'Hail to the King, baby'

¡¡Ya está aquí, ya queda poco, al final va a salir!! Parece mentira, podría ser un chiste, pero no, ya podemos confirmarlo ¡ya lo hemos probado!
Duke Nukem, el “Chuck Norris” de los videojuegos, está a la vuelta de la esquina: llegará el 10 de Junio a España para Xbox 360, PlayStation 3 y PC, y nosotros os vamos a contar qué nos ha parecido.

Este pasado Jueves 19, la división española de 2K Games organizó una presentación en Barcelona para enseñar Duke Nukem Forever a los medios de prensa.

Dicha presentación tuvo lugar en un conocido bar musical de la zona alta de la ciudad, Oto Zutz. Ahí acudimos unas 30 personas de diferentes medios especializados. Estábamos todos bastante expectantes, pues además de poder probar al fin el juego íbamos a conocer a Randy Pitchford (CEO de Gearbox Software), toda una eminencia en la industria.

La presentación.
Después de los reencuentros y saludos habituales con todos los compañeros ahí presentes, nos dirigimos a una sala VIP, donde Randy Pitchford nos hizo una pequeña introducción previa acerca de la más que famosa historia del laaaaaaaaaaaaaaaaaargo desarrollo de este juego. Randy nos recordó sus inicios como desarrollador en 3D Realms, y destacó el gran ambiente, esperanzas e ilusión que desde el primer momento todos pusieron en este proyecto. Y aunque no entró en detalles de porqué desgraciadamente este proyecto se ha demorado tanto, si qué destacó su intervención para salvarlo y el porqué tomó la decisión de adquirir los derechos de la franquicia y continuar el trabajo hecho en 3D Realms, y cito textualmente sus plabaras:

“Yo no podría vivir en un mundo sin Duke Nukem, ¿y vosotros?”

Y así dió paso a la demostración.
La demo correspondía a una versión casi final del juego, que funcionaba en un portátil ASUS y que era conducida por uno de los chicos de 2K¹, que jugaba con un mando de Xbox 360, mientras Randy iba comentando detalles del juego y curiosidades del desarrollo.
Por ejemplo comentó que han dejado algunos elementos originales de las versiones más antiguas como “easter eggs“, que el juego dura unas 15 horas (como unos 2 o 3 Call of Duty juntos), y que la mecánica jugable va más allá de la acción. Y efectivamente, en la demo pudimos ver un buen arsenal de armas, una jugabilidad llena de puzzles y plataformeo y sobretodo mucho sentido del humor.

Una vez vista la demo, salimos muy satisfechos ya directos a la sala donde la organización había habilitado varias Xbox 360 para comprobar por nosotros mismos lo que nos deparaba algún otro nivel del juego.

Eso sí, antes había que pararse a tomar algo aprovechando la barra libre. Fué momento de charlar entre nosotros para poner en común nuestras impresiones mientras tomabamos jamoncito, pinchitos y una cervecita… ya sabéis, la vida del reportero es muy dura.
Además para animar un poco el evento, la organización trajo a un par de modelos vestiditas de colegialas, al más puro estilo Duke Nukem… tranquilos, no os pondré fotos que ya sé que estáis muy hartos de ver tanta carne. Conformaos con las chicas virtuales.

Randy Pitchford.
Pero ya que había cola probar el juego, servidor, mientras seguía engullendo cuanto podía, aprovechó para acercarse al Señor Pitchford y entablar conversación con él. No todos los días tienes a tu alcance a alguien tan importante de la industria con quien intercambiar unas cuantas palabras.
Y debo desde aquí dar gracias al Sr. Pitchford porqué fué muy amable. Un tío la mar de majo, sincero, directo, natural e interesante.
Me contó cosas tan curiosas como que él tiene la costumbre de que cuando un juego suyo sale a la venta, va la tienda a comprarlo y jugarlo a su casa de ‘pe a pa’, como cualquier otro consumidor normal. Que juega mucho a la Xbox 360, que reconoce que es un loco de los logros, aunque (supongo que ante mi mirada de “odio”) tiene cuenta de STEAM y le encanta la plataforma de VALVe, que la considera muy cómoda y útil.
También me dijo que tiene la esperanza de que la franquicia de Duke Nukem se expanda en algún momento más allá de Duke Nukem Forever, del cual me insistió que aunque sea un juego que han acabado en Gearbox, es un juego totalmente hecho y concebido por 3D Realms².
Precisamente sobre el juego me explicó que en los últimos dos años tuvieron que rehacer el motor gráfico un par de veces, pues aunque gráficamente no sorprenda, tiene muchos otros aspectos técnicos detrás que no se ven (en cuanto a interacción e IA) que dieron problemas y dificultades para conseguir que funcionaran correctamente en las versiones de consola.
Sobre la más que probable polémica y controversia que el juego puede causar no entró en detalles, aunque aseguró que precisamente el juego no pretende hacer apología del machismo o del sentimentalismo patriótico americano. Todo lo contrario, el juego se ríe de todo eso.

Otra de las cosas que me llamó al atención mientras hablábamos es que se atrevió a comparar el juego con Half Life 2. Sí, salvando las distancias, obviamente, quiso hacer hincapié en la cantidad de shooters que centran su jugabilidad únicamente en la acción y los disparos, mientras Duke Nukem Forever sigue una línea mucho más cercana a la de Half Life 2. Efectivamente; si no hubiese visto al demo previa en aquel momento le hubiese saltado al cuello, pero no, en aquel momento no dudé en creerle.

Always bet on Duke

El juego.
Entonces ya pasamos a probar el juego y lo primero que debo decir es que gráficamente no me impresionó para nada… todo lo contrario: la versión de 360 que probamos tenía muchos jaggies y una falta de definición preocupante. Pero como justo antes ya me había advertido Randy Pitchford:

“quien juegue a Duke Nukem Forever sólo por los gráficos, probablemente no debería estar jugando a este juego”

Así que una vez despreocupado por como lucía el juego³, ya me puse a observar otros detalles del entorno, inspeccionarlo todo a mi alrededor y a disparar como un poseso a los malditos alienígenas. Y efectivamente, el juego cumple con todo lo que Randy Pitchford nos había prometido. Duke Nukem Forever es divertido en su concepto, variado en su jugabilidad y probablemente se convierta en un imprescindible del género. Los años de espera han valido la pena.