No importa cuando hayamos salido de Cuba ni la visión que nuestra memoria guarde de ella. Esa visión siempre será parte de nuestros recuerdos, pero la Cuba de hoy es muy diferente como también lo será la Cuba de mañana. Todo cambia con el tiempo y más aún cuando el país se cae en pedazos porque casi no se le ha dado mantenimiento a nada. Cuando todo está en mal estado. Las casas no se han reparado ni se han pintado, y lo mismo podemos decir de muchas aceras.
La infraestructura está en un estado lamentable. Podríamos asegurar que casi todo lo que se mantiene en pie o funciona, lo hace de milagro y eso no lo ignora el gobierno. Ellos saben perfectamente cómo está todo y saben que para arreglarlo haría falta una cantidad de dinero descomunal y no la tienen, y la economía cubana actual no lo puede generar. Saben que ese dinero tendría que venir de fuera, pero no se pueden conseguir, porque la economía de Cuba no genera la riqueza suficiente para garantizar el pago de ese dinero.
Cuba no ha podido pagar su deuda externa desde mediados de los años ochenta. Según estimados más o menos confiables, el monto actual de la deuda cubana es de $30,500 millones de dólares. Es la tercera más grande en el mundo, solo superada por China e Indonesia. Pero hasta ahí la comparación.
China es el país más grande del mundo, la segunda economía del planeta, y genera un Producto Bruto de 9.3 trillones de dólares. Tiene 1,400 millones de habitantes y es una potencia exportadora como todos lo sabemos pues la mayor parte de lo que compramos está hecho en China. Indonesia tiene 250 millones de habitantes y es la economía más grande del Sureste de Asia con un Producto Bruto de 890 Billones de Dólares. Es el país exportador número 27 del mundo y está incluido en el Grupo de los 20 igual que China.
El Grupo de los 20 es un foro integrado por 19 países y un bloque económico. Los 19 países incluyen de manera individual a los siete países más industrializados del mundo que son Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña a los que se le añade Rusia como octavo país. El Bloque económico que lo integra es la Unión Europea que lleva la suma a nueve. Para llegar a los 20 se añaden once países recientemente industrializados de todas las regiones del mundo, y entre ellos están, desde luego, China e Indonesia.
Ahora imagínense a nuestra Cuba, con sus 11.3 millones de habitantes, y que según los datos manipulados por el gobierno tiene un Producto Bruto de 120,000 millones de dólares. Y por si fuera poco, Cuba exporta muy poco y hay una carencia generalizada de divisas que se generan básicamente del turismo y de las remesas.
Si hubiera alguna duda del fracaso de la economía marxista en Cuba, estas cifras no mienten. Por eso Cuba no puede pagar su deuda externa y mucho menos endeudarse más. El Capital que tiene Cuba es su capital humano que fuera de Cuba ha mostrado con creces su competencia. Si lográramos que lo mismo que hacemos afuera, lo hiciéramos en Cuba, en poco tiempo Cuba tomaría un rumbo mejor. Sin embargo, prácticamente hay que reconstruir toda la infraestructura del país; casi hay que hacer un país nuevo y eso no se hace en cinco años, ni en diez años. Eso toma mucho tiempo, quizás 25 años, pero con un crecimiento continuo que la economía planificada centralmente de los marxistas no puede garantizar.
Por eso hay que privatizar la economía de Cuba y dejar que surja un sector empresarial fuerte que genere riqueza, que cree empleos, que produzca crecimiento económico. También por eso, hay que abrir Cuba a las inversiones tanto nacionales como extranjeras sin que el estado intervenga para nada y en toda Cuba y no sólo en la zona económica especial del Mariel. Hay que generar un marco jurídico adecuado para que vengan empresas, que vengan capitales que creen empleos, que generen riqueza y que al pagar impuestos razonables permitan al gobierno pagar los gastos de administrar el país y de invertir en la reparación de toda la infraestructura.
Y todo lo que sea privatizable se deberá privatizar. Que venga la Seat, sí, pero también que regresen Bacardí, y la Owen Illinois, y la Ford, y la IBM, y que vengan también Dell, Microsoft, Apple y Samsung. Los necesitamos a todos, porque las necesidades de capital son tan grandes, que los cubanos solos no podemos.
Pero el gobierno de Raúl Castro sigue con sus mini cambios económicos, sobrellevando la situación. No entiende que Cuba está en un círculo vicioso y que mucho ayuda el que no estorba. Ya los castristas tuvieron su oportunidad y la desaprovecharon. Ahora, es momento de que se hagan a un lado y que permitan a Cuba desligarse de ese estatismo que la asfixia. Que permita que nuevas generaciones y nuevas ideas trabajen para crear la Cuba del mañana, sin sacrificar la justicia social.
Tienen que oírnos, tienen que entendernos, tienen que reconocer que fracasaron, y tienen que dejarnos rehacer a Cuba, arreglar su economía, reconstruir su infraestructura, restablecer su sociedad civil, reimplantar su democracia, facilitar su pluralismo, implementar un sistema legal y fiscal moderno, restaurar un poder judicial autónomo, y desarrollar un sistema bancario, o sea, prácticamente hacer una Cuba nueva.
Hablemos. Busquemos una reconciliación y discutamos el cambio, porque si no lo hacen, se van a tener que enfrentar con un pueblo airado y yo no deseo más muertos para Cuba. Ya hemos tenido demasiados para una pequeña isla que algún día fue un paraíso, y que hoy, los comunistas han convertido en un infierno.
Por eso hace falta un cambio profundo en Cuba, por eso necesitamos que el gobierno se abra, que se libere todo el potencial que la absurda ideología marxista tiene maniatado, y nos deje construir esa nueva Cuba, la Cuba del mañana.
Entiendan que si el gobierno cubano no permite el cambio un pueblo airado los va a hacer cambiar, pero entonces el cambio se hará por las malas y yo lo prefiero por las buenas.
Yo creo firmemente en un futuro, y por eso estoy con Cuba y por un cambio.