El 5 de abril, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) separó el impactador SCI (Small Carry-on Impactor), que hasta ese momento se encontraba a bordo de la sonda Hayabusa2, enviándolo a impactar contra la superficie del asteroide Ryugu.
Como resultado del análisis de las imágenes capturadas por la cámara ONC-T (Optical Navigation Camera – Telescopic) de la sonda, antes y después del impacto, el 25 de abril el equipo concluyó que SCI creó un cráter sobre el asteroide, alcanzando un hito en la misión de Hayabusa2.
Crear un cráter permitirá a los científicos tener acceso al material prístino que se encuentra bajo la superficie del asteroide. El trabajo científico puede incluir la obtención de una muestra de la roca bajo la superficie, sumándose a la muestra recolectada a comienzos de año en otro lugar del asteroide.
Hayabusa2 permanecerá en el asteroide hasta finales de 2019, cuando la sonda comenzará su regreso a la Tierra con las muestras recolectadas.