Se abrían entre la lluvia jirones de luz anaranjada, y flotaban sobre las aguas laberintos de palacios con encajes de mármol.
Los canales de aguas verdosas y violetas reflejaban paisajes azules y dorados de Tiziano, fachadas encendidas, piedras ocres de Ruskin y ventanales Góticos de Fortuny, mientras que perdidas en el tiempo, se dibujaban las acuarelas crepusculares de Turner, los nocturnos de Whistler y el fantasma de Claude Monet pintando los reflejos de San Jorge.
F. Cienfuegos