Aprovechando que es el día mundial contra el cáncer (4 de febrero), es necesario saber que se puede prevenir y vencer gracias -entre otras cosas- al ejercicio. Además de asumir el diagnóstico, apoyarse en los seres queridos, los tratamientos, ser fuerte…se suma la actividad física para desempeñar un papel cada vez más importante en la superación de esta enfermedad. Este es el primer paso: abandonar el sedentarismo y los malos hábitos, ya que nuestra configuración genética está dispuesta para ser activos.
Con los números en la mano, se demuestra que solo un 20-25% de las personas que padecen esta enfermedad es debido a mutaciones espontáneas en los genes y otros factores externos no controlables, así pues, el resto de la proporción (70-75%) aúna en que los tumores han sido provocados por la acción de agentes externos, y más de un tercio de la población que lo padece se atribuye a la vida sedentaria y la obesidad.
Se ha comprobado científicamente que independientemente a la edad en la que se empiece a realizar deporte, no solo te va proceder a mejorar tu rendimiento y calidad de vida si no que además, este puede proteger contra el cáncer, sobre todo el de colón y mama. Y no solo como prevención, sino también durante o tras el tratamiento ya que proporciona multitud de beneficios, que ya he comentado en innumerables ocasiones: reduce la ansiedad, disminuye la depresión, incrementa la energía, mejora la capacidad física y la autoestima...
Cáncer de mama: más de dos docenas de estudios en mujeres han demostrado que si te mantienes activo regularmente el riesgo de padecer la enfermedad se reduce entre un 30-40%. En el caso del cáncer de mama, está relacionado con el nivel de estrógeno -hormona sexual femenina que interviene en la aparición de los caracteres sexuales secundarios-. Cuánto mayores son estos niveles mayor será el riesgo de tener la enfermedad, pues está proporcionalmente conectado con la grasa. Haciendo ejercicio se reduce y por tanto, se producen menos estrógenos. La actividad física también reduce la insulina,otro de los factores que inducen al cáncer.
Cáncer de colón:Los mismo estudios afirman que las personas que realizan ejercicio reducen el riesgo de padecimiento de cáncer de colón en un 50% comparando con las personas sedentarias. El deporte aumenta la frecuencia de movimiento de los intestinos, lo que ayuda a eliminar sustancias tóxicas y cancerígenas además de la ya citada disminución de la grasa corporal e insulina. Parece que 30 minutos de actividad diaria cubriría la necesidad. El ejercicio moderado, como una caminata, puede ser suficiente aunque los beneficios son sobre todo demostrables cuando aumentamos la intensidad.
Es el momento de ganar la batalla al cáncer, ninguna persona es demasiado joven o mayor para mantener un estilo de vida activo y beneficiarse de los efectos positivos de realizar deporte de forma regular.