Tras los pasos de Maimónides
Feliz año a todos.
Reprendemos nuestra vuelta, con una sopa llena de historia y un fiel aliado para depurar nuestro organismo después de los excesos navideños.Se trata de una adaptación de una pocima curativa, muy conocida en algunas zonas del Alto Atlas y a la que los bereberes tienen mucha fe, existe constancia que fue Maimónides quien introduce este brebaje en el norte de África, desde su Corduba natal. Luego hablaremos de ello. El brebaje en cuestión, no es más que una infusión de bayas de enebro, en la que se hierve una cebolla picada y se aromatiza con tomillo y chile o cayena. Esta es nuestra versión.Emulando a la famosa soup d´ognion o sopa de cebolla, agregamos el enebro, el que, además de aportarnos todos los beneficios que esta planta y la sabia naturaleza nos regala, confiere a la sopa de un sabor y buqué extraordinario. Se trata de una sopa muy reconfortante, económica y un regalo para nuestro organismo Solo tenéis que conocer los beneficios terapéuticos del enebro, buscándolo por la red, por ejemplo aquí. Es realmente sorprendente.La hemos hecho así:IngredientesUna cucharada de bayas de enebroDos cebollasUna nuez de mantequilla y una cucharada de aceite de olivaSal, pimienta, hierbas provenzales, nuez moscada y chileEmpezaremos haciendo una infusión con las bayas de enebro, para ello, las machacamos ligeramente en un mortero. Añadimos agua hirviendo, las dejamos un par de minutos, retiramos, tapamos y reservamos.Con la mantequilla y el aceite, rehogamos la cebolla hasta que la tengamos transparente, removemos continuamente para evitar que se queme.En este momento, añadimos la infusión de las bayas que habremos colado previamente. Dejamos hervir unos minutos hasta que la cebolla esté lista.Trituramos todo y añadimos las hierbas, un toque de nuez moscada y servimos acompañada de un chile que habremos añadido a la sopa bien caliente.Listo.Una autentica delicia.Maimónides, el sabio CordobésEl mundo, está repleto de ciudades tan y tan singulares, que con tan solo pronunciar su nombre, nuestro imaginario empieza a trabajar, la historia a correr por nuestras venas, fluidamente y las dudas, muchas veces, nos embargan. Son estas dudas, las que nos animan a investigar a buscar a conocer...
Sin lugar a ninguna duda, Corduba, Córdoba, es una de esas ciudades, uno de esos lugares en el mundo.Primero Séneca el romano, luego Maimónides el judío después Averroes el árabe y la universidad más importante y resplandeciente del medioevo, convierten a la antigua Medina Azahara en un lugar único.
Fue en Córdoba donde Maimónides, el Médico de Córdoba el filosofo, el rabino, nació y pasó su niñez, antes de establecerse en Fes en el destierro.Aparte de sus tratados sobre plantas medicinales y principios médicos, fue el filosofo posbiblico más reconocido.En su obra, hay un extenso repertorio de recetas y formulas magistrales sobre el enebro que hoy nos ocupa, una de ellas, es esa sopa, parecida a la que os presentamos y que aún, a día de hoy, se utiliza en muchas zonas rurales de este Marruecos.Lo mismo sucede con los aceites balsámicos realizados con esa baya y una especie de alquitrán que se destila del mismo y que es un excelente y eficiente repelente para escorpiones y víboras muy preciado y utilizado en el desierto.Caminar por Córdoba y encontrarnos en la Plaza de Tiberiades con el monumento de Maimónides, es un elixir impagable, visitar su casa en Fes, en la Derb Margana, es acercarnos a un pasado próximo muy próximo y una forma de darnos a entender, lo equivocados que estamos en muchas ocasiones.Solo podía nacer en Córdoba.