

El silencio es agua, el callar es fuego.
El silencio puede caminar a gotas
pero el callar tiene siempre tiene algo de volcán dormido.
Silencio no es igual a callar.
Silencio es un espacio en el que la vida se acomoda y hace pie, en el que una melodía graciosamente cede a la próxima nota.
El callar no es silencio, puede ser bueno o malo pero no es silencio.
El callar puede tener amor y cuidado por el corazón del otro o ser una miserable decisión casi violenta. Callar puede tener miedo o valor, rencor o sabiduría, desprecio o comprensión, pero el callar es fuego.
Hay que ser muy buen intérprete para descubrir la sutil diferencia entre silencio y callar en el sonido de la vida.
(Maria Alamo Dorado)
A través de NadaSagrado.
