Estoy hasta las narices de corrupción, me da igual el color político, siento asco y repugnancia cuando pongo el telediario, esas dos caras de la moneda, los enchaquetados y enchaquetadas que se lo han llevado calentito, y por otro lado los que no tienen ni para zapatos. La cara y la cruz de la moneda de una sociedad corrupta en valores, corrupta en ideas y corrupta en cultura del esfuerzo.
Pero no solo siento asco y repugnancia, también siento lástima, si mucha lástima, no solo por los que lo están pasando mal por causas económicas, sino por esos buenos amigos políticos, honrados, trabajadores, comprometidos con su actual sociedad, que de verdad creen que entre todos podemos hacer grandes cosas y que no tienen horas, que sacrifican parejas, hijos, familia y amigos, por el interés común. Ese tipo de personas también existe, y por desgracia no son protagonistas de ningún telediario ni de ningún titular de periódico alguno.
En España es necesario que haya una regeneración, hacer un borrón y cuenta nueva, es necesario que los malvados, los que se han aprovecha de sus puestos, los que nos han robado la confianza, los que han hecho que nuestras ideas se tambaleen a un lado y a otro de la cuerda, todos esos paguen, paguen lo que han hecho y devuelvan lo robado, que les embarguen sin piedad hasta el último céntimo que hayan robado, al igual que van a hacer con los pobres padres de familia de Delphi ahora. Porque el que no tenga para pagar, ya sabemos que le va a pasar que le embargarán lo poco que tenga.
Quiero esa misma contundencia, esa misma rigidez para todos esos engominados, esos señoritos, ya sean pijiprogres o conservadores, de izquierda o de derecha, nacionalistas o centristas, me da lo mismo, me da asco que me roben, me da asco que me engañen, pero sobre todo me indigna que no haya una apuesta seria y firme para erradicar de una vez por todas este gran cáncer de nuestro país: LA CORRUPCIÓN.
Si digo que me ha gustado que Rajoy haya pedido perdón, me dirán que claro, que como es el partido al que voto, los estoy defendiendo, y no es así, porque INSISTO, no consiento ningún tipo de corrupción la haga quien la haga, pero espero de mi presidente más, espero que tenga las narices suficientes como para cambiar la ley, como para establecer controles duros y estrictos, para que esto no vuelva a suceder, para que unos listos no se lleven el dinero que lleva el sudor y la sangre de todos.
Y de nuevo las dos caras de la moneda, mientras que Rajoy realizaba el gesto de pedir perdón en el congreso, en Andalucía nuestra presidenta Susana Díaz hacía otro gesto, pedir que aparten a la juez Alaya del caso, unos asumen y otros tapan, eso sí, los dos tienen graves problemas con la corrupción en sus filas. Una corrupción que vuelvo a insistir hace daño a esos compañeros que honestamente dejan su día a día por el servicio público, porque esos otros políticos honrados de las distintas siglas, no se merecen que un grupo de mangantes sinvergüenzas ensucie su nombre. Hace falta mano dura, hace falta aumentar los controles, hace falta replantearse como garantizar que el dinero de todos llega a todos y no se queda en los bolsillos de una pandilla de vividores.
Hoy estoy muy triste, muy enfadada, porque veo que mi país va sin rumbo y a la deriva, y camino de convertirse en una república bananera como Colombia o Venezuela, y como lleguemos a eso, entonces todos nos lamentaremos de que tiempos pasados fueron mejores.