Revista Medio Ambiente

¡Hazlo!

Por Valedeoro @valedeoro

¡Hazlo!Un amigo te pregunta si quieres esquiar este fin de semana. Tienes una idea genial y pero tu jefe no está para autorizarla. El vecino del 2º 3ª te invita a una cena. Te ofrecen un traslado a las oficinas de Mumbai. Una conocida te ofrece sus entradas para asistir a la apertura de un nuevo museo al otro lado de la ciudad, esta noche…. Hay muchísimas situaciones en las cuales sería más fácil y más cómodo decir que no. Yo te digo: arriésgate y hazlo.

Te arrepentirás de lo que no has hecho

“Que hubiera pasado si…” es un tópico recurrente en la literatura, la música y las películas. La razón es la infinitud de posibilidades inherentes a lo que no has vivido. Si hubieras ido a esquiar con tu amigo, puede que hubieras pasado un fin de semana aburrido con un montón de gente desconocida. O quizás habrías conocido al amor de tu vida. O habrías conseguido un contacto vital para cambiar de trabajo más adelante. O habrías formado parte de una fiesta que pasó a hacer historia en el resort de ski. O simplemente habrías pasado un buen rato. La cosa es que no lo sabes: es solo una puerta abierta para arrepentirte de lo que no has hecho.

En cambio, si aceptas la invitación para ir a esquiar y no lo pasas tan bien como esperabas, tu cerebro utilizará toda su creatividad para racionalizar la experiencia. Quizás la gente no era tan interesante, no había suficiente nieve, el resort no valía la pena. Ahora, si no fuiste, te quedarás preguntándote siempre “que hubiera sido…”.

Es más fácil pedir perdón que permiso

Hay situaciones en las que te quedas sin hacer algo interesante por comodidad. El sofá parece mucho más atractivo que cualquier otro lugar cuando estás sentado en él. En otras circunstancias puede que no estés seguro de como se va a tomar la gente tu decisión de hacer algo fuera de las normas establecidas: ¿cambiar un proceso en el trabajo sin que tu jefe lo haya autorizado previamente ? ¿Decidir lo que vas a cocinar esta noche sin consultarlo primero a tu pareja? ¿Organizar una fiesta sin hablarlo primero con tu mejor amiga? Tener que decidir algo a solas puede ser una situación bastante estresante. Y sin darte cuenta se te pasa otra oportunidad para demostrar liderazgo, para facilitar la vida de otros, para pasarlo bien.

¡Atrévete, arriésgate, hazlo! Quizás no te salga bien, pero habrás aprendido algo en el proceso y ampliado tu horizonte. Quizás te saldrá de maravilla y te alegrarás de no haber perdido el tiempo con explicaciones absurdas. En cualquier caso te quedarás con la satisfacción de conocer tus posibilidades en vez de arrepentirte por decisiones que no tomaste.


Imagen: Hamad Al-Mohanna / flickr


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