En varias ocasiones hemos hablado de la ablación o mutilación genital femenina, a pesar de que se trata de una práctica condenada a nivel mundial, se siguen practicando especialmente en países africanos, países de Oriente Medio y países asiáticos. Según los cálculos, más de 140 millones de niñas y mujeres ya han sufrido la ablación del clítoris, como sabemos, se realiza por cuestiones culturales y religiosas, y se realiza especialmente bajo la premisa de que de este modo se puede proteger la virginidad de la mujer. Según un informe de UNICEF, hasta 30 millones de niñas están en riesgo de sufrir ablación en la próxima década, claro, que esto es una forma distinta de titular una noticia, ya que en el año 2010 otro informe nos hablaba de que hasta 3 millones de niñas y adolescentes pueden sufrir la mutilación genital cada año, es decir, el mismo resultado que el que ahora nos ofrecen.
Dado que han pasado dos años desde el mencionado informe y que las cifras son prácticamente las mismas, se puede decir que apenas se ha avanzado en la prevención de la mutilación genital femenina, al menos en los países de las regiones antes indicadas. Como cada año, UNICEF pide ayuda para intentar acabar con la práctica de eliminar parte del tejido del sistema genital femenino, ritual que asusta sobre todo cuando sabemos que se realiza con medios muy precarios, sin higiene y exponiendo a la muerte a las niñas y adolescentes que la sufren.
No basta con la condena internacional, las buenas palabras y las buenas intenciones de poco sirven, la ablación atenta contra los derechos de las mujeres en todo su contexto, contra su salud, bienestar y autodeterminación. No basta con aplicar una legislación, de hecho, en algunos países se ha prohibido y las cifras se mantienen, se sigue realizando y si no se busca otra solución de mayor contundencia, seguirán las mutilaciones. Muchas niñas y adolescentes claman para no ser circuncidadas, sin embargo, sus comunidades obvian sus lamentos y sufren está práctica sin poder impedirlo. A esto hay que añadir que sobre las mujeres se ejerce una enorme presión, si no están mutiladas genitalmente son insultadas, ridiculizadas, reciben un trato vejatorio… parece que no queda otro camino que aceptar esta práctica, pero no es así.
En el vídeo que encabeza el post, podéis ver una manifestación contra la mutilación genital, nos hablan del informe de Unicef y de como se ha logrado reducir el número de mutilaciones incluso en aquellos países donde está fuertemente arraigada. Como decíamos, hace tres años un informe nos daba cifras y son las mismas que las actuales, no vemos esa reducción, sin embargo, hay que decir que en esta ocasión el informe es mucho más completo e hila fino, se han incluido datos y cifras de países que hasta ahora se desconocían, quizá por ello pueda parecer que no se han reducido las cifras. El informe determina que 30 millones de niñas corren riesgo de sufrir ablación en los próximos 10 años, es un informe que debe servir a aquellos países que luchan contra esta práctica para que adopten nuevas medidas que puedan limitarla hasta que termine desapareciendo.
La tradición y la religión son impulsores de la ablación, por ello la lucha contra esta práctica es mucho más complicada de lo que parece, está muy arraigada y se realiza desde hace siglos, cambiar la situación va a ser una tarea ardua. Os recomendamos ver el vídeo y leer este informe para comprender y conocer cuál es la actual situación sobre esta monstruosa práctica con la que hay que tener tolerancia cero.
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Hasta 30 millones de niñas están en riesgo de sufrir ablación