Llueve, hace frio, tengo que ir a fisio, luego a trabajar, encima llueve cada vez mas...Un asco de tiempo, para empezar diciembre. Y de repente, en este universo gris, aparece una amiga, dando color al día, con una caja. Que ya ves tú, una caja sin mas, pero suficiente por el significado que tiene. T y yo nos comimos a besos a I, por que solo una amiga como ella, con dos trabajos, academias de idiomas, y 3+1 sobrinos que la adoran, es capaz de ir a comprar un regalito.
La sorpresa fueron tres botes de "Happy pills", que nos encantaron. A mi no me llama tanto por el contenido, sino por el packaging (bueno, creo que T está contenta con ambas cosas), por cómo han conseguido revalorizar algo tan infantil como unas gominolas. Es algo así como, ¿cómo hacemos que los adultos consuman estas gominolas, pagando un precio mayor, y que encima se enganchen al producto? Pues sacándonos una sonrisa. No hay nada más efectivo para un producto y para la comunicación de éste que el crear emociones y sentimientos agradables hacia él. Y este es el caso perfecto: ponemos un mensaje divertido ("Kit de emergencia" "Para un día sin fútbol" "Por que sí"...), que el cliente pueda personalizarlo, dejamos que él mismo elija qué llevará el bote dentro, añadimos unos envases que se asemejen a pastilleros, y ¡voilà! Todos enganchados a Happy Pills. Vamos, gominolas con glamour.
HAPPY PILLSwww.happypills.comC/Maximo Aguirre, 26. Bilbao
Pues sí, chica, no son más que gominolas, de las de toda la vida, pero hace una ilusión enorme que una de tus dos mejores amigas aparezca con tres botes, y que encima en uno de ellos, ponga "Because you make my day". Hoy, estoy emotiva.
PD: gracias I por ser como eres, y estar ahí siempre. Por cierto, me debes dos mails ;) jajajaja Si tí, y sin T, esto no seria posible.