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El otro día, volvía a casa en plena ventisca cuando me pareció oír una discusión. Ya se que está feo, pero no pude por menos y me acerqué a escuchar.
Era en el hormiguero que hay detrás de casa. La cigarra estaba pidiéndo amparo a la hormiga y esta, en vez de dejarla pasar con la que estaba cayendo, le estaba soltando un sermón tremendo.
A mí, las hormigas me chinchan un poco, son bastante "cabezacuadradas" y no se puede decir que disfruten mucho de la vida. Pero bien que marcaban el paso este veranito cuando la cigarra les amenizaba el curro con sus canciones pachangueras.
Le dije que se viniese a casa a cenar y a calentarse un poquito.
A veces es mejor ir de divo y cobrar un caché tremendo que regalar generosamente tu arte... Le iba yo diciendo al pobre insecto aterido, cuando me interrumpió.
Parece que el problema era más complicado, pero no quería hablar.
Más tarde, después de un par de platos de harira, que harían levantarse de su tumba dando palmas a cualquiera, decidió contarme su historia.
Resulta que la descerebrada cigarra firmó un contrato de confidencialidad con la Reina de las hormigas por ciertos servicios prestados que, caballerosamente, no describió. El hecho es que durante la prestación de estos, le cantó a la dama todo su repertorio y ahora no tiene los derechos de sus propias canciones.
Con los royalties que cobraba no necesitaba mendigar comida, pero ahora...
Yo no pude por menos que reírme, ¡si eran un tostón de canciones! Seguro que ya estaba hasta el moño de hacer siempre los mismos bises. "La bomba", "La barbacoa"...
Al principio pareció ofenderse, pero luego comenzó a reír también: Empezaría una nueva carrera con nuevo estilo, nuevo repertorio y nuevo todo.
¡No mas canciones del verano!
Harira maroquí
100gr de lentejas
100gr de garbanzos
1/2 kg de tomates maduros pelados y cortados en daditos
2 cuellos de cordero, limpios de grasa*
2 l de caldo de pollo
1/2 c.t. cúrcuma
1/2 c.t. de canela
2 c.s de cilantro fresco picado
1 c.s de perejil fresco picado
1 cebolla picadita
30 gr de mantequilla
100 gr de fideos
El día antes poner las lentejas y los garbanzos en remojo en agua tibia.
En una cazuela fundir la mantequilla, dorar el cordero por todos los lados y reservar en un plato.
En la misma cazuela rehogar la cebolla, con 1 c.t. de sal, hasta que esté transparente. Añadir la cúrcuma, la canela, el cilantro y el perejil y remover un poco.
Incorporar entonces el tomate y rehogar 10 min. removiendo de vez en cuando.
Añadir entonces el caldo y el cordero y dejar cocer 1h y 1/2 o hasta que los garbanzo estén tiernos.
Sacar entonces los trozos de cordero y escojer la carne, que volveremos a añadir a la sopa desmenuzada.
Ajustar el punto de sal y añadir los fideos.
Servir acompañada de una rodaja de limón.
*Yo prefiero usar cuellos porque son muy sustanciosos y hacen un caldo muy sabroso, pero si no los encuentras puedes usar cualquier otra pieza de cordero que tenga hueso