Hoy leemos un interesante artículo sobre el documental Im Dicksicht der Spendenindustrie, cuya traducción viene a ser “En la espesura de la industria de los donativos”, en el se denuncia el abuso de la solidaridad utilizando a los niños necesitados como imagen para recaudar fondos, invitan mediante las oportunas campañas a todos los usuarios para que colaboren con ONGs que desarrollan labores humanitarias en los países más desfavorecidos y especialmente con los niños. En este documental se denuncia que el dinero recaudado en las fechas navideñas (momento que se ensalza la solidaridad) por algunas de estas organizaciones, se utiliza para poder mantener a la organización en cuestión, no destinándose al fin anunciado.
Evidentemente no se pueden englobar a todas las ONGs en el mismo saco, pero hay algunos puntos que merece la pena destacar. Según el documental, la ONG que asegura que el 100% de lo recaudado se destina a la finalidad anunciada, son menos creíbles que aquellas que no proclaman esta aseveración. Y esto es algo lógico de deducir, la puesta en marcha de la campaña, la publicidad, el papel y otras cuestiones tienen un coste y el dinero procede de algún lugar, en este caso de las donaciones que se realizan. Así lo denuncia Joachim Walther, director y guionista de ese curioso documental.
Es evidente que una organización tiene gastos de mantenimiento, pero si además cuenta con un gran proyecto para llevar a cabo en una zona problemática, el dinero necesario se dispara. En el documental se denuncia que a algunas ONGs les resulta más económico trabajar en sitios que sean más accesibles y estables, y no en lugares donde se han producido catástrofes, guerras u otros problemas graves.
¿Cuánto se destina realmente a la causa?, el dinero se diluye entre gestiones administrativas, campañas publicitarias, contratación de personal, etc. Según el documental la maquinaria de la publicidad puesta en marcha para conseguir fondos en ocasiones es engañosa, lo que se dona, o al menos una buena parte, no llega a los más necesitados y como decíamos, sirve para sostener y mantener a la propia organización, por lo que la solidaridad es su modo de sustento.
En Marketing Directo nos citan un ejemplo que aparece en Im Dicksicht der Spendenindustrie, una ONG (supuestamente) está recaudando fondos para los niños indios de Dakota del Sur a través de una carta, se hace énfasis en la miseria que sufren, en sus carencias y en su modo de vida en la reserva india. Esta carta se enseña posteriormente a los que en teoría deberían recibir las donaciones y muestran su indignación, aseguran que es degradante y asocian la comunidad india con estereotipos como el desempleo, la indigencia, el alcoholismo y otras cuestiones, algo que se aleja de la realidad. Algunas ONGs que aparecen en el documental no sólo no dan ese dinero recaudado, además muestran una imagen que se aleja de la realidad.
Según se explica, en el mundo de estas organizaciones humanitarias impera la ley del silencio y no se puede hablar mal de una organización, porque cuando lo haces, es como si hablaras mal de todas ellas. Pero la realidad es que algunas ONGs sí trabajan honestamente y tienen cura de las personas a las que quieren ayudar, sus campañas no son fraudulentas, por ello hay que diferenciar y no englobar a todas en el mismo saco. Esperamos poder tener acceso al documental traducido en español, seguro que nos revelará información de interés y nos mostrará un punto de vista un tanto desconocido por muchas personas.
Por si algún lector domina el alemán, a continuación podéis ver el documental.
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Hay quien abusa de la solidaridad utilizando a los niños necesitados