos que los personajes seguirán viviendo aventuras peligrosas pero en los 12 capítulos que dura se cierra el arco inicial y el de la historia de Mary, la recién llegada, lo que supone las dos primeras novelas por lo que he investigado. Un contenido adecuado para la duración que tiene esta adaptación.
Todos los personajes pecan de seguir un estereotipo u otro pero, como he dicho, me han parecido muy humanos y que van más allá del cliché del que parten. Debo decir que precisamente quien muere era mi personaje favorito hasta el momento, así que yo también llegué a sentir la pérdida y no me avergüenza decir que se me saltaron las lágrimas. La serie me ha llegado a emocionar y ya sea por sus virtudes o por haberla visto en el momento preciso, me quedo con todo lo bueno que tiene.

Sin embargo, no puedo callarme que peca de tener su defecto y es el fanservice. No es excesivo ni constante, pero empaña las buenas sensaciones generales. Una pena que sean incapaces de hacer una serie sin caer en esos momentos ridículos. Al menos, la construcción de los personajes femeninos, salvo la de cierta secundaria, es bastante buena.
La animación me parece otro punto a su favor aunque flojee en ciertos momentos, pero los escenarios dibujados de una manera casi de boceto de acuarela le da un toque especial. Hay fondos muy bonitos y detalles interesantes en el diseño sin ser nada especialmente original. También me ha llamado la atención que en casi todos los capítulos, aparte del opening y el ending, se introducen canciones y creo que sin repetir ninguna.
Hai to Gensou no Grimgar no es una serie de mucha acción para lo que se esperaría que es un MMORPG pasado a anime, sino un drama que trata el crecimiento más bien lento y profundo de los personajes. Supongo que no tuvo un gran éxito en su momento o habría tenido una segunda temporada, pero si su función era darla a conocer y despertar el interés por el material original de las novelas, misión cumplida, ahora me gustaría leerlas para ver qué les depara en este mundo al grupo protagonista.