Yaaaaa, ya lo sé, os tengo abandonaditos. Este mes, está siendo complicado, y sin tiempo para sentarme tranquila un momento y ponerme a escribir. Se me están acumulando las fotos, los restaurantes, las anécdotas... pero no os preocupéis está todo ordenadito, y esperando a terminar de editar para publicar.
Sin embargo, este mes J me ha sacado de casa unas cuantas veces para que desconectase un poco. A decir verdad, es él el que está eligiendo últimamente los sitios donde cenamos, vamos que estoy en un plan vago, hasta para decidir dónde cenar, y eso nos lleva a que J elija ciertos lugares en función del postre: "A ver ¿dónde cenamos hoy?" "Uy, me apetecen las tortitas del Hot dog's house!"
Dicho y hecho. Nos acercamos hasta el local situado en Alameda San Mamés, y esta vez, para no variar, pedimos las patatas de maíz, sin duda, para mi son las mejores patatas fritas, asi que para romper la tradición, en vez del hot dog, pedí una hamburguesa de carne de buey. Si es queeeee vivo al limite, pido hamburguesas en un local de hot dogs. Este es un tipo de restaurante donde el producto es totalmente adaptado al cliente: tú decides qué salchicha quieres en el hot dog, qué tipo de carne en la hamburguesa, si va con pepinillo, cebolla, queso o cualquier otro ingrediente. Una hamburguesa jugosa, en su punto, y como si la hiciera en casa, poniendole todo tipo de cosas, convirtiendola en imposible de comer sin desparramarla por el plato. Y ahora llega la razón por la que fuimos a "Hot dog's house": ¡sus tortitas! Yo casi nunca llego a pedirlas, me pongo morada a patatas, y sin ganas de postre, y añadiendo que soy más de salado que de dulce... pues eso, que siempre pico de la de J, con chocolate y nata.
HOT DOG'S HOUSEwww.hotdoghouse.comAlameda San Mamés, 34. Bilbao.
Un sitio que siempre está a tope, vamos yo voto por que compren el local de al lado, o que abran otro, ¡siempre está a tope! Los chicos que están tras la barra son super atentos, según entras, te saludan y te toman nota, no son nada pesados y siempre te preguntan si está todo bien. Un pequeño negocio, que se ha hecho un hueco entre tranta franquicia impersonal, apostando por productos locales (os juro que casi lloro cuando vi que la lechuga, era LECHUGA y no Florette), o con productores como Thate para las salchichas. Indispensable ir, sólo por probar las patatas de maíz, en serio, ¡son brutales!