Hasta aquí hemos llegado. Adiós Youtube

No me lo puedo creer… ¿3 posts en 3 días? Pero, ¿qué me está pasando? ¡Ja ja! Nada, tan sencillo como que echaba mucho de menos mi rinconcito y escribir mis pirulas varias. ¿Has visto? Ya estoy ampliando vocabulario… movidas, pirulas, ¿qué será lo próximo?

El caso es que el post de hoy es de reflexión, de desahogo total. Porque sí, porque me apetece y punto.

He decidido que, al menos de momento, mi relación con Youtube ha terminado. Y digo de momento porque tal vez algún día cambien las condiciones, el algoritmo o algo que es todavía más difícil, la gente que lo habita.

No quiero que te ofendas si eres consumidora de Youtube porque no estoy generalizando, pero sí que es cierto que cada red social se diferencia por tener un tipo de consumidor u otro. En su mayoría, no generalizo, ¡el universo me libre!

Desde siempre, Youtube ha sido la plataforma a través de la cual he recibido más críticas. Pero no críticas constructivas de esas que ayudan tipo “Laura, el color verde no te sienta bien. Ponte una camiseta roja que te queda ideal”. No. Críticas en plan “tu cara da asco”, “eres estúpida”, “no mereces tener la familia que tienes”.

Y podría seguir, pero es perder el tiempo.

Porque esta gente no se merece nada de mí, es más, no debería tener derecho a ver mi canal, pero aunque para algunos mi canal sea de risa, tiene más de 30k seguidores que mis años me ha costado conseguirlos y bloquear a ese nivel, se complica demasiado.

Hace dos días rechacé una colaboración en la que me iban a pagar 500€ por hacer un vídeo en Youtube. Y les he dicho que no.

Quizás piensas que estoy loca pero, ¿cómo te crees que me siento cuando estoy subiendo un vídeo a Youtube pensando que estoy a punto de saltar a una piscina de pirañas?

Aunque ignore esos comentarios, que lo hago, ver que todos mis vídeos están llenos de ellos me quita las ganas de dedicarle más tiempo.

Porque soy autónoma y parte de mi trabajo es esto que ves. Comunicar, colaborar con marcas. Y a alguien hubo que le sentó mal que dijera que mientras Youtube no diese dinero, yo no iba a esforzarme más.

Joder, ¿es que tú vas a trabajar gratis?

Creo que esta gente es muy ignorante. Mucho. Pero ignorante hasta niveles insospechados; y que se meten en Youtube cuando el Sálvame no está en la tele para ver a quién se cargan.

Siempre con la misma cantinela, “tú expones tu vida y yo doy mi opinión si quiero”. ¿Me estás diciendo que si te veo por la calle te puedo gritar lo fea que eres? Las personas con un mínimo de educación no hacen eso. ¿Por qué sí que se puede hacer en las redes sociales?

Y puede ser que haya otros canales grandes que suben vídeos a diario que SI QUE LES RENTA y que ignorar a esta gente se convierte en pan de cada día. Pero para mí, sentarme a grabar y subir algo a Youtube es dedicar tiempo que resto a otras actividades. Y fíjate… ya no me da la gana seguir haciéndolo.

Probablemente te hayas quedado con la cifra de antes. Sí, 500€ por un vídeo en Youtube que he rechazado y que me vendrían genial este mes; que la Navidad está a la vuelta de la esquina, tengo 3 hijos y uno de ellos también cumple años. Pero si de algo estoy orgullosa en mi andadura internetil, es mi coherencia y mi fidelidad a mis valores.

Youtube no me aporta felicidad, así que independientemente de que sea una fuente de ingresos ocasional y bastante jugosa, siento que debo dejarlo.

Quizás algún día todo cambia y vuelve a convertirse en lo que era hace unos años. Pero ahora mismo, no merece mi tiempo ni mi contenido.

Así que estoy feliz de anunciar a los cuatro vientos que salgo de ese patio de colegio, con la cabeza bien alta y contenta de lo que he conseguido en este tiempo. ¿Esas colaboraciones? El universo dirá, porque yo confío mucho en el karma y en las energías, y sé que si lo hago bien, todo irá bien.

¿Alguna vez has hecho algo en contra de un beneficio por ser fiel a tus valores?