Por Arthur González/El Heraldo Cubano -Martianos- Hermes- Cubainformación.- La misa oficiada por el Papa Francisco en La Habana fue hermosa, con una fuerte carga emotiva para Cuba y el Mundo. El pueblo cubano y los peregrinos extranjeros mostraron respeto, amor y cariño a uno de los más carismáticos herederos de San Pedro de los últimos siglos, que con sencillez y humildad ha transformado la actuación de los Papas.
Sin embargo, esos que se autodenominan "disidentes" y que exigen ser atendidos por el Sumo Pontífice, dieron la nota discordante al poner en peligro la seguridad del Obispo de Roma.
Evidentemente los asalariados de Washington pretendieron provocar un incidente que fuera reflejado por la prensa internacional, como el sucedido en Santiago de Cuba antes de la misa ofrecida por Benedicto XVI en el 2011. Meses después el provocador recibió como premio una visa de refugiado político en Miami.
Por esas conductas hipócritas tan distantes y diferentes a las dispensadas por el pueblo cubano, los Papas San Pablo II y Benedicto XVI, no aceptaron recibir a ningún asalariado, porque sabios al fin, conocen perfectamente que ninguno se confiesa, ni toma la comunión en las misas a las que asisten solo como propaganda mediática contra la Revolución, y siempre previo el pago de cientos de dólares procedentes de Estados Unidos.
Por actitudes similares José Martí afirmó:
"...hay pocas cosas que en el mundo sean tan odiadas como los hipócritas".
Martianos- Hermes- Cubainformación
Acerca de Liober Rodríguez
Diseñador y Bloguero, Artista de la plástica. Actualmente trabajo en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de Granma.