Una investigación realizada por expertos de la Escuela Universitaria de Medicina de Washington, concluye que es necesario replantear las estrategias contra la desnutrición infantil, ya que se podría reducir de forma significativa la tasa de recaída de los niños desnutridos que son tratados.
Los investigadores han observado que los niños que son tratados por desnutrición aguda moderada, tras la recuperación experimentan un inquietante índice de recaída y en muchos casos acaba con la vida de los menores. Parece ser que no existe consenso sobre el régimen de alimentación que se debe proporcionar a los niños desnutridos de los países en vías de desarrollo.
Se llevan a cabo dos vías de actuación, una en la que durante 12 semanas se proporciona a los niños una alimentación suplementaria, la otra es una estrategia que además recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud) proporciona un tratamiento hasta que los niños alcanzan el peso correspondiente a su talla y la circunferencia del brazo se encuentra dentro de los valores aceptables. La circunferencia del brazo es una técnica de medición que se utiliza desde hace bastante tiempo en la evaluación nutricional de los niños, es sencilla y el instrumento de medición es fácil de utilizar, los resultados determinan (en teoría) las reservas proteicas y energéticas del niño.
Según la investigación, se debe desarrollar una nueva estrategia que prevenga de forma más efectiva la recaída. Las conclusiones proceden de un estudio realizado en las zonas rurales de Malawi (África), en el que participaron 2.349 niños de entre 6 meses y 5 años de edad con desnutrición moderada. A este grupo de niños se les alimentó con suplementos a base de soja y se les realizó un seguimiento durante 12 semanas una vez finalizado el tratamiento.
Los niños fueron divididos en dos grupos, uno formado por 1.967 niños que fueron tratados hasta que alcanzaron el peso ideal según la talla y la circunferencia del brazo, objetivo marcado por la OMS. El segundo grupo formado por 382 niños fue tratado durante 12 semanas con alimentación suplementaria. Con el primer tratamiento (OMS) el 62% de los niños se mantuvieron bien alimentados, en cambio con el segundo método, la cifra llegó hasta el 71%, es decir un 9% más. Los investigadores explican que es un porcentaje significativo teniendo en cuenta que la desnutrición afecta a más de 30 millones de niños al año.
Sin embargo, los expertos indican que también han encontrado que un niño con un peso adecuado y una circunferencia del brazo correcta tiene más probabilidades de que no sufra una recaída. Incluso los niños que no fueron tratados durante tanto tiempo pero lograron rápidamente recuperar su peso y circunferencia del brazo adecuados, estuvieron igual de bien que los que habían sido tratados durante mucho más tiempo. Los investigadores explican que no es tan importante el tiempo de tratamiento, lo importante es que se alcance el peso y circunferencia del brazo.
Se podría decir que hay que combinar ambos métodos, los dos sistemas son insuficientes por separado, hay que ajustar al alza el umbral del peso y la circunferencia del brazo, de este modo se podrá prevenir mucho mejor una posible recaída. Un umbral más alto podría proporcionar un equilibrio entre la conservación del estado del niño y los costes de los recursos alimenticios del tratamiento, ya que al no haber recaída, a la larga se reducen los gastos. De todos modos, los investigadores explican que sería necesario realizar nuevos estudios sobre el tema, pero es algo poco probable debido a los recursos que serían necesarios.
Quizá la OMS debería tener en cuenta este estudio publicado en la revista científica Journal of Pediatric Gastroenterology & Nutrition y poner en marcha el estudio propuesto, si se ratificasen los resultados podría dar lugar a una nueva estrategia más efectiva para el tratamiento de la desnutrición y evitar las recaídas.
Foto | Hdptcar
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Hay que replantear las estrategias contra la desnutrición infantil