Funny people (Judd Apatow, 2009. EEUU): moderadamente inteligente, y también muy innecesariamente larga (dos horas y media; le sobran tres cuartos) comedia firmada por Apatow, rostro bautizado como “el Steven Spielberg de las risas”y estandarte del movimiento conocido como nueva comedia americana, ya algo desfasada. Protagonizada por tres de los rostros más populares del género como Adam Sandler, Seth Rogen y Jonah Hill, Apatow construye un relato algo menor que sus dos anteriores trabajos, los cuales ya contaban con Rogen, como son las estupendas Virgen a los 40 y Lío embarazoso, además de intervenir en la excelente Supersalidos. Curiosamente es este, un film sobre gente que se gana la vida haciendo reír, su trabajo más “serio” (un famoso cómico, millonario pero pasota e insufrible además de vacío, intentará reencauzar su vida cuando le sea comunicado que padece una extraña enfermedad y que podría morir en breve, mientras otro cómico, este amateur y fan del primero, se cruzará en su vida, pasando su relación por distintas etapas) y menos conseguido. Lo mejor de las películas de Apatow es cómo están escritas, no cómo están dirigidas, y aquí no demuestra ni lo primero, pues la lista de chistes verdes sobrepasa claramente lo soportable (lo mejor sigue siendo algún chiste cinéfilo, como el de El cazador). Aún así, es infinitamente superior a cualquier comedia dramática que venga a la mente. Si se insiste con Adam Sandler, mejor hacerse con Little Nicky o Desmadre de padre.