Revista Cocina

Hamburguesas de quinoa y puerro con salsa de yogur y rúcula

Por Laura Perezábad @Gacetalimento
Hamburguesas de quinoa y puerro con salsa de yogur y rúcula
Aunque culinariamente se la compare con el cuscús o el arroz, la quinoa o quinua (Chenopodium quinoa) es de la familia de las quenopodiáceas, a la que también pertencecen, por ejemplo, la remolacha, la acelga y la espinaca. Sin embargo, la usamos de la misma manera que un cereal y también molemos su grano para hacer harina, por ello nos referimos a ella como un pseudocereal. Otro ejemplo de pseudocereal conocido es el amaranto. 
Originaria de los Andes, la quinoa es un recurso alimentario natural de alto valor nutritivo cuya importancia es cada vez más reconocida. Y es que no solo se le reconocen sus propiedades nutritivas, sobre todo en cuanto a la calidad de sus proteínas, sino también su diversidad genética y capacidad de adaptación a diferentes condiciones agroambientales. Ante el reto de incrementar la producción de alimentos de calidad para alimentar a la población mundial, la quinoa es una alternativa para aquellos países que sufren de inseguridad alimentaria. Minúsculas semillas que parecen perlas y que perlas son, una joya de beneficios que llevó a la Asamblea General de las Naciones Unidas a delclarar el 2013 como el "Año Internacional de la Quinoa".
La quinoa no solo es un ingrediente muy sabroso sino que resulta mucho más versátil en la cocina de lo que se pueda imaginar. En estas ricas hamburguesas de quinoa y puerro con salsa de yogur y rúcula, la combinación con el sabor azufrado del puerro y el aromático y ligero toque del perejil, resulta excepcional. La salsa de yogur con rúcula las acompaña muy bien, permite crear un bonito contraste de color y aporta suavidad junto a una atrevida nota picante. No hay mucho más que decir, ¡vamos a mojar quinoa hasta no dejar ni gota!
Ingredientes para 4 raciones
Para las hamburguesas de quinoa:
  • 150 g de quinoa
  • 2 puerros, limpios de las capas externas
  • 650 ml de agua o caldo vegetal
  • 2 huevos medianos, batidos
  • 1 cucharada grande de perejil picado
  • Aceite de oliva virgen
  • Pimienta negra molida y sal, al gusto
  • Rúcula para acompañar
Para la salsa de yogur:
  • 1 yogur natural cremoso, tipo griego
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • Pimienta negra molida y sal, al gusto 

Modo de preparación:
  • Lavar los granos de quinoa durante unos segundos bajo agua fría, frotándolos ligeramente, hasta ver que no dejan espuma. Escurrir bien y reservar. 
  • Cortar el puerro en rodajas finas. Calentar una cucharada de aceite de oliva virgen en una cazuela de acero inoxidable y pochar el puerro, a fuego medio, hasta verlo dorado. 
  • Verter el agua o caldo en la misma cazuela y, cuando rompa el hervor, añadir la quinoa. Dejarla cocer, tapando la cazuela y a fuego medio, hasta que se absorba el líquido, sus granos se tornen transparentes. Retirar del fuego y esperar a que se enfríen. 
  • En un cuenco, mezclar la quinoa y el puerro con los huevos, el perejil, pimienta y sal. Separar una bola de masa, más o menos del tamaño del puño, apretarla y aplastarla dándole forma de hamburguesa. Colocar las hamburguesas en una placa de horno engrasada con aceite de oliva y hornearlas hasta verlas doradas, unos 25 min, a 180 °C y dándoles la vuelta a mitad de cocción. 
  • Mientras se hornean las hamburguesas preparar la salsa de yogur para acompañar. Batir el yogur cremoso con el zumo de limón y salpimentar. 
  • Servir las hamburguesas con la salsa de yogur y rúcula. Finalizar con un fino hilo de aceite de oliva virgen extra sobre la rúcula. 

NOTA: El horneado disminuye el contenido graso de las hamburguesas pero resta palatabilidad al plato. Si no se desea evitar la grasa, se puede elegir la fritura a la hora de preparar las hamburguesas. Freír en aceite de oliva virgen bien caliente y dejar reposar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. 
 
Hamburguesas de quinoa y puerro con salsa de yogur y rúcula
La quinoa y su completa proteína
 
El cuerpo humano elabora sus propias proteínas a partir de los distintos aminoácidos disponibles. Esta síntesis requiere la presencia de todos los aminoácidos esenciales, aquellos que el organismo no es capaz de sintetizar y necesita recibir de los alimentos, en unas proporciones concretas. Mientras que la proteína de los cereales se caracteriza por ser escasa en el aminoácido esencial lisina y la de las legumbres en el aminoácido esencial metionina -razón por la que hablamos de proteína de “bajo valor biológico” o “incompleta”-, a la proteína de la quinoa no le falta ninguno de los aminoácidos esenciales, los tiene todos y en una proporción óptima. Además, al no contener gluten, hace la vida más fácil a las personas celíacas, que no pueden incluir en su dieta ni el trigo ni otros cereales como la cebada, el centeno o la avena.
¿Te atreves a variar la receta?
 

La quinoa también combina muy bien con ingredientes dulces como la zanahoria o la calabaza y con otras quenopodiáceas como las acelgas y las espinacas. Estos ingredientes pueden sustituir o acompañar al puerro a la hora de formar la masa de las hamburguesas. ¿Y una salsa dulce de yogur con, por ejemplo, trocitos de pera? Manzana con la rúcula, virutas de parmesano o de un buen queso manchego… ¡Saca a relucir tu espíritu cocinilla!

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