Hamburguesas veganas sin gluten con sabor a pizza

Holi solteronas que van a acabar ¨solas¨ y rodeadas de gatos. Ni tan mal tía. No te hace falta irte a Roma para comer una buena pizza aunque lo cierto es que esto no lo es, es una hamburguesa con sabor a pizza que te va a dejar flipada. Voy a decir que esta receta receta es un poco por el tema de San Valentín, aunque es puro marketing, las puedes comer con pareja, parejas o sola, que es lo que te recomiendo ya que están demasiado buenas como para compartir con alguien, aunque si os queréis, es lo que toca.

Para hacer esta receta, el proceso es bastante parecido a las hamburguesas de sopa, pero los ingredientes con los que se aliñan varían un poco. Lo primero que necesitas es un par de tazas pequeñas de soja texturizada fina, luego la cubres con agua calentita con un poco de tomate frito o, si te quieres poner exquisita y tienes en casa, un poco de tomate concentrado para que le de bien de sabor intensito.

El siguiente paso es esperar, pon música, llama a tus amigas para cotillear, juega con tu gato, lee un libro o lo que te apetezca, si has puesto el agua caliente tardará unos 20 minutos en hidratarse la soja, para comprobar que ya está lista, coge un trocito, mételo en la boca y prueba a masticarlo, si por dentro está seco es que no está, si se deja masticar y está todo blandito, genial, has superado la prueba y puedes pasar a la siguiente fase, enhorabuena.

Aprovecho para decir que si vas a cenar con tu pareja o parejas y te da miedo que os quedéis con hambre, por seguir en la línea italiana, puedes hacer también la pizza barbacoa CON piña, también es una receta para egoístas porque te la querrás comer tú sola, pero bueno, ahí la dejo. En cuanto al postre puedes hacer estas energy balls para que podáis estar follando toda la noche.

El siguiente paso es cortar queso vegano en trocitos, yo utilicé uno que es rollo mozzarella, las pizzas llevan queso, pues las hamburguesas de pizza también. Luego escurres bien escurrida la soja, aplástala un poco contra un colador para quitar el exceso de líquido y luego ponla en un triturador de alimentos junto al queso. Dale caña al mono hasta conseguir una soja finita sin llegar a ser una harina, ese es el punto clave, si te pasas da igual y si no llegas tampoco, no preocuparse.

El siguiente paso es ir añadiendo poco a poco harina de maíz, que no es lo mismo que maicena, hasta conseguir que la masa sea moldeable y no se quiebre, calcula que serán unas 4 cucharadas soperas para dos tazas de soja en seco, pero eso lo tienes que ir viendo tú. Luego añade un poquito más de tomate frito por si no han cogido suficiente sabor y pon un kilo de orégano en la masa.

Luego las formas, puedes cortarlas con estos moldes que vienen muchos y también te sirven para hacer galletas para que te queden perfectas pero si eres una cutre también puedes hacerlas con las manos, no pasaría nada.

Bueno ya voy acabando, fríes la masa un ratito por cada lado hasta que estén doradas y luego te las comes con un vino rico.

Ahí queda! Muak!