Este marco nos permite comprender la situación crítica que atraviesan un sin número de especies propias de estos ecosistemas, y una en particular como es el caso de la majestuosa Harpía, que en otros tiempos supo engalanar en gran número los cielos de nuestro territorio, existiendo hoy únicamente rumores que circulan entre ecologistas y supuestos registros celosamente mantenidos en secreto por los amigos guardaparques, hablan de la presencia de alguna familia en el norte de nuestra provincia; no obstante para quienes queremos observarla y rescatar alguna imagen no nos queda más que recurrir a la situación del lamentable cautiverio. Así fue que en ocasión de mis vacaciones familiares visité las instalaciones del Parque de las Aves de Foz do Iguazù, en donde pude finalmente obtener estas imágenes para que conozcan a este fantasma de la selva. Cabe aclarar que se trata de la primer especie que fotografiamos en cautiverio y compartimos en este espacio , pero debido a la importancia de la misma consideramos que bien valía la excepción.
El águila harpía (Harpia harpyja), también conocida como "Taguató ruvichá" (la rapaz jefa) en lengua guaraní, es uno de los animales más emblemáticos de las selvas húmedas de América Central y del Sur, de donde es endémica. Su nombre proviene del griego Harpe, que en la mitología representaba un monstruo con alas, garras afiladas y rostro de mujer; puede alcanzar hasta 2 metros de envergadura y pesar unos 10 kg en el caso de las hembras, que son mayores que los machos. Esto la hace el águila más grande de América y la segunda más grande del mundo, solo superada por unos pocos centímetros en envergadura por el águila de Filipinas (Pithecophaga jefferyi), aunque la harpía es más robusta y fuerte.
Su inmensa fuerza y tamaño hacen que se encuentre en la cima de la cadena trófica del bosque, donde es una eficiente cazadora de grandes animales como por ejemplo los perezosos, los monos, otras grandes aves, iguanas y serpientes e incluso presas tan difíciles como los puercoespines.
Una de las singularidades de esta inmensa ave es su maniobrabilidad para, a pesar de su envergadura, volar entre el tupido follaje de la selva sin ser percibida por sus presas.
Generalmente aparece como un fantasma silencioso que cruza rápidamente un claro de la jungla o un río antes de desaparecer nuevamente.
La disposición redondeada de las plumas en su cabeza funcionan a modo de antena parabólica, posibilitando que los sonidos más suaves lleguen hasta ella. Esto posibilita que por un lado pueda sentir con mucha claridad a sus presas, y por otro le facilita huir de la presencia humana mucho antes de que el hombre llegue a ella.
La supuesta población argentina de Harpía tendría características únicas, por ser la de distribución mas austral en el continente son las de mayor tamaño, además han quedado aisladas del resto de las poblaciones de América y lamentablemente solamente hemos oído relatos de avistajes de individuos solitarios; lo último que se publicó con respecto a esta especie fue un registro de un nido activo en el año 2004 con un individuo juvenil interactuando esporádicamente con sus padres en el Departamento General Belgrano, Provincia de Misiones.
La Harpía es la dueña indiscutida del techo de las selvas sudamericanas, y como escribió Juan Carlos Chebez en el libro "Los que se van" no nos demoremos mas para que este "Yaguareté del aire" puede permanecer entre nosotros.
Mapa de distribución en América del Sur
InfoNatura: Animals and Ecosystems of Latin America [web application]. 2007. Version 5.0 . Arlington, Virginia (USA): NatureServe. Available: http://www.natureserve.org/infonatura. (Accessed: Mar. 5, 2015 ).