Hans Ulrich Obrist

Ayer os hablé del poder del artista y hoy le dedicaré el post al primero de la lista: Hans Ulrich Obrist.
Hans es el curador (curator) más poderoso del arte. Suizo catalogado como el personaje más poderoso del mundo del arte!!!! Razones de tener este título según la revista ArtReview: su amplia red de contactos y su convencimiento de que el arte no es motor de dinero, sino de cambios.
Me esta cayendo bien este Hans ;)
Posicionado por encima de muchos anteriores líderes de este título como Damien Hirst o Charles Saatchi. Hans piensa que el arte no es de los que producen dinero, sino contenido y cambio, y ahí es donde entran los curadores, para plantear y ordenar el sentido del arte en exposiciones, museos y galerías. A Obrist se le vincula con la ciencia, dado que piensa que la experimentación es lo más importante del arte. La labor comisarial va más allá de exhibir arte, funcionan como 'mediadores culturales' que han de pensar nuevos modos de presentación del arte, según las nuevas tendencias.

La verdad es que Hans hizó sus pinitos a edad temprana, con sólo 17 años ya decidió que quería ser curador y a los 23 organizó su primera exposición en la cocina de su casa bajo el nombre de 'World soup' a donde llegaron artistas de toda Europa, abierta durante tres meses registró 29 visitantes. Ahora con 41 años ya lleva a sus espaldas más de 150 exposiciones por todo el mundo. Curiosamente algunas ni siquiera necesitan contar con su presencia, es el caso de 'Do it' de 2008, un proyecto donde cualquier persona podía armar obras de artistas reconocidos, siguiendo un simple manual de instrucciones.

Aparte de su labor como comisario Hans ha publicado libros de entrevistas y tratados sobre la curadoría.

Algunas de sus frases:

• Lo único que quiero es que mi trabajo sea de utilidad para el arte, es lo que me hace feliz. Y aún queda mucho por hacer.
  
• A nadie se le puede olvidar que son los artistas los verdaderos protagonistas. No sólo son las personas más importantes del mundo del arte, sino del planeta porque hacen obras que quedaran para siempre.
  
• Las exposiciones no se hacen sólo para un momento, sino para que perduren en la memoria. No se trata de una maratón, sino de un sprint.
• El futuro del arte es polifónico.