He de reconocer que, para titular este artículo, me he basado en el nombre de uno de esos grupos musicales a los que acudir en estos días de confinamiento: Hazte lapón. Sus ritmos indies y pausados encajan a la perfección con este interminable día de la marmota. Este maldito confinamiento en el que ya he alcanzado una nueva fase. Tras la crisis, la negación, la ira y la depresión, ya empiezo a aceptar la situación de sequía futbolística. Por ello, en esta fase, valoro positivamente cualquier alternativa, aunque la misma venga de un país tan exótico como Bielorrusia.
Sí, puede resultar paradójico que el país más afectado por la catástrofe de Chernobyl constituya ahora un reducto para el balompié mundial. Quizás se deba a que son los más acostumbrados a lidiar con enemigos invisibles del calibre del COVID-19, pero ahí siguen. Su liga, que empezó hace un mes, en plena crisis del coronavirus, alimenta junto a otras pocas (Nicaragua y Tayikistán) el hambre de la población futbolera. Así que busca tu equipo, simpatiza con tu jugador estrella y hazte bielorruso.
Una liga desconocida
Siempre que nos situamos en una de las antiguas repúblicas soviéticas, como es el caso de Bielorrusia, debemos tener en cuenta su joven historia independiente. Hasta la creación de su propia federación en 1989, el papel del fútbol bielorruso apenas tuvo relevancia, siempre dentro de la URSS. De esa época sólo reluce el título liguero conseguido por el Dynamo de Minsk en 1982 y la participación de algunos jugadores de la región en la selección soviética. Tras la desmembración del gigante comunista, fue en 1992 cuando se funda la Vysshaya Liga. Y aunque hace 28 años de este hito, esta edición es la 30ª, por lo que el simbolismo es redondo.
Hleb en su etapa como jugador culé (fuente: as.com)Tan redondo como el negocio que supone comercializar la única liga de fútbol en activo de Europa. Tanto es así, que los derechos televisivos se venden a precio de mascarilla. Rusia y Ucrania ya se han hecho con ellos y el ídolo nacional, Alexandr Hleb, ya habla de que sería ideal que esto sucediese en España. No obstante, de momento nos tendremos que conformar, y no es poco, con la retransmisión de highlights que los grandes diarios deportivos de nuestro país ya realizan de los encuentros.
Hay poco de(Bate)
El gran problema de la liga bielorrusa es su competitividad. De las últimas catorce ediciones, y es casi la mitad, trece las ha ganado un solo equipo: el Bate Borisov. A lo que suma dos ocasiones anteriores. Sin embargo, éste es un inconveniente al que parece habérsele encontrado solución, ya que el año pasado, los batony vieron cercenada su racha. Por lo tanto, este año asistiremos a la lucha por recuperar el cetro de un gigante herido. A la que acudirá con una plantilla plagada de desconocidos, con el exmalaguista Filipenko de mariscal y varios jugadores balcánicos.
No guardan buen recuerdo en Bilbao del BATE Borisov (Fuente: Pinterest)De hecho, si a un aficionado español se le preguntara a bote pronto por un equipo bielorruso, uno de cada mil nombraría al equipo de Borisov. No en vano, en las cinco participaciones en la fase de grupos de la Champions League, en la que radica su éxito internacional, ha coincidido siempre con alguno de nuestros equipos. Han sido dos veces contra el F.C. Barcelona (11-12 y 15-16) y una ante: Real Madrid (08-09), Valencia (12-13) y Athletic Club (14-15). Nunca pasaron de esta ronda y, aunque se han llevado ya más de alguna goleada, también han cosechado triunfos frente a rivales como los bilbaínos, el Bayern de Munich o la Roma.
Los otros 15
Si en España se usa mucho la expresión "los otros 18" para referirnos a los equipos que no son ni Real Madrid ni Barça, en Bielorrusia podríamos decir lo mismo, pero adaptándonos a la cifra de 16 participantes. No obstante, y como ya vimos antes, parece que nos encontramos ante un cambio de ciclo. Ser el único equipo capaz de romper la racha de trece entorchados seguidos del Bate es un argumento más que suficiente para etiquetar al Dynamo Brest como aspirante. Cuenta en la delantera con uno de los jugadores más conocidos de la liga, el veterano Artem Milevsky, exinternacional ucraniano. Aunque ahora se conozca más al equipo por sus gradas.
Los "aficionados" que pueblan las gradas del Dynamo Brest (Fuente: Associated Press)Por respeto a su historia, en este grupo de aspirantes también hay que incluir al legendario Dynamo de Minsk, gran dominador del fútbol bielorruso durante la época soviética. Entrenados por un exjugador del Zaragoza, Gurenko, los capitalinos llevan a la sombra del Bate desde hace 16 años. De hecho, en la propia Minsk, donde conviven cuatro equipos de primera, hay un conjunto en mejor estado de forma, el Energetik-BGU, el club de la universidad estatal. También sorprende el papel del modesto Torpedo Zhodino, que, bajo el liderazgo del brasileño Gabriel Ramos, ostenta actualmente el liderato.
Espero que este repaso a una liga tan ignota como la bielorrusa sirva para conocer las claves del único torneo europeo de fútbol en activo. Aunque no se extrañen si termina acabando antes de tiempo, tal como amenazan los datos de contagio en el frío país. Mientras tanto, hazte bielorruso.