Revista Ciencia
A principios de esta semana, Ibama, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente, contabilizó quinientos treinta pinguinos muertos entre el viernes y el domingo pasado en las ciudades costeras de Peruíbe, Praia Grande y Itanhaém. Además también encontraron otras aves, cinco delfines, tres decenas de tortugas una de de las cuales pesaba ciento cincuenta kilos y demás animales marinos muertos en las playas de estas ciudades.
Si se consideran datos de otras regiones, la cantidad sería mucho mayor.
Biólogos y especialistas de la Universidad de São Paulo y de un centro de estudios de animales salvajes se encuentran analizando los restos de estos animales para determinar la causa de las muertes.
En el caso de los animales encontrados en Praia Grande, la alcaldía de la ciudad descartó la posibilidad de que fuese por la contaminación y sostiene que las muertes de estos animales se deben a una posible falta de alimento.
La veterinaria del Centro de Rehabilitación de Animales Marinos, Andréa Maranho, que acogió algunos de los animales que encontraron con vida para su recuperación, asegura que los pingüinos y los otros animales, son especies que emigran en estas épocas del año desde la Patagonia argentina y llegan a aguas brasileñas arrastradas por las corrientes, algunos muy débiles y en busca de alimento.