“Las tierras, las tierras, las tierras de España
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna”
Y si un día de diciembre un caballo cuatralbo empezara a galopar de urna en urna y produjera el tsunami de la matanza del cerdo, el fin de los chorizos, que se sobrepusiera a la mentira, la corrupción y la manipulación de bienes e ideas y alterara el poder de tal manera que mandara a la partía de bandoleros del trabuco pepero a la serranía de su casa, a los embaucadores de la falsa socialdemocracia al panteón de las ideas podridas y muertas y a los filo falangistas del IBEX a su puesto en los luceros.
Entonces nos daríamos cuenta que enfrente no había nadie, que eran “solo” las banqueros parapetados tras su cornamenta de rajoys, felipes y aznares. Los antropófagos de la democracia “transicionada” a su gusto, para aprisionar a la ciudadanía, expoliar con incienso sus bienes, y reducir a esclavos a los trabajadores y clases populares con las cadenas de las reformas penales y laborales.
“Galopa jinete del pueblo, caballo de espuma.”
“Imaginad que la petulancia queda reducida a anécdota y pierde la categoría de lo omnívoro. Imaginad que, deslumbrados por una serie de acontecimientos democráticos que tendrán lugar a partir de esa fecha fabulosa, comprendemos lo que hemos retrocedido a lo largo de los últimos años, la mucha calidad de vida que hemos perdido, tanto en lo material como en lo moral, tanto en lo laboral como en lo legal. Imaginad que, poseídos por la belleza de la verdadera democracia, del ejercicio real de la ciudadanía, nos conjuramos a plena luz para que nunca más, nunca never jamás de los jamases, permitamos a nadie que nos recorte las libertades que forman la gran libertad que, dentro de lo posible, los seres que tenemos la suerte de vivir en esta parte en paz del planeta hemos podido conquistar. “ Maruja Torres dixit.
“A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España, en las herraduras.”
Tiramos el corazón y las herraduras. Y que a partir de ese día asemos al vino a todos los chorizos, echamos en manada de ratas a generadores de gurteles, eres, púnicas y casta de enchufados y embaucadores de papeleta y candidatura. Que los que gobiernen representen al pueblo soberano, al que está en paro, desahucian y no puede pagar sus hipotecas.
Enterrar en el mar, en la tierra y en el cielo a los que nos han dañado, mentido, expoliado, desahuciado y recortado.
En la geografía del placer está el imaginar, imaginad ese galope barriendo hasta el mar a la jauría que nos gobierna y nos ha gobernado. Y notar el olor del mar que los arrastra, purifica y entierra.
A galopar.
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