Hace un tiempo os pregunté si conocíais a Miss Peregrine.
Yo, por fin, he coincidido con ella. Como habréis visto, por la barra de proceso de la sidebar, llevo días con esta lectura. Normalmente, cuando un libro me absorbe, por muchas cosas que tenga que hacer o mucho lío de horarios que lleve, siempre encuentro un rato para leer; no, no os vengo a contar mi vida, si no que vengo a decir que aunque ando liadísima estos días, sé que si hubiera querido hubiera sacado algún minuto de cualquier lado para leer. Pero no ha sido así, este libro no ocupa mi mente a cada instante como lo hubieran hecho otros.

Primeramente la narración: un tanto densa y con descripciones adornadas en exceso. Después, la historia, que me recuerda a algo y no sé a qué. Me da la sensación de que el autor quiere montar un gran mundo, pero no lo sujeta fuerte y se escapan detalles. La verdad es que la trama, por el momento, es casi inexistente; la explicación que me doy es que es una saga (y más vale, porque hay muchas cosas que por el momento, y como mi vena pitonisa ve, quedarán sin resolver); no sé de aquí al final, pero como todo sea parecido, a mi parecer este libro debería ser un único tomo, quizá con menos parafernalia, pero si un libro que quedaría para el recuerdo.
Por no hablar de Miss Peregrine, ya el nombre invita a imaginar a una señora tipo institutriz, resabiada, un tanto severa… una mujer tipo Minerva McGonagall. Pero no, la verdad es que al personaje de Miss Peregrine le he cogido cierta manía, no me parece nada interesante (aunque creo que en el momento en el que estoy empezará a despuntar su verdadero “yo”).
Por otra banda tenemos la historia en general, casi se podría decir que está narrada gracias a unas fotografías y que la trama ha sido ideada en torno a ellas. Unas fotografías auténticas, de época, sin alterar. Las fotos fueron tomadas de archivos personales de diez coleccionistas que pasaron horas en mercadillos, ferias de antigüedades , puestos de segunda mano… La verdad es que las fotos son impresionantes. Lo mejor que tiene el libro es eso, la relación de la trama con esas imágenes (imágenes que se incluyen durante la lectura y que el autor da razón de ser con frases como “recuerdo esa foto”).


Hay algunas que dan auténtico mal rollo, otras que son muy muy curiosas y algunas a las que no les ves el qué, pero todas merecen mención simplemente por venir de donde vienen o tener los años que tienen.
Hasta el momento, un libro que no destacaría entre otr


