Revista Salud y Bienestar

¿Hay alguien investigando los daños de la vacuna VPH?

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Abundan, sólo hay que bucear en Internet, numerosos casos de chicas con reacciones adversas después de ponerse la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). El más conocido fue el de las jóvenes de Valencia. Todos estos casos según una parte de la prensa y el Ministerio de Sanidad, han sido investigados y no tienen una relación directa con la vacuna. Lo cierto, que yo sepa, es que los únicos casos investigados han sido los de las jóvenes valencianas y el de una joven mallorquina. Pero es que la última vez que consulté la web de la agencia estadounidense oficial encargada de la farmacovigilancia de las vacunas, VAERS, el número de muertes asociadas a la vacuna superaba las 100.

Como me cuenta una de las madres valencianas que tuvieron a su hija a punto de morir tras ponerse la vacuna y co fundadora de la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP):

“Nosotros cuando nuestra hija enfermó solicitamos a la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana y al Ministerio de Sanidad que se formase un panel de expertos que investigara lo que les había ocurrido tanto a la otra joven valenciana como a mi hija. También pedimos que este panel de expertos estuviese formado por un grupo de especialistas que nos fueran informando de lo que iban investigando día a día. Tal información nunca la recibimos a pesar de que el Conseller de Sanidad, don Manuel Cervera Taulet, nos dijo que se nos facilitaría.

El grupo de especialistas que formaba parte del panel nunca visitó a las jóvenes valencianas. Se reunió en tres ocasiones, una de ellas para conocerse y las otras dos para hablar. A pesar de ello dicen que estudiaron los casos junto al caso de la joven de Mallorca. Dudo que en dos ocasiones y sin ver a las chicas pudieran comprobar si la causa era o no la vacuna. Creo sinceramente que este panel de expertos se creó únicamente para callar a los medios y a los padres“.

El dictamen del equipo de especialistas fue bastante ambiguo:

“La estrecha relación temporal con la vacunación en los dos casos de Valencia indica que la administración de la vacuna pudo actuar como precipitante del cuadro clínico pero no se ha encontrado ninguna prueba que apoye una relación biológica con la vacuna”.

Hay que destacar la palabra “precipitante” ¿de qué? si las jóvenes estaban completamente sanas en el momento de recibir la inyección. La explicación no convence a estos padres y madres:

“Que no descubrieran ninguna relación biológica no quiere decir que no la hubiera simplemente que no la encontraron. Todos sabemos que en medicina dos más dos no son cuatro. Además, ellos no lo encontraron, sin embargo un prestigioso neurólogo que trató a una de las jóvenes valencianas diagnosticó que a raíz de la vacuna la joven presentó una enfermedad autoinmune y como consecuencia tuvo una desmielinización y una severa ataxia que le llevó a estar postrada en una silla de ruedas durante seis meses . Gracias a este neurólogo la joven recibió un tratamiento neurológico junto a un programa de rehabilitación que le posibilitó su recuperación.

Tampoco se entiende como se pudo emitir dicha resolución si uno de los efectos adversos que estas jóvenes padecieron fue movimientos tónico-clónicos que ya están recogidos en la ficha técnica de Gardasil [marca de la vacuna fabricada por el laboratorio Merck puesta a las niñas] en la experiencia post venta.

Tampoco se entiende como a raíz de los casos valencianos el Conseller de Sanidad Cervera modifica la carta dirigida a los padres cuyas hijas están en edad de vacunarse diciendo:

“Las vacunas como cualquier otro medicamento pueden en algunos casos presentar reacciones locales leves como dolor en el punto de inyección o desmayo (en ocasiones acompañados de movimientos tónico-clónicos que pueden aparentar convulsiones) si bien la frecuencia de este tipo de problemas es muy baja y similar a otras vacuna incluidas en los calendarios de vacunación de todo el mundo”.

Cabría preguntarse que si los efectos adversos que estas jóvenes presentaron ya están recogidos en la ficha técnica de Gardasil, si una de las jóvenes fue diagnosticada y tratada tras sufrir una enfermedad autoinmune y además el Conseller de Sanidad recoge este efecto adverso porqué en su momento no lo quisieron reconocer.

Lamentablemente, no sólo están los casos de las jóvenes valencianas en España hay muchas jóvenes que tras la vacunación presentan movimientos tónico-clónicos y problemas neurológicos y si no que se lo pregunten a los médicos de los hospitales.

“Que no lo quisieran reconocer creo que fue un desacierto en aquel momento -argumento esta madre- y además es un error para la ciencia, para la propia vacuna porque lo único que están consiguiendo las Autoridades Sanitarias es perder la credibilidad de los ciudadanos.

En el extranjero también hay muchas jóvenes afectadas, muchas de ellas sufrieron convulsiones o movimientos tónico-clónicos, lo único que tienen en común todas estas jóvenes es que eran jóvenes sanas antes de ponerse la vacuna. ¿Por qué no se reconocen entonces estos efectos adversos? Creo que es obvio”.

Más info en el libro La salud que viene que contiene un capítulo sobre la campaña de marketing del miedo para impulsar esta vacuna.


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